PABELLÓN

ARGENTINO

 

DEMOLIDO EN 1933

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

PABELLÓN ARGENTINO

DEMOLIDO EN 1933

 

En 1889, se realizó en París una "Gran Exposición Universal" que contó con la participación de varios países.

 

 Entre 1910 y 1931 el edificio del Pabellón Argentino fue sede del Museo Nacional de Bellas Artes.

 

La Gran Exposición Universal de París se realizó en terrenos del Campo de Marte de la capital francesa. En esa exposición, la República Argentina presentó un pabellón diseñado por el arquitecto francés Albert Ballú, que obtuvo el primer premio entre los pabellones de países extranjeros y que estuvo emplazado muy cerca de la Torre Eiffel.

 

Cabe aclarar que hablando en relación de aspectos, el pabellón Argentino, si bien poseía grandes dimensiones, superiores a los pabellones de Chile, Bolivia, México y Brasil, se veía opacado junto a la gran mole de hierro de 300 mts de altura, la Torre Eiffel centro de la Exposición, que luego con el paso del tiempo se convertiría en el icono Francés por excelencia. De todas maneras las intenciones de los organizadores Franceses no lograron su cometido porque el pabellón Argentino, se destacó entre los de Sudamérica.

 


El 14 de julio de
1889 se cumplió el primer centenario de la toma de Bastilla.

 

El gobernador de Francia decidió celebrar el acontecimiento realizando una gran exposición universal en París a la que todas las naciones del mundo fueron invitadas.
El gobierno decidió aprovechar la oportunidad para mostrar el potencial en materias primas y en las más variadas posibilidades de intercambio. Se construyó con ese motivo en Buenos Aires una comisión compuesta por destacadas personalidades para preparar el envío. Esta comisión designo como delegado a Eugenio Cambacéres.


La primera gran dificultad que tuvo que afrontar fue obtener la conformidad del director de la exposición para que la Argentina pudiese presentarse con un pabellón individual. En las exposiciones anteriores los países latinoamericanos habían compartido los pabellones. La solicitud había sido resuelta en forma favorable. Cambacéres pidió entonces la concesión de 6.000 metros cuadrados para levantar el pabellón en uno de los mejores lugares de la exposición, cerca de la torre Eiffel que se disponía a erigir el gobierno de Francia. En definitiva, el director concedió una extensión de 1.600 metros cuadrados. La comisión aprobó lo actuado con tres condiciones (1- que el pabellón tuviese un primer piso agregado con lo cual la superficie total utilizable seria de 3.000 metros. (2- que fuese de hierro y desarmable para que fuera transportado a Buenos Aires  finalizada la exposición. ( 3-que el costo de la realización no supere un millón de pesos argentinos de la época.

 

La presentación argentina reflejaba el progreso del país tanto en lo industrial (cereales, maderas, lanas, cueros, mármoles, vinos, carnes congeladas, etc.) como en lo urbanístico (la maqueta de la ciudad de La Plata) e incluso en lo educativo: allí estaban las grandes fotos de Samuel Boote de las cincuenta escuelas públicas monumentales del Consejo Nacional de Educación, materialización arquitectónica de la ley 1420.

 

Terminada la exposición, la situación política de la Argentina había variado. La crisis de 1890 provocó la caída del presidente Juárez Celman. Pese al proyecto original de su traslado a Buenos Aires, el Gobierno Nacional dispuso su venta, dada la difícil situación económica del país. A tal efecto llamó a licitación, con el propósito de realizar la adjudicación el 14 de enero de 1890. La venta sería separada en 8 lotes, por lo que el Pabellón se desintegraría.
Sin embargo, el Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, Francisco Seeber, logró frenar el remate y ofreció al Gobierno Nacional compartir los gastos de traslado a Buenos Aires del Pabellón. Aceptada la propuesta, el 1º de febrero de 1890, bajo la supervisión del ingeniero municipal, Juan B. Medici y siguiendo expresas indicaciones del arquitecto Albert Ballú, el edificio empezó a ser desarmado.

 

En 1909, el museo se trasladó al anexo del Pabellón Argentino (construido para la Exposición Internacional de París) sobre la barranca de la Plaza San Martín (Arenales al 600). En el año 1933, este pabellón fue demolido por la ampliación de la Plaza San Martín. La Municipalidad cedió, en consecuencia, la antigua casa de Bombas de agua (hoy Av. Libertador 1473) para instalar el Museo Nacional de Arte.

 

 


La Exposición Nacional de París fue abierta al público el 6 de mayo de 1889 y el 25 de mayo la delegación argentina hizo la inauguración propia de su pabellón. La concurrencia a la exposición  universal de 1889 fue un éxito. El Pabellón Argentino fue premiado y considerado uno de los mejores de la exposición. La Gran Exposición era una fantástica exhibición de los mejores resultados de la paz, de la libertad y del espíritu de emprendimiento, y la República Argentina estaba a la vanguardia entre los pueblos más progresistas y exitosos de aquel tiempo.

 

Pabellón Argentino en su ubicación original de la ciudad de Paris en la exposición universal de 1889. El gobierno de la época gastó millones y millones en el Pabellón y la representación Argentina en París. Tenían la ilusión de atraer capitales que financiaran sus proyectos de modernidad e inmigrantes europeos para poblar el país, siguiendo el sueño de Sarmiento.

 

El pabellón argentino en Paris, es el que se encuentra junto a al torre Eiffel en el margen inferior derecho de la fotografía.

 


 

En 1894 se demuelen los cuarteles de Retiro y se coloca alli el pabellón Argentino-

 

 

En 1893 fue armado e instalado frente a Plaza San Martín en las calles Arenales entre Maipú y Florida, en el sitio donde estuvieron los cuarteles que habían sido demolidos. Era de hierro, como la Torre Eiffel, y se podía desmontar. La instalación del pabellón en la Plaza San Martín tuvo significativas consecuencias. La primera demostración de la importancia que comenzó a atribuirse la plaza fue la realización en el año 1898 de una gran exposición nacional que coincidió con la segunda presidencia del General Roca. A la izquierda  se ve el Pabellón Argentino traído desarmado desde Paris, a principios del siglo XX y bien a la derecha el palacio Ortiz basualdo Anchorena.

 

haga click en la imagen  (VEA FOTOGRAFÍAS PANORÁMICAS)

 

En esta foto se ve todo junto....el Pasaje Falucho, el Pabellón, Los palacios: Paz, Ortiz Basualdo, Haedo, Etc...la plazoleta Falucho o Juvenilia, no se ve por la arboleda.

Monumento a San Martín de espaldas al hotel Plaza-  la bajada de la calle Maipú aparentemente con una escultura-El hotel plaza a la izquierda- mas palacetes HOY demolidos-

 

Vista trasera del Pabellón, tomada antes de demolerse las propiedades que había en plaza San Martín- Puede verse el enorme jardín con glorieta, palmeras recién plantadas etc-

 

 

1910 - El Pabellón sobre la calle Arenales al 500, sector actualmente en medio de Plaza S. Martín. Bien a la izquierda asoma el Palacio Paz. La calle Arenales se encontraba abierta y corría de Maipú a Florida; hacia la barranca se hallaban los anteriormente mencionados cuarteles, que permanecieron allí hasta 1891 cuando fueron demolidos, y el lugar ocupado por el "Pabellón Argentino".

 

 

El museo Nacional de Bellas Artes instalado en el Pabellón Argentino completaba la exposición del Centenario sin formar parte de ella.

 

 El pabellón Argentino en la Plaza San Martín. La entrada del Pabellón se hallaba en Arenales 651, entre Maipú y Florida. Los materiales del Pabellón, por disposición general de los organizadores de la Gran Exposición, debían ser franceses y así lo fueron. En el exterior, las partes verticales que quedaban entre los nervios de hierro, se han rellenado con azulejos, mosaicos, porcelanas, revestimientos de vidrio, planos o formando ampollas salientes iluminadas de noche por la luz eléctrica, gres esmaltados, tierras cocidas y ladrillos barnizados.

 

Frente superior del Pabellón, aun faltan colocar los Mosaicos Venecianos sobre las arcadas. Nótese los escudos nacionales y el albañil junto al mástil de la nueva cúpula, ya no de vidrio, sino de cobre en el mismo estilo que las mas pequeñas y con lumbreras. 1916. Foto gentileza CEDIAP.

 

Monumento a San Martín de espaldas al hotel Plaza-  la bajada de la calle Maipú aparentemente con una escultura-

 El hotel plaza a la izquierda- El palacio Paz-El predio del Pabellón-

 

Juan Waldorp y Cía. asumió la tarea como concesionario Municipal, facultado para la explotación comercial del Pabellón por un plazo de 15 años. La fecha de inauguración quedó fijada para el 14 de enero de 1894. La construcción despertó el interés del público, ya que se trataba de un edificio muy moderno y de gran dimensión, que venía asociado a un antecedente prestigioso. En la bajada de Maipú se construyó otro edificio para servir de confitería, pero el negocio fracasó y allí quedó el Pabellón Argentino, solitario, en lo alto de la barranca, soportando las inclemencias del tiempo". La confitería - cervecería anexa fue obra de Carlos Morra y luego sirvió como sede de la Comisión Nacional de Bellas Artes.


El pabellón, el Plaza hotel, ni asomaba el edificio Kavanahg, todo muy desolado.

 


Aun no estaba el kavanagh- se ve la iglesia el Santísimo Sacramento y en el centro del predio el monumento a San Martín que fue el primer monumento erigido en la ciudad.

 

 Situada en el barrio de Retiro, la plaza San Martín es después de la de Mayo casi la más importante por antigüedad y significación histórica. Con unos 27.630 m2 la plaza se encuentra adornada por varios monumentos, entre ellos el que aparece en la foto dedicado al general San Martín de espaldas al Hotel Plaza. Su escultura fue realizada en bronce por el escultor francés Louis Joseph Daumas en 1862. Inicialmente dicho monumento estuvo orientado hacia la calle Maipú, pero luego se lo desplazó a su actual posición al reformárselo en el año en 1910.

 

Desde Francia se embarcaron 6.000 bultos en la barca naval "Ushuaia", algunos de los cuales fueron arrojados al mar en el trayecto, en medio de una tempestad: la carga inicial pesaba 1690 toneladas. El Pabellón, desarmado, llegó a Buenos Aires a fines de 1890.

 

Vendria a ser Av del Libertador HOY- y plaza san Martín Edificada-

 

A la derecha la iglesia el Santísimo Sacramento. Hasta la creación del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), las exposiciones de arte en Buenos Aires se realizaban en lugares tan disímiles como almacenes, tiendas, bazares, ferreterías, ópticas, casas de música y negocios de todo tipo. Luego de años de esfuerzos, el 16 de julio de 1895, se fundó el MNBA, con 163 obras, bajo la dirección del pintor y crítico de arte Eduardo Schiaffino, en el edificio Au Bon Marché, hoy Galerías Pacífico.

 

Se destaca el detalle de la cúpula donde se ven los vidrios en forma de estrias, o V corta azules intercalados con los planos blancos, para formar los colores patrios en un juego de luces y sombras. Los "botones" que pueden verse en las arcadas y columnas eran en realidad ampollas de vidrio con bombitas de luz en su interior, toda una novedad para la época, que aportaban colorido al pabellón por las noches.

 

En Paris su interior estaba poblado de objetos e imágenes alusivas a los abundantes recursos naturales que el país ofrecía. Materias primas como carne refrigerada -una mercancía clave que comenzaría a ser exportada hacia el mercado británico, y que definiría las alianzas políticas y económicas de la Argentina durante la primera mitad del siglo XX-la máquina conservadora de carnes expuesta en el primer piso del pabellón argentino. También se exhibían rocas, cereales, cueros y alimentos. Esta colección de objetos articulaba un relato dirigido a un público potencial que el Estado intentaba seducir: los inmigrantes y los inversores, necesarios para impulsar la modernización. La muestra de recursos naturales y en particular de alimentos probablemente intentaba producir una imagen atractiva para capitalistas y trabajadores en búsqueda de oportunidades: la de un país rico en recursos naturales, en especial alimentos, y hospitalario para la inmigración europea.

 

 

foto 1932 la Plaza San Martín aun con edificaciones.

 

En 1932 para ampliar la Plaza San Martín extendieron los jardines hasta el pie de la barranca frente a la avenida Alem y fueron demolidas varias manzanas. En el centro fue colocado el característico Pabellón Argentino. A la izquierda se observa el edificio del Plaza hotel, y a la derecha el magnifico palacio de la familia Paz que hoy es el Circulo Militar. Aun el edificio Kavanagh no había sido construido.

 

La muestra de Bellas Artes en la exposición del centenario, de la cual participaron casi todos los países de América Latina y Europa, se montó en la Plaza San Martín frente al Hotel Plaza, el más lujoso y moderno de la época. Entre los nombres ilustres que se vincularon la exposición del arte figuró el del emperador de Alemania, quien envió su propia colección de telas y diseños. Asimismo, para albergar esta parte de la expo se utilizó el edificio que había funcionado como Pabellón Argentino en la Exposición Universal de París en 1889, la cual fue organizada en la capital francesa para conmemorar el centenario de la toma de la Bastilla y durante la cual se inauguró la Torre Eiffel. Según fotos y testimonios de aquellos años, el recinto era un edificio de estructura metálica, decorado con paneles que mostraban imágenes vinculadas con las ciencias, las artes y el trabajo. Ese pabellón fue abierto al público el 12 de julio de 1910, luego de su reacondicionamiento y del agregado de nuevas instalaciones debido a los envíos extranjeros superaron las expectativas de los organizadores. En total se presentaron 2.375 obras. El acto de inauguración corrió por cuenta Güiraldes y a él asistieron el presidente José Figueroa Alcorta, miembros de su gabinete y el intendente municipal.

 

 

Detalle de "La Argentina", obra de Jean Dominique Hugues colocada en su emplazamiento original al frente del pabellón.

 

HOY el grupo escultórico se encuentra en la Escuela Técnica Raggio. En el centro, la mujer semidesnuda representa a la Argentina; era típico en la época representar una república de esta manera. El gorro frigio debía hermanarla con Francia y los valores de su Revolución, que cumplía el centenario ese año. El toro manso, o amansado por la república, se refiere a la industria ganadera, que era la gran fuente de riqueza del país, al menos para la oligarquía, que al fin y al cabo era el grupo social en el poder y el que encargó tanto el Pabellón como esta escultura. A la derecha, el joven desnudo que siega está rodeado de atributos agrícolas, otra gran fuente de riqueza. Y a la izquierda, el hombre europeo (que sí lleva pantalones) va rodeado de atributos industriales, representando un país moderno, con toda la última tecnología.

 

 


El 12 de octubre de 1898 Roca asumió la presidencia. Cuatro días después concurrió acompañado de sus ministros a inaugurar la exposición. La exposición  de Bellas Artes fue inaugurada en el Pabellón Argentino el 8 de diciembre con un discurso pronunciado por Zuberbhuler, el presidente del Ateneo.
La exposición nacional de 1898 fue una verdadera y animada feria presentada a la manera de las tradicionales europeas con juegos y entretenimientos de todo tipo.
La Exposición Internacional de Arte del centenario tubo directa influencia sobre el destino del Pabellón Argentino que hasta entonces había sido empleado como sala de exposiciones anuales y conciertos. Allí nació la idea de utilizarlo como sede del Museo Nacional de Bellas Artes.

 El museo de Arte había sido creado el 16 de julio de 1895 en el primer piso del edificio Bon Marché (galerías Pacifico) en la calle Florida. En 1910 este fue vendido a la empresa del ferrocarril de Buenos Aires  al Pacifico y el museo trasladado al Pabellón Argentino donde estuvo instalado hasta 1933, cuando fue trasladado a su actual emplazamiento.

 


 

Escultura en mármol que se encontraba en el hall de entrada del pabellón bajo la gran cúpula. Aparentemente, ya en Buenos Aires se había ubicado en los jardines dentro del complejo del pabellón frente al edificio de la cervecería.

 

 La techumbre es de cobre para las partes cubiertas de las cúpulas, de zinc para los grandes tramos y de vidrio para los cimborrios y glorietas superiores. Dibujo de Ch. Clerici para El Sud Americano del gran vitraux principal. El motivo llamado "La Republica Francesa recibiendo a la Republica Argentina en la Exposición" fue bocetado por Ch. Toche y realizado por Oudinot.

 

 

fotografía del vitreaux principal sobre la escalera. Pintado a mano sobre vidrios rectangulares a excepción de las figuras principales donde el emplomado sigue las formas del dibujo.

 

 

Interior del primer piso visto desde el frente del edificio, pueden verse las pachinas de yeso dorado (o bronce) coronando las columnas que soportan la base de la cúpula principal. Al fondo se ve el Vitreaux principal sobre la escalera. Las rejas que se ven al frente corresponden a las barandas de la abertura debajo de la cúpula que comunicaba el primer piso con la planta baja. También puede verse el motivo decorativo de los paneles de cerámica esmaltada que cubrían los esqueletos de hierro.

 

 

 

En cada una de las cuatro esquinas del Pabellón, se emplazaron grupos escultóricos de Louis Ernest Barrias, fundidos por Thiebaut, simbolizando "La navegación" y "La agricultura", temas duplicados; en el frente, además de un enorme sol dorado coronando en lo alto la fachada, el portón principal estaba engalanado por otro grupo escultórico simbolizando a "La República Argentina": obra de Jean Dominique Hugues, tenía como figura central a una joven mujer apoyada en una vaca con alegorías de la ganadería, la agricultura, la industria, el comercio e incluso el ferrocarril.

 

A ambos lados, dos mosaicos venecianos repetían algunos de estos temas. Las cuatro fachadas del Pabellón estaban también ornamentadas con grandes escudos argentinos realizados en cerámica policromada, sobre bocetos del escultor Dupuis. En el interior estaban presentes los retratos en vidrio coloreado de próceres argentinos como San Martín, Moreno, Belgrano, Rivadavia, Urquiza, Sarmiento y otras figuras representativas de la Argentina.

 

Sobre Av. San Isidro, Av. García del Río y Av. de los Incas se pueden observar esculturas que le pertenecieron. En Villa Lugano Av. Riestra y Martiniano Leguizamón se destaca el grupo escultórico y mástil La Agricultura, perteneciente al pabellón argentino de la Exposición Universal de París de 1889, obra del escultor E. Barriás (fundición Thiebaut Freres Hnos).

 

 

 

Grupo escultorico de Louis Ernest Barrias, fundidos por Thiebaut. A diferencia de otros pabellones latinoamericanos, el edificio carecía por completo de alusiones a la arquitectura española colonial y tampoco había signos de las culturas prehispánicas, como en el caso del pabellón mexicano, o a las culturas aborígenes americanas.

 

1887 - fachada Norte de casa de Gobierno-Las esculturas que se divisan son esculturas que pertenecieron a nuestro Pabellón que estaba en la Plaza San Martín.

 

 

 

Esta escultura se encuentra en Avenida de los Incas Y Zapiola.Grupo escultorico de Louis Ernest Barrias, fundidos por Thiebaut.

 

Av. San Isidro Labrador y Paroissien

 

otra en Villa Lugano -av. Riestra, casi Leguizamón-

 

 

Desde un año antes, la Comisión Directiva Argentina venía recibiendo pedidos de locales en el Pabellón: Benito Spinedi se proponía mostrar su producción de mosaicos y chapas, J.M. Scott, velas de estearina, jabón y glicerina, B. Dallavalle y Nervo "un muestrario de molduras para muebles y trabajos de carpintería de maderas del país hechos a máquina de vapor ", los Talleres de Casa Amarilla, una noria y "una caja de fierro", Honorio Carreras, "un aparato Relee-Telefónico de su invención", Jacobo Peuser, libros en blanco, encuadernados, de su producción.
Acompañaban la muestra álbumes de fotos de la ciudad de Buenos Aires , de las Provincias, de las fábricas, estancias y edificios públicos, como los de Witcomb, publicaciones como la "Historia General de la Colonización de la República Argentina" de Alejo Peyret y mucha otra documentación.

 

La obra que fue dirigida por el ingeniero holandés Juan Waldorp y  se completó en 1893. Allí se mantuvo hasta el año 1934. Era un artefacto de gran tamaño, de vidrio y metal, profusamente ornamentado cuyas diferentes partes han sido atornilladas ahora, para ser clavadas unas a otras invariablemente más tarde. Esta armadura de hierro, provista de adornos de fundición y de molduras donde quiera que la necesidad de colocar esculturas o de disponer partes salientes se ha dejado sentir, descansa sobre cimientos de piedra y sótanos enlazados entre sí por medio de arcos de ladrillo.

 

 Vista del interior de Pabellón, planta baja, a la izquierda se puede ver la entrada principal. Ya convertido en Museo de Bellas Artes, en la planta baja funcionaba el museo de copias, pueden verse los calcos de la Piedad, el Moisés y diversas esculturas clásicas. HOY se encuentran en el museo de la Carcova en Bs As (El Museo de Calcos y Escultura). Alli se encuentra el David de Miguel Ángel, copiado del original, una de las 5 que hay en el mundo, de esa época. Se ve que luego del desmantelamiento del pabellón fueron a parar a ese lugar. Nótese la falta de iluminación en el hall central ya que la cúpula había sido modificada y ya no seria enteramente de vidrio, sino de cobre y con lumbreras como las cuatro mas pequeñas.

 

El Museo de Calcos y Escultura Comparada Ernesto de la Cárcova, España 1701, expone obras de importancia mundial, llegadas al país entre 1923 y 1930. Se destacan “David”, “La Piedad”, “Moisés”, todas de Miguel Ángel; la “Venus de Milo”, una cabeza de la reina egipcia Nefertiti y la “Victoria” de Samotracia.

 

Interior de Pabellón Argentino ya armado en Buenos Aires y convertido en sede del Museo De Bellas artes. Primer piso. A la derecha superior de la foto puede verse la luz que entra por la claraboya. Nótese como los vitreaux decorativos de la pared del fondo (lateral del edificio), han sido tapiados para poder colgar cuadros y ganar espacio de exposición. También se levantaron paredes divisorias entre columnas para tener mas espacio.

 

Detalle del interior de la base de la cúpula central donde pueden verse los retratos pintados en vidrio de próceres argentinos.

 

 

 

 

El Pabellón Argentino fue demolido para posibilitar la ampliación de la Plaza San Martín y crear un gran espacio verde. El edificio tenía dos plantas y los interiores también estaban profusamente ornamentados y tenían un gran colorido y luminosidad. Un gran vitral realizado por E. Oudinot sobre bocetos de Charles Toché representaba a "La República Francesa recibiendo a la República Argentina en la Exposición"; entre las muchas figuras de fantasía no faltaron las que tomaban como modelos artísticos a dos personas que habían posado para favorecer la inspiración del autor: nada menos que el propio Dr. Carlos Pellegrini y el arquitecto Albert Ballú.

 

 1934 - Todo ha cambiado. Se amplió la Plaza y desapareció el Pabellón. El edificio Kavanagh fue inaugurado el 3 de enero de 1936, obra de los arquitectos Sánchez, Lagos y De la Fuente.

 

 

El Pabellón perdido


En 1932 comenzaron los trabajos de ensanche de la Plaza San Martín, demoliéndose las fincas ubicadas sobre la barranca, entre la calle Arenales y la Avenida del Libertador. En el transcurso de las obras, en 1934, el Pabellón fue desarmado nuevamente y los grupos escultóricos que lo integraban fueron dispersados por la ciudad. Por entonces, en pleno fervor modernizador, la demolición del Pabellón fue vendida en remate y por muchos años se perdió el rastro de la gran estructura metálica.


En 1964 el arquitecto Mario J. Buschiazzo publicó un artículo de carácter histórico acerca del Pabellón y en 1988 Bonifacio del Carril volvió sobre el tema. No obstante, las investigaciones más profundas fueron realizadas por Olga Vitali, quién, finalmente en 1998 pudo ubicar en un terreno del barrio e Mataderos un tramo de la estructura original, convertido en galpón de una herrería. Al final este prestigioso edificio, símbolo de un momento del país y del mundo como tantos otros, desapareció en forma silenciosa.

 

 


IMPORTANTE

Que sucedió en el país en 1890 ?

 

  En 1890, la reducción de los ingresos fiscales, el incremento de los gastos y las crecientes obligaciones de la deuda externa generaron un crack que sumió a la estructura económica del país en un caos. Se cerraron y liquidaron numerosos bancos, incluyendo el Nacional y el de la Provincia de Buenos Aires, quebraron las casas comerciales y se paralizaron las obras públicas. El desempleo arreció, cayeron los saldos migratorios y se incrementaron los conflictos laborales. El gobierno tambaleó: Juárez Celman debió renunciar y asumió la presidencia Carlos Pellegrini.

 

 La Plaza Colón de Córdoba esta concebida como jardín botánico y está ornamentada con estatuas y columnas que integraron el Pabellón Argentino en la Feria Internacional de París de 1889. Gran fuente de fundición.
 

   Entre 1910 y 1931 el edificio del Pabellón Argentino fue sede del Museo Nacional de Bellas Artes. Hacia 1923, el Dr. Cupertino del Campo, que fue uno de los más meritorios directores de ese museo, inició una brega -que nunca logró éxito- para construir un nuevo edificio para la institución, frente a la Plaza San Martín. A tal efecto, realizaron croquis los arquitectos Martín Noel, primero, y Herrera Mac Lean y Quartini Herrera más tarde. Mucho tiempo antes, el arquitecto Julio Dormal había preparado también un proyecto de edificio monumental para el museo.

 

Recién en 1880 la industria molinera comienza a distinguirse por la calidad de harina exportada. Asi que en la exposición de Paris del año 1889 se adjudicó a un molino de la capital el gran premio y a otros de la provincia de Buenos Aires medallas de oro y plata. En 1896 se adquiere el desarrollo la agricultura. Gracias al ferrocarril el progreso de la industria fue firme y acelerado.
En 1885 en el país había 659 molinos, pero con el tiempo se redujo.



Algunas fotos fueron extraídas del trabajo de Olga Vitali "El hallazgo del Pabellón Argentino 1889" en 1998. Otras de las fotos y descripciones provienen del Facebook: Pabellón Argentino Alberto Ballu-

https://www.facebook.com/pabellonargentino1889.

 

 
           

 

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