PALACIO
SAN MARTÍN
EX
ANCHORENA
  
Arcón
de Buenos Aires
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PALACIO
SAN MARTÍN
Premiado
como la mejor fachada de 1910
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
Es desde 1936, la sede de la Cancillería.
**Arenales 761, entre Esmeralda y Basavilbaso**
En 1936 el palacio es adquirido en 1936 por el ministerio de relaciones
Exteriores, y paso a ser sede de la
Cancillería,
recibiendo el nombre de Palacio San Martín. Arenales 475.
Fue construido en 1909 por el reconocido arquitecto escandinavo
Alejandro
Christophersen (1866-1946)
y en su fachada, de
estilo barroco y señorial, se destaca la influencia del estilo francés. En 1936 este espléndido
edificio fue adquirido por el estado.
El proyecto fue realizado para
Mercedes Castellanos de Anchorena
que encargó la construcción del palacio para convivir con sus tres hijos
varones: Aarón, Emilio y Enrique.
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Inspirado en el Grand y el Petit Palace
parisinos, ideó tres mansiones independientes pero con una fachada única.
Uno de los edificios más valiosos del
patrimonio arquitectónico de Buenos Aires. El edificio que se construye entre 1905 y
1909 sobre el terreno limitado por las calles Basavilbaso, Arenales y
Esmeralda es encomendado por Mercedes Castellanos de Anchorena.
El edificio, que exteriormente parece uno solo, consta de tres alas,
independientes una de la otra; conectadas por un "patio de honor"
central de planta ovalada y por una rotonda en el primer piso, una
especie de paseo cubierto.
Cada una de las residencias, fueron ocupadas por Doña Mercedes, sus
hijos y sus respectivas familias: en la de la izquierda (sobre la calle
Esmeralda) se instaló Aarón con su madre y luego con su esposa Doña
Zelmira Paz; en la del centro, Enrique y Doña Cecilia Cabral Hunter, y
en la de la derecha (sobre la calle Basavilbaso) Emilio y Doña Leonor
Uriburu.
Hija de
Aarón Castellanos, uno de los pioneros de la colonización agraria y del
fomento de la inmigración europea en la Argentina, Mercedes se casó en
1863 con Nicolás Hugo Anchorena (1823-1884), nieto de Juan Esteban
Anchorena, el fundador de la dinastía argentina que llegara de España a
Buenos Aires en 1751. Mercedes -dueña de una de las fortunas argentinas
más importantes de su época que incluía al morir su marido veinte
establecimientos ganaderos con más de doscientas setenta mil hectáreas-
fue una personalidad fuerte y decidida tanto en su vida privada como en
las actividades sociales y religiosas que la tuvieron como protagonista.
Incansable promotora de obras de caridad y religiosas a las cuales se
dedicaba con gran tenacidad y aportando fabulosas sumas de dinero, que
excedían el tradicional diezmo o los porcentajes acostumbrados a donarse
por ese tiempo.

Es importante señalar
que el material original del enlucido de la fachada de la mayoría de los
edificios de la época era el revoque símil piedra, técnica y artesanía
importada por los inmigrantes italianos y ticineses, que contribuyó a
hacer de la imagen de Buenos Aires la de "Paris de América del Sur". Al no
tener Buenos Aires piedra natural disponible se difundió ampliamente el
uso de este material constituido por cemento , arena y piedras en polvo
generalmente importadas de Francia. La perfección de las fachadas imitando
la piedra Paris hacía que también se replicara las juntas entre falsos
sillares con un mezcla más clara. Puede decirse que este tipo de fachadas
fue la tónica de la ciudad por varias décadas y constituyó uno de sus
rasgos más característicos, inhallable en otras grandes ciudades
americanas o europeas. En el caso del Palacio San Martín es importante
señalar que este tipo revoque símil piedra original de principios de siglo
había sido cubierto, en la década del cuarenta, por otro revoque símil
piedra de menor calidad y diferente al original.


foto 1906

Edificación frente a la plaza San
Martín, era uno de los mas destacados de la ciudad y pertenecía a la familia
Anchorena. El Palacio
fue sede de importantes reuniones sociales, como el baile del Centenario de la
Independencia en 1916. Es además un excelente ejemplo de la denominada
arquitectura "Beaux Arts" derivada de las enseñanzas y teorías de la famosa
escuela parisina.
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Mercedes Castellanos de
Anchorena tuvo once hijos, de los cuales solo cinco la sobrevivieron. De
éstos solo tres, Aarón, Enrique y Emilio, ocuparon con ella el Palacio,
originalmente previsto para que lo habitara también su hija Amalia, casada
con Juan José Blaquier y fallecida en 1907, antes de finalizarse la
construcción. Aarón (1877) se instaló con su madre en el ala izquierda del
Palacio y continuó viviendo allí al morir ésta y aún durante su matrimonio
con Zelmira Paz, celebrado en 1923. Aficionado a la vida de salón en
Buenos Aires y en Europa, Aarón Anchorena fue también una persona de
acción, amante de la vida al aire libre y de los deportes. Expedicionario
a la Patagonia en su juventud, adquirió luego la Isla Victoria en el lago
Nahuel Huapi incorporándole flora y fauna exóticas.

María Luisa de las Mercedes
Castellanos

Apasionado de la
aviación, junto a sus amigos los hermanos Jorge y Eduardo Newbery realizó
los primeros vuelos en globo en la Argentina y fue fundador y presidente
del Aeroclub Argentino. Su interés por la naútica, que practicaba en el
Río de la Plata con su yate "el Pampa", lo llevó a adquirir un campo en la
orilla opuesta de Buenos Aires junto a la Barra del río San Juan, que le
servía de fondeadero. En esa estancia que legara al Gobierno del Uruguay
realizó grandes plantaciones de árboles, erigió una gran casa en estilo
normando y construyó una cancha de golf.
Enrique Anchorena
(1879), casado en 1901 con Hercilia Cabral Hunter con la cual tuvo cinco
hijos, ocupó el cuerpo central del palacio. Se destacó por su interés en
la arboricultura que puso en práctica en sus establecimientos de campo
como el el caso del espléndido parque de su estancia "El Boquerón" cerca
de Mar del Plata.
Emilio (1880-1916) casado en 1903 con Leonor Uriburu, ocupó el ala derecha
del edificio sobre la calle Basavilbaso. Este sector fue también
residencia de la mayor de sus hijas, Leonor Anchorena de Luro, activa
promotora de la Sociedad de Beneficencia y propietaria de la estancia "La
Azucena", que como varias otras propiedades de la familia, ostentaba un
gran parque y un casco de notable interés arquitectónico diseñado en este
caso por Alejandro Bustillo.


haga click en la imagen para ampliar -
Fachada
del palacio (fotos panorámicas)


Premiado como la mejor
fachada de 1910,
en realidad no es un
palacio sino
tres residencias independientes y conectadas al mismo tiempo, en torno a un
importante patio central, con tratamiento casi escultórico desplegando todos los
elementos del academicismo francés, además de toques art nouveau. El mobiliario
original incluía: artefactos de iluminación en cristal de Baccarat, sillones de
nogal italiano tallados y dorados a la hoja, alfombras persas y tapicería de
seda francesa. Muchas de estas piezas quedaron en el Palacio cuando, en 1936,
fue rematado en subasta pública; la crisis económica del país hizo imposible que
los Anchorena pudieran mantener la propiedad.


Allí se realizó el baile del Centenario de
la Independencia en 1916.
El Palacio San Martín es monumento
histórico nacional, alberga en su interior obras de artistas argentinos y
americanos del siglo XX como Antonio Berni, Pablo Curatella Manes, Lino Enea
Spilimbergo, Roberto Matta, entre otros. Asimismo se encuentra la Coleccion de
Arte Precolombino de la Cancillería Argentina, con piezas de cerámicas, piedras
y metales de culturas del noroeste de nuestro país, como ser: San Francisco,
Vaquerias, Condorhuasi, Cienaga, Aguada, Santa María. Cuenta, además, con una
biblioteca especializada en derecho internacional e historia de las relaciones
internacionales. Constituye un valioso testimonio del nivel alcanzado por la
arquitectura del clasicismo francés y la adaptación de tipos de residencia
franceses del siglo XVIII al medio local.
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La predilección de
Mercedes Castellanos de Anchorena por los grandes edificios también se
extendió a sus hijas mujeres que no vivieron con ella en el Palacio de la
Plaza San Martín. Matilde (1875) casada con Carlos Ortiz Basualdo y en
segundas nupcias con Pedro Verstraeten en 1916, habitó otra gran
residencia, el denominado Palacio Ortiz Basualdo, diseñado hacia 1900 por
Julio Dormal y situada al lado de la residencia de su madre y hermanos, en
el terreno limitado por las calles Basavilbaso, Arenales y Maipú. Josefina
(1876) se casó con el escritor Enrique Rodriguez Larreta, autor del famoso
libro "La Gloria de Don Ramiro" e inspirador del estilo neocolonial de las
casas que habitaran en la ciudad y en el campo: la residencia del barrio
de Belgrano que hoy alberga el Museo Larreta y el casco de la estancia "Acelain",
ambas proyectadas por el arquitecto Martín Noel. El arquitecto responsable
del diseño del Palacio Anchorena fue Alejandro Christophersen (1866-1946)
una de las principales figuras de la arquitectura argentina del período.





Cada pabellón de cuatro pisos, tiene locales de depósito e
instalaciones en planta baja, salones de recepción en el primer piso,
habitaciones privadas en el segundo nivel y dependencias de servicio en el
piso coincidente con la mansarda. Los espacios protagónicos albergan el
hall principal o la escalera de honor en las tres residencias del
conjunto. Particularmente destacado es el gran Hall del pabellón ubicado
sobre Arenales y Basavilbaso, rodeado por una galería superior sostenida
por columnas e iluminada cenitalmente a través de una claraboya. El
tratamiento y la decoración de todos los ambientes principales reflejan
el alto nivel y la calidad artesanal de la construcción de la época.



El inconfundible
espíritu "Belle Époque" del Palacio Anchorena se ve reforzado por el
influjo art nouveau que se manifiesta más allá de aspectos decorativos o
formales. Más allá de cierta incertidumbre respecto del diseño original,
puede considerarse al Palacio Anchorena, sede del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto desde 1938, como una de las mejores
ejemplos, quizá la residencia más original del "Clasicismo Internacional
1900".


El patio de honor era el espacio común para tres residencias
independientes: la de Mercedes y Aarón Anchorena, en la esquina de Esmeralda y
Arenales; en el cuerpo central, la de Enrique de Anchorena, su hijo, y en el
área de Arenales y Basavilbaso, la de Emilio Anchorena su otro hijo. Construido
en base al modelo de "l'École des Beaux Arts" de París para el "hotel
particular", integra el clasicismo de la composición con la influencia del art-nouveau
en algunas ornamentaciones. La riqueza espacial de los diferentes ambientes
resulta verdaderamente espléndida en el juego de transparencias del patio de
honor, a partir del gran portal de hierro forjado que le da acceso.



Actualmente es sede Ceremonial de la Cancillería ya que sus oficinas se
han trasladado al nuevo edificio de Arenales y Esmeralda, construido por
los arquitectos Aizenstat y Rajlin, cuya arquitectura parece dialogar
con la monumental obra de Christophersen.
El Palacio San Martín cuenta, además, con una biblioteca especializada
en derecho internacional e historia de las relaciones internacionales.
Constituye un valioso testimonio del nivel alcanzado por la arquitectura
del clasicismo francés y la adaptación de tipos de residencia franceses
del siglo XVIII al medio local.


El Ministerio de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la
República Argentina fue creado por la Constitución de 1853.
Anterior a esta constitución la relaciones exteriores
quedaban a cargo de
Buenos Aires
o del
caudillo
de turno en el poder.Las
atribuciones de cada
ministerio
fueron determinadas mediante la Ley 80 "de Ministerios" del
11 de agosto de 1856. Originalmente sólo se denominó
Ministerio de Relaciones Exteriores. Por Ley 3727 del 12 de
octubre de 1898 se comienza a denominar Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto, para que finalmente el 16 de
diciembre de 1992, mediante la Ley 24190 se le agregara
Comercio Internacional, adoptando su actual denominación.


Foto antigua
del Palacio Pereyra Iraola, ubicado en la esquina de
Arenales y Esmeralda, barrio de Retiro, donde hoy se
encuentra el edificio de oficinas del Ministerio de
Relaciones Exteriores. Antiguamente aquí había una quinta, y
en el año 1839 fue adquirida por $70.000 por Simón Pereyra,
un pariente de la esposa de Rosas, Encarnación Ezcurra. El
Palacio fue construido por el arquitecto Bunge en el año
1886. La casa fue habitada por Leonardo Pereyra y Antonia
Iraola desde entonces. El Palacio Pereyra Iraola fue
demolido en el año 1968 y del mismo solamente quedó un árbol
(plátano), sobre la calle Esmeralda (entre Arenales y
Juncal), que formaba parte del amplio jardín de la
propiedad. Dicho plátano fue plantado en 1894 en honor al
nacimiento de la primera nieta de los Pereyra Iraola.


El
denominado "Salón Dorado", en la casa que habitaron Mercedes Castellanos
de Anchorena y su hijo Aarón, resulta el ámbito más característico del
despliegue decorativo -opulento y ceremonial- presente en todo el
edificio. Esta atmósfera se veía enriquecida por el mobiliario original
que los dueños habían comprado en Francia e Inglaterra y que incluía
grandes biombos Coromandel,
imponentes objetos de metal y porcelana orientales, muebles de estilo
francés provistos por la casa Jansen, tapices, y esculturas y pinturas de
distintas procedencias fundamentalmente de estilo "pompier".













El arquitecto
Formado en la Academia
de Bellas Artes de Amberes, Christophersen completó su formación en el prestigioso
Atelier Pascal de La École des Beaux Arts de Paris. Entre sus obras se
cuentan innumerables casas y residencias particulares, como la que alberga
el Círculo Italiano en la calle Libertad; iglesias como Santa Rosa de
Lima, sobre la avenida Belgrano, y edificios públicos como la sede de la
Bolsa de Comercio
de Buenos Aires. Christophersen, ecléctico cabal,
adscribió a diversas corrientes arquitectónicas a lo largo de su carrera.
Hacia la primera década del siglo siguió el gusto dominante entre clientes
y profesionales, que preferían un estilo inspirado en la arquitectura
francesa del siglo XVIII. Esta tendencia fue verdaderamente internacional
y se consagró definitiva-ente a través de dos obras culminantes como el "Grand
Palais" y el "Petit Palais" construídos para la Exposición Universal de
1900 en Paris. En el Palacio Anchorena se reconocen varias fuentes de
inspiración, las más remotas son modelos de residencias parisinas del
período señalado, como el Hôtel de Condé (J.M.Peyre, 1765). Otra
referencia insoslayable es el proyecto "Hôtel à Paris pour un riche
Banquier", con el cual Jean Louis Pascal, maestro de Christophersen, gana
el "Grand Prix de Rome" -máximo galardón de la arquitectura de la época-
en 1866. A semejanza de este último antecedente, el edificio es en
realidad un conjunto de tres residencias alrededor de un patio de honor,
disposición que se completa con dos jardines laterales y posteriores.


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