El 14 de julio de 1889 se cumplió el primer
centenario de la toma de
Bastilla.
El gobernador de Francia decidió celebrar el acontecimiento
realizando una gran exposición universal en París a la que todas las
naciones del mundo fueron invitadas.
El gobierno decidió aprovechar la oportunidad para mostrar el potencial en
materias primas y en las más variadas posibilidades de intercambio. Se
construyó con ese motivo en Buenos Aires una comisión compuesta por
destacadas personalidades para preparar el envío. Esta comisión designo
como delegado a Eugenio Cambacéres.
La primera gran dificultad que tuvo que afrontar fue obtener la
conformidad del director de la exposición para que la Argentina pudiese
presentarse con un pabellón individual. En las exposiciones anteriores los
países latinoamericanos habían compartido los pabellones. La solicitud
había sido resuelta en forma favorable. Cambacéres pidió entonces la
concesión de 6.000 metros cuadrados para levantar el pabellón en uno de
los mejores lugares de la exposición, cerca de la torre Eiffel que se
disponía a erigir el gobierno de Francia. En definitiva, el director
concedió una extensión de 1.600 metros cuadrados. La comisión aprobó lo
actuado con tres condiciones (1- que el pabellón tuviese un primer piso
agregado con lo cual la superficie total utilizable seria de 3.000 metros.
(2- que fuese de hierro y desarmable para que fuera transportado a Buenos
Aires finalizada la exposición. ( 3-que el costo de la realización no
supere un millón de pesos argentinos de la época.
La presentación argentina
reflejaba el progreso del país tanto en lo industrial (cereales, maderas, lanas,
cueros, mármoles, vinos, carnes congeladas, etc.) como en lo urbanístico (la
maqueta de la ciudad de La Plata) e incluso en lo educativo: allí estaban las
grandes fotos de Samuel Boote de las cincuenta escuelas públicas monumentales
del Consejo Nacional de Educación, materialización arquitectónica de la ley
1420.
Terminada la exposición, la situación política de la Argentina había
variado. La crisis de
1890
provocó la caída del presidente Juárez Celman. Pese al proyecto original de su traslado a Buenos Aires, el Gobierno
Nacional dispuso su venta, dada la difícil situación económica del país. A
tal efecto llamó a licitación, con el propósito de realizar la
adjudicación el 14 de enero de 1890. La venta sería separada en 8 lotes,
por lo que el Pabellón se desintegraría.
Sin embargo, el Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires,
Francisco Seeber, logró frenar el remate y ofreció al Gobierno Nacional
compartir los gastos de traslado a Buenos Aires del Pabellón. Aceptada la
propuesta, el 1º de febrero de 1890, bajo la supervisión del ingeniero
municipal, Juan B. Medici y siguiendo expresas indicaciones del arquitecto
Albert Ballú, el edificio empezó a ser desarmado.
En 1909, el museo se trasladó
al anexo del Pabellón Argentino (construido para la Exposición Internacional de
París) sobre la barranca de la
Plaza San Martín (Arenales al 600). En el año
1933, este pabellón fue demolido por la ampliación de la Plaza San Martín.
La Municipalidad cedió, en
consecuencia, la antigua
casa de Bombas de agua (hoy Av. Libertador 1473)
para instalar el Museo Nacional de Arte.
La Exposición Nacional de París
fue abierta al público el 6 de mayo de 1889 y el 25 de mayo la delegación
argentina hizo la inauguración propia de su pabellón.
La concurrencia a la exposición universal de 1889 fue un éxito. El
Pabellón Argentino fue premiado y considerado uno de los mejores de la
exposición. La Gran Exposición era una fantástica exhibición de los
mejores resultados de la paz, de la libertad y del espíritu de
emprendimiento, y la República Argentina estaba a la vanguardia entre los
pueblos más progresistas y exitosos de aquel tiempo.
Pabellón
Argentino en su ubicación original de la ciudad
de Paris en la exposición universal de 1889. El gobierno de la época gastó
millones y millones en el Pabellón y la representación Argentina en
París. Tenían la ilusión de atraer capitales que financiaran sus
proyectos de modernidad e inmigrantes europeos para poblar el país,
siguiendo el sueño de Sarmiento.
El pabellón argentino en Paris, es el que se encuentra
junto a al torre Eiffel en el margen inferior derecho de la fotografía.
En
1894 se demuelen los cuarteles de Retiro y se coloca alli el pabellón Argentino-
En 1893 fue armado e instalado frente a Plaza San Martín en las calles
Arenales entre Maipú y Florida, en el sitio donde estuvieron los cuarteles
que habían sido demolidos. Era de hierro, como la Torre Eiffel, y se
podía desmontar. La instalación del pabellón en la Plaza San Martín tuvo significativas
consecuencias. La primera demostración de la importancia que comenzó a
atribuirse la plaza fue la realización en el año 1898 de una gran
exposición nacional que coincidió con la segunda presidencia del General
Roca.
A la izquierda se ve el Pabellón Argentino traído desarmado desde Paris, a
principios del siglo XX y bien a la derecha el palacio Ortiz
basualdo Anchorena.
haga click
en la imagen (VEA
FOTOGRAFÍAS PANORÁMICAS)
En esta
foto se ve todo junto....el Pasaje Falucho, el Pabellón, Los palacios:
Paz, Ortiz Basualdo, Haedo, Etc...la plazoleta Falucho o Juvenilia, no se ve por la
arboleda.
Monumento
a San Martín de espaldas al hotel Plaza- la bajada de la calle Maipú
aparentemente con una escultura-El hotel plaza a la izquierda- mas palacetes HOY
demolidos-
Vista
trasera del Pabellón, tomada antes de demolerse las propiedades que había en
plaza San Martín- Puede verse el enorme jardín con glorieta, palmeras recién
plantadas etc-
1910 - El Pabellón sobre la calle Arenales al 500, sector actualmente en
medio de Plaza S. Martín. Bien a la izquierda asoma el Palacio Paz. La calle
Arenales se encontraba abierta y corría de Maipú a Florida; hacia la barranca se
hallaban los anteriormente mencionados cuarteles, que permanecieron allí hasta
1891 cuando fueron demolidos, y el lugar ocupado por el "Pabellón Argentino".
El museo
Nacional de Bellas Artes instalado en el Pabellón Argentino completaba la
exposición del Centenario sin formar parte de ella.
El
pabellón Argentino en la Plaza San Martín.
La entrada del Pabellón se hallaba
en Arenales 651, entre Maipú y Florida.
Los materiales del Pabellón, por disposición general de los organizadores de la
Gran Exposición, debían ser franceses y así lo fueron. En el exterior, las
partes verticales que quedaban entre los nervios de hierro, se han rellenado con
azulejos, mosaicos, porcelanas, revestimientos de vidrio, planos o formando
ampollas salientes iluminadas de noche por la luz eléctrica, gres esmaltados,
tierras cocidas y ladrillos barnizados.
Frente
superior del Pabellón, aun faltan colocar los Mosaicos Venecianos sobre las
arcadas. Nótese los escudos nacionales y el albañil junto al mástil de la nueva
cúpula, ya no de vidrio, sino de cobre en el mismo estilo que las mas pequeñas y
con lumbreras. 1916. Foto gentileza CEDIAP.
Monumento
a San Martín de espaldas al hotel Plaza- la bajada de la calle Maipú
aparentemente con una escultura-
El
hotel plaza a la izquierda- El palacio Paz-El predio del Pabellón-
Juan Waldorp y Cía.
asumió la tarea como concesionario Municipal, facultado para la
explotación comercial del Pabellón por un plazo de 15 años. La fecha de
inauguración quedó fijada para el 14 de enero de 1894. La construcción
despertó el interés del público, ya que se trataba de un edificio muy
moderno y de gran dimensión, que venía asociado a un antecedente
prestigioso. En la bajada de Maipú se construyó otro edificio para servir
de confitería, pero el negocio fracasó y allí quedó el Pabellón Argentino,
solitario, en lo alto de la barranca, soportando las inclemencias del
tiempo". La confitería - cervecería anexa fue obra de Carlos Morra y luego
sirvió como sede de la Comisión Nacional de Bellas Artes.
El
pabellón, el Plaza hotel, ni asomaba el edificio Kavanahg, todo muy
desolado.
Aun no estaba el kavanagh- se ve
la iglesia
el Santísimo Sacramento
y en el centro del predio el
monumento a San Martín que
fue el primer monumento erigido en la ciudad.
Situada en el barrio de Retiro, la plaza San Martín es después de la de Mayo
casi la más importante por antigüedad y significación histórica.
Con unos 27.630 m2 la plaza se encuentra adornada por varios monumentos, entre
ellos el que aparece en la foto dedicado al general San Martín de espaldas al
Hotel Plaza. Su escultura fue
realizada en bronce por el escultor francés Louis Joseph Daumas en 1862.
Inicialmente dicho monumento estuvo orientado hacia la calle Maipú, pero luego
se lo desplazó a su actual posición al reformárselo en el año en
1910.
Desde
Francia se embarcaron 6.000 bultos en la barca naval "Ushuaia", algunos de
los cuales fueron arrojados al mar en el trayecto, en medio de una
tempestad: la carga inicial pesaba 1690 toneladas. El Pabellón, desarmado,
llegó a Buenos Aires a fines de 1890.
Vendria a ser Av del Libertador HOY- y plaza san Martín Edificada-
A la derecha la iglesia el
Santísimo Sacramento. Hasta la creación del
Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), las exposiciones de arte en Buenos
Aires se realizaban en lugares tan disímiles como almacenes, tiendas,
bazares, ferreterías, ópticas, casas de música y negocios de todo tipo.
Luego de años de esfuerzos, el 16 de julio de 1895, se fundó el MNBA, con
163 obras, bajo la dirección del pintor y crítico de arte Eduardo
Schiaffino, en el edificio Au Bon Marché, hoy Galerías Pacífico.
Se destaca
el detalle de
la cúpula donde se ven los vidrios en forma de estrias, o V corta azules
intercalados con los planos blancos, para formar los colores patrios en un juego
de luces y sombras. Los "botones" que pueden verse en las arcadas y columnas
eran en realidad ampollas de vidrio con bombitas de luz en su interior, toda una
novedad para la época, que aportaban colorido al pabellón por las noches.
En Paris su interior
estaba poblado de objetos e imágenes alusivas a los abundantes recursos
naturales que el país ofrecía. Materias primas como carne refrigerada -una
mercancía clave que comenzaría a ser exportada hacia el mercado británico, y que
definiría las alianzas políticas y económicas de la
Argentina durante la primera mitad del
siglo XX-la máquina conservadora de carnes expuesta en el primer piso del
pabellón argentino. También se exhibían rocas, cereales, cueros y alimentos.
Esta colección de objetos articulaba un relato dirigido a un público potencial
que el Estado intentaba seducir: los inmigrantes y los inversores, necesarios
para impulsar la modernización. La muestra de recursos naturales y en particular
de alimentos probablemente intentaba producir una imagen atractiva para
capitalistas y trabajadores en búsqueda de oportunidades: la de un país rico en
recursos naturales, en especial alimentos, y hospitalario para la inmigración
europea.
foto
1932 la Plaza San Martín aun con edificaciones.
En 1932
para ampliar la Plaza San Martín extendieron los jardines hasta el pie de la
barranca frente a la avenida Alem y fueron demolidas varias manzanas. En
el centro fue colocado el característico Pabellón Argentino. A la izquierda se observa el
edificio del Plaza hotel, y a la derecha el magnifico palacio de la familia Paz
que hoy es el Circulo Militar. Aun el edificio Kavanagh no había sido
construido.
La muestra de Bellas Artes
en la exposición del centenario, de la cual participaron casi todos los países
de América Latina y Europa, se montó en la Plaza San Martín frente al Hotel
Plaza, el más lujoso y moderno de la época. Entre los nombres ilustres que se
vincularon la exposición del arte figuró el del emperador de Alemania, quien
envió su propia colección de telas y diseños. Asimismo, para albergar esta parte
de la expo se utilizó el edificio que había funcionado como Pabellón Argentino
en la Exposición Universal de París en 1889, la cual fue organizada en la
capital francesa para conmemorar el centenario de la toma de la Bastilla y
durante la cual se inauguró la Torre Eiffel. Según fotos y testimonios de
aquellos años, el recinto era un edificio de estructura metálica, decorado con
paneles que mostraban imágenes vinculadas con las ciencias, las artes y el
trabajo. Ese pabellón fue abierto al público el 12 de julio de 1910, luego de su
reacondicionamiento y del agregado de nuevas instalaciones debido a los envíos
extranjeros superaron las expectativas de los organizadores. En total se
presentaron 2.375 obras. El acto de inauguración corrió por cuenta Güiraldes y a
él asistieron el presidente José Figueroa Alcorta, miembros de su gabinete y el
intendente municipal.
Detalle de "La Argentina",
obra de Jean Dominique Hugues colocada en su emplazamiento original al frente
del pabellón.
HOY el grupo escultórico se encuentra en la Escuela Técnica Raggio. En el centro, la mujer semidesnuda
representa a la Argentina; era típico en la época representar una república de
esta manera. El gorro frigio debía hermanarla con Francia y los valores de su
Revolución, que cumplía el centenario ese año. El toro manso, o amansado por la
república, se refiere a la industria ganadera, que era la gran fuente de riqueza
del país, al menos para la oligarquía, que al fin y al cabo era el grupo social
en el poder y el que encargó tanto el Pabellón como esta escultura. A la
derecha, el joven desnudo que siega está rodeado de atributos agrícolas, otra
gran fuente de riqueza. Y a la izquierda, el hombre europeo (que sí lleva
pantalones) va rodeado de atributos industriales, representando un país moderno,
con toda la última tecnología.
El 12 de octubre de 1898 Roca asumió la presidencia. Cuatro días después
concurrió acompañado de sus ministros a inaugurar la exposición. La
exposición de
Bellas Artes fue inaugurada en el Pabellón Argentino el 8 de diciembre con
un discurso pronunciado por Zuberbhuler, el presidente del Ateneo.
La exposición nacional de 1898 fue una verdadera y animada feria
presentada a la manera de las tradicionales europeas con juegos y
entretenimientos de todo tipo.
La Exposición Internacional de Arte del centenario tubo directa influencia
sobre el destino del Pabellón Argentino que hasta entonces había sido
empleado como sala de exposiciones anuales y conciertos. Allí nació la
idea de utilizarlo como sede del Museo Nacional de Bellas Artes.
El museo
de Arte había sido creado el 16 de julio de 1895 en el primer piso del edificio Bon Marché
(galerías Pacifico) en la calle Florida. En 1910 este fue vendido a la empresa del
ferrocarril de Buenos Aires al Pacifico y el museo trasladado al Pabellón
Argentino donde estuvo instalado hasta 1933, cuando fue trasladado a su
actual emplazamiento.
Escultura
en mármol que se encontraba en el hall de entrada del pabellón bajo la gran
cúpula. Aparentemente, ya en Buenos Aires se había ubicado en los jardines
dentro del complejo del pabellón frente al edificio de la cervecería.
La techumbre es de cobre
para las partes cubiertas de las cúpulas, de zinc para los grandes tramos y de
vidrio para los cimborrios y glorietas superiores. Dibujo de Ch. Clerici para El
Sud Americano del gran vitraux principal. El motivo llamado "La Republica
Francesa recibiendo a la Republica Argentina en la Exposición" fue bocetado por
Ch. Toche y realizado por Oudinot.
fotografía del vitreaux
principal sobre la escalera. Pintado a mano sobre vidrios rectangulares a
excepción de las figuras principales donde el emplomado sigue las formas del
dibujo.
Interior del primer piso
visto desde el frente del edificio, pueden verse las pachinas de yeso dorado (o
bronce) coronando las columnas que soportan la base de la cúpula principal. Al
fondo se ve el Vitreaux principal sobre la escalera. Las rejas que se ven al
frente corresponden a las barandas de la abertura debajo de la cúpula que
comunicaba el primer piso con la planta baja. También puede verse el motivo
decorativo de los paneles de cerámica esmaltada que cubrían los esqueletos de
hierro.
En cada una de las cuatro
esquinas del Pabellón, se emplazaron grupos escultóricos de Louis Ernest Barrias,
fundidos por Thiebaut, simbolizando "La navegación" y "La agricultura", temas
duplicados; en el frente, además de un enorme sol dorado coronando en lo alto la
fachada, el portón principal estaba engalanado por otro grupo escultórico
simbolizando a "La República Argentina": obra de Jean Dominique Hugues, tenía
como figura central a una joven mujer apoyada en una vaca con alegorías de la
ganadería, la agricultura, la industria, el comercio e incluso el ferrocarril.
A
ambos lados, dos mosaicos venecianos repetían algunos de estos temas.
Las cuatro fachadas del
Pabellón estaban también ornamentadas con grandes escudos argentinos realizados
en cerámica policromada, sobre bocetos del escultor Dupuis. En el interior
estaban presentes los retratos en vidrio coloreado de próceres argentinos como
San Martín, Moreno, Belgrano, Rivadavia, Urquiza, Sarmiento y otras figuras
representativas de la Argentina.
Sobre Av. San Isidro, Av. García del
Río y Av. de los Incas se pueden observar esculturas que le pertenecieron.
En Villa Lugano
Av. Riestra y Martiniano
Leguizamón se destaca el grupo escultórico y mástil La Agricultura,
perteneciente al pabellón argentino de la Exposición Universal de París de
1889, obra del escultor E. Barriás (fundición Thiebaut Freres Hnos).
Grupo escultorico de Louis
Ernest Barrias, fundidos por Thiebaut. A diferencia de otros pabellones latinoamericanos, el edificio
carecía por completo de alusiones a la arquitectura española colonial y tampoco
había signos de las culturas prehispánicas, como en el caso del pabellón
mexicano, o a las culturas aborígenes americanas.
1887 - fachada Norte de casa de
Gobierno-Las esculturas que se divisan son esculturas que pertenecieron a
nuestro Pabellón que estaba en la Plaza San Martín.
Esta escultura se encuentra en
Avenida de los Incas Y Zapiola.Grupo escultorico de Louis Ernest Barrias,
fundidos por Thiebaut.
Av. San Isidro Labrador y Paroissien
otra en Villa Lugano -av. Riestra, casi Leguizamón-
Desde un año antes, la Comisión Directiva Argentina venía recibiendo pedidos de
locales en el Pabellón: Benito Spinedi se proponía mostrar su producción de
mosaicos y chapas, J.M. Scott, velas de estearina, jabón y glicerina, B.
Dallavalle y Nervo "un muestrario de molduras para muebles y trabajos de
carpintería de maderas del país hechos a máquina de vapor
", los Talleres de Casa Amarilla, una noria y "una caja de fierro",
Honorio Carreras, "un aparato Relee-Telefónico de su invención", Jacobo Peuser,
libros en blanco, encuadernados, de su producción.
Acompañaban la muestra álbumes de fotos de la ciudad de Buenos Aires , de las
Provincias, de las fábricas, estancias y edificios públicos, como los de Witcomb,
publicaciones como la "Historia General de la Colonización de la República
Argentina" de Alejo Peyret y mucha otra documentación.
La obra
que fue dirigida por el ingeniero holandés Juan Waldorp y se completó en
1893. Allí se mantuvo hasta el año 1934. Era
un artefacto de gran tamaño, de vidrio y metal, profusamente ornamentado cuyas
diferentes partes han sido atornilladas ahora, para ser clavadas unas a otras
invariablemente más tarde. Esta armadura de hierro, provista de adornos de
fundición y de molduras donde quiera que la necesidad de colocar esculturas o de
disponer partes salientes se ha dejado sentir, descansa sobre cimientos de
piedra y sótanos enlazados entre sí por medio de arcos de ladrillo.
Vista del interior de Pabellón, planta baja, a la izquierda se puede ver
la entrada principal. Ya convertido en Museo de Bellas Artes, en la planta baja
funcionaba el museo de copias, pueden verse los calcos de la Piedad, el Moisés y
diversas esculturas clásicas. HOY se encuentran en el museo de la Carcova en Bs
As (El Museo
de Calcos y Escultura). Alli se encuentra el David de Miguel Ángel, copiado del original, una de las
5 que hay en el mundo, de esa época. Se ve que luego del desmantelamiento del
pabellón fueron a parar a ese lugar. Nótese la falta de iluminación en el hall
central ya que la cúpula había sido modificada y ya no seria enteramente de
vidrio, sino de cobre y con lumbreras como las cuatro mas pequeñas.
El Museo de Calcos y
Escultura Comparada Ernesto de la Cárcova, España 1701, expone obras de
importancia mundial, llegadas al país entre 1923 y 1930. Se destacan “David”,
“La Piedad”, “Moisés”, todas de Miguel Ángel; la “Venus de Milo”, una cabeza de
la reina egipcia Nefertiti y la “Victoria” de Samotracia.
Interior de Pabellón Argentino ya armado en Buenos Aires y convertido en sede
del Museo De Bellas artes. Primer piso. A la derecha superior de la foto puede
verse la luz que entra por la claraboya. Nótese como los vitreaux decorativos de
la pared del fondo (lateral del edificio), han sido tapiados para poder colgar
cuadros y ganar espacio de exposición. También se levantaron paredes divisorias
entre columnas para tener mas espacio.
Detalle del interior de la base de la cúpula central donde pueden verse los
retratos pintados en vidrio de próceres argentinos.
El Pabellón
Argentino fue demolido para posibilitar la ampliación de la Plaza San Martín y
crear un gran espacio verde.
El edificio tenía dos plantas y los interiores también estaban profusamente
ornamentados y tenían un gran colorido y luminosidad. Un gran vitral realizado
por E. Oudinot sobre bocetos de Charles Toché representaba a "La República
Francesa recibiendo a la República Argentina en la Exposición"; entre las muchas
figuras de fantasía no faltaron las que tomaban como modelos artísticos a dos
personas que habían posado para favorecer la inspiración del autor: nada menos
que el propio Dr. Carlos Pellegrini y el arquitecto Albert Ballú.
1934 - Todo ha cambiado. Se amplió
la Plaza y desapareció el Pabellón. El edificio Kavanagh fue
inaugurado el 3 de enero de 1936, obra de los arquitectos Sánchez, Lagos y De la
Fuente.
El Pabellón perdido
En 1932 comenzaron los trabajos de ensanche de la Plaza San Martín,
demoliéndose las fincas ubicadas sobre la barranca, entre la calle
Arenales y la Avenida del Libertador. En el transcurso de las obras, en
1934, el Pabellón fue desarmado nuevamente y los grupos escultóricos que
lo integraban fueron dispersados por la ciudad. Por entonces, en pleno
fervor modernizador, la demolición del Pabellón fue vendida en remate y
por muchos años se perdió el rastro de la gran estructura metálica.
En 1964 el arquitecto Mario J. Buschiazzo publicó un artículo de carácter
histórico acerca del Pabellón y en 1988 Bonifacio del Carril volvió sobre
el tema. No obstante, las investigaciones más profundas fueron realizadas
por Olga Vitali, quién, finalmente en 1998 pudo ubicar en un terreno del
barrio e Mataderos un tramo de la estructura original, convertido en
galpón de una herrería. Al final este prestigioso edificio, símbolo de un
momento del país y del mundo como tantos otros, desapareció en forma
silenciosa.
IMPORTANTE
Que sucedió en el
país en 1890 ?
En
1890, la reducción de los ingresos fiscales, el incremento de los gastos y
las crecientes obligaciones de la deuda externa generaron un crack que sumió
a la estructura económica del país en un caos. Se cerraron y liquidaron
numerosos bancos, incluyendo el Nacional y el de la Provincia de Buenos
Aires, quebraron las casas comerciales y se paralizaron las obras públicas.
El desempleo arreció, cayeron los saldos migratorios y se incrementaron los
conflictos laborales. El gobierno tambaleó: Juárez Celman debió renunciar y
asumió la presidencia Carlos Pellegrini.
La Plaza Colón de Córdoba esta concebida como jardín botánico y está ornamentada
con estatuas y columnas que integraron el Pabellón Argentino en la Feria
Internacional de París de 1889. Gran fuente de fundición.
Entre
1910 y 1931 el edificio del Pabellón Argentino fue sede del Museo Nacional de
Bellas Artes. Hacia 1923, el Dr. Cupertino del Campo, que fue uno de los más
meritorios directores de ese museo, inició una brega -que nunca logró éxito-
para construir un nuevo edificio para la institución, frente a la Plaza San
Martín. A tal efecto, realizaron croquis los arquitectos Martín Noel, primero, y
Herrera Mac Lean y Quartini Herrera más tarde. Mucho tiempo antes, el arquitecto
Julio Dormal había preparado también un proyecto de edificio monumental para el
museo.
Recién en 1880 la industria
molinera comienza a distinguirse por la calidad de harina exportada. Asi que en
la exposición de Paris del año 1889 se adjudicó
a un molino de la capital el gran premio y a otros de la provincia de Buenos
Aires medallas de oro y plata. En 1896 se adquiere el desarrollo la agricultura.
Gracias al ferrocarril el progreso de la industria fue firme y acelerado.
En 1885 en el país había 659 molinos, pero con el tiempo se redujo.
Algunas fotos
fueron extraídas del trabajo de Olga Vitali "El hallazgo del
Pabellón Argentino 1889" en 1998. Otras de las fotos y
descripciones provienen del Facebook: Pabellón Argentino Alberto Ballu-
https://www.facebook.com/pabellonargentino1889.
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