MUELLE

 

DE

 

PASAJEROS

 

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

 

MUELLE DE PASAJEROS

 

 

Hasta 1889 estuvo el muelle de pasajeros adentrado en el rio 200 mts. para que puedan acercarse los barcos de gran calado.

 

 En 1854 se dispuso la construcción de un muelle frente a la capitanía del puerto en la actual Leandro Alem, en el bajo de La Merced entre las calles Juan Domingo Perón y Sarmiento. Las obras las realiza el ingeniero E.Taylor. El muelle era de madera y estaba sostenido por pilotes de madera dura. Tenia una extensión de 210 metros. Se habían colocado vías angostas que por medio de vagonetas se trasladaban los equipajes. Estaba ubicado próximo a la calle Pte Perón (ex Cangallo). En 1855 se construyeron 2 muelles, el de la aduana nueva y este de pasajeros que se ve en las imágenes. Se puso fin a la forma primitiva de desembarco de pasajeros que hasta entonces operaba con pesados carros que conducían a los viajantes desde las embarcaciones hasta la costa. La empresa Las Catalinas construyó otro muelle similar mas chico, a la altura de la calle Paraguay, que comunicaba con dos líneas férreas para su uso particular. O sea que hubo tres muelles.

 

 

   

 

 

 

Antes de la década de los setenta del siglo XIX no había en Buenos Aires instalaciones para los trasatlánticos de la época. La ciudad colonial carecía de condiciones portuarias adecuadas para los barcos de Ultramar. Los grandes barcos comerciales tenían que anclarse en el océano.

 

Como se desembarcaba?

 

Cuando se llegaba de Europa el vapor fondeaba en la rada exterior, en la gran rada, como se le llamaba. Allí, al abandonar el trasatlántico, el pasajero se transbordaba a un vaporcito, que después de largo, penoso y no pocas veces accidentado viaje, lo dejaba en las escaleras del muelle de pasajeros, y esto cuando el estado del río lo permitía.

 

Imagen de 1864-Uno de los empresarios lancheros mas importantes Vicente Casares, eleva al gobierno una propuesta para profundizar el canal de entrada y hacer muelles sobre la ribera del RIACHUELO pero las propuestas no fueron tomadas en cuenta hasta que en 1852 caída la tiranía, después de la batalla de Caseros se comienza a notar un movimiento comercial importante. En 1854 se separa Buenos Aires del resto de la confederación y es electo don Pastor Obligado como primer gobernador constitucional de Buenos Aires. Alli se construye un nuevo edificio para la Aduana y un muelle para el embarque y desembarque de pasajeros.

 

Muelle de Pasajeros (1867). El muelle del fondo era el de la Aduana Taylor, inaugurada en 1859, cuyo edificio principal era circular. En la entrada del muelle de pasajeros se habían colocado 2 kioscos prefabricados bastante pintorescos proyectados por Prilidiano Pueyrredón de forma octogonal. En uno se revisaban los equipajes y en otro estaban los marineros encargados del muelle. *FOTO año 1880*

 

 

Muelle zona Puerto Madero 1988. Nuestro río está sujeto a variaciones remarcables. Bajantes han habido en que personas a caballo y aun a pie, han penetrado por la arena o playa hasta más de una legua. Otras veces las crecientes han sido alarmantes y aun destructoras.

 

 

haga click en la imagen para ampliar

 (fotos panorámicas).

 

 

Desde el antiguo muelle de pasajeros, mirando hacia el Paseo de Julio,

 al fondo la Comandancia de Marina.

 

A la izquierda se ve la antigua estación central de ferrocarril (que se incendió en Febrero de 1897), el largo muelle de pasajeros y en el ángulo inferior derecho los veleros de cabotaje y las carretas usadas para la descarga de las naves.

 

 

Personas que han ido a Europa nos aseguran que lo más penoso del viaje era llegar del muelle o aun del Riachuelo hacia el vapor. En la Ensenada, conducidos desde la ciudad por el tren, inmediatamente estarían a bordo, o bien con un muelle en Quilmes, como ya lo propuso una empresa particular, sólo habría que andar por el río 3 o 4 millas en vez de 16 o 18 como actualmente sucede, haciéndose el resto del viaje por el tren. Recordaremos que ya en aquellos años el ingeniero hidráulico señor Bevans, propuso la realización de una Aduana y muelles.

 

Algunos veleros en el primer muelle de Buenos Aires.

 

 

El muelle se situaba a la altura de la calle Cangallo.

Se observa el Paseo de Julio claramente y el rio llegando hasta el borde del paseo.

 

Cercano a su ingreso se colocaron sobre su ingreso 4 de las 16 esculturas del Banco Provincia. A fines del siglo XIX el muelle fue demolido por la construcción de Puerto Madero, y las esculturas fueron trasladadas al Asilo de Mendigos, hoy centro cultural Recoleta.

 

 

Las mercaderías traídas de Europa eran desembarcadas en lanchones del muelle exterior y traídas a los costados del muelle de la aduana situado a 600 mts del muelle de pasajeros.

 

 

 

 

El muelle de la izquierda era el de la Aduana Taylor, y el de la derecha el muelle de pasajeros eran los únicos dos muelles que contaba la ciudad. Dos años después de haberse inaugurado el muelle de pasajeros en 1856, en la Legislatura de la Pcia. de Buenos Aires fue presentado un proyecto de Ley para que la Pcia. contratara un ingeniero hidráulico especializado para la construcción de un puerto en Buenos Aires. Se sanciona la Ley y se contrata al Ing. Juan Coghlan para ese objetivo. En 1858 llega Coghlan al país y en 1859 presenta un proyecto de un puerto de abrigo que comprendía dos dársenas separadas de la costa en el Bajo de la Residencia, con comunicación con el Riachuelo. Tampoco prospera este proyecto por problemas políticos dado el conflicto entre Buenos Aires y la Confederación.


 

 

Muelle llamado "De las Catalinas"

 

En 1872 se construye un tercer muelle llamado "de las Catalinas" a la altura de la calle Paraguay, pero ninguno de los tres espigones representaban un puerto. Fue entonces cuando comenzaron a realizar las primeras obras portuarias en el Riachuelo, proyectadas por el Ing Luis Huergo y luego con la aprobación definitiva del proyecto del Ing. Eduardo Madero.

 

El muelle de “Las Catalinas”, llamado así porque se hallaba al frente de la Iglesia y Convento de Santa Catalina de Siena se internaba 500 metros en el río y una línea ferroviaria circulaba por él, para la carga y descarga directas, rumbo a los depósitos que se hallaban en la costa. Ese fue uno de los muelles que sirvió de desembarcadero a los buques de inmigrantes durante las dos décadas inmediatamente anteriores a la construcción del “Puerto Madero”.  

 En 1867 se le otorgó un permiso por la Aduana, a la Empresa Depósitos y Muelle de las Catalinas, a nombre de Francisco Seeber, para ser habilitado como depósito particular, conocido entonces como Barraca Fragueiro y recién en 1872 tuvo la concesión para construir ese muelle y depósitos particulares de la aduana, lastima que fue destruido todo por un incendio que duro varios días.
La empresa debía construir toda la infraestructura, de acuerdo al plano presentado por el ingeniero Guillermo Moore, teniendo comunicación por medio de un tramway y un ramal ferroviario, dejando completamente expedido por debajo, el tránsito de los carros del tráfico que entren al río.
Para rellenar esa zona del Bajo, la empresa compró una enorme superficie de terrenos altos, en el actual Barrio de Villa Urquiza, desde donde extraen la tierra llevándola en carros hasta la costa para relleno de la misma. Estas tierras se fraccionaron y vendieron formando el barrio Las Catalinas, que años más tarde lo cambia a pedido de los vecinos con la denominación de Villa Urquiza, en 1901.


Hacia 1880 el Puerto de Buenos Aires contaba con tres espigones: uno de aduana para carga y descarga de mercaderías; el segundo en el Bajo de La Merced destinado al embarque y desembarque de pasajeros y el tercero, de Las Catalinas, también para pasajeros, desembarcándolos desde lanchones a carretas tiradas por caballos que operaban alrededor del viejo Hotel de Inmigrantes. En rigor de verdad, más que de muelles se trataba de escolleras que sólo brindaban comodidad a barcos pequeños o medianos, en tanto que los de gran calado debían anclar a buena distancia de la costa.

El Muelle estaba construido de madera de quebracho negro, pino de tea y rieles Barlow, estando conectadas las vías con todos los ferrocarriles existentes. Cuatro lámparas sistema Brusch de 1200 bujías cada una, se encontraban instaladas en el extremo este del Muelle, las cuales iluminaban con toda claridad un radio mayor de cien metros las operaciones que se efectuaban por la noche, ya sirga o descarga de embarcaciones.
En este Muelle funcionaban dos locomotoras a vapor, ocho pescantes de idéntica acción y uno accionado a mano. Un ramal del tranvía de la Ciudad de Buenos Aires, llegaba hasta el borde del Muelle y se encontraba ligado con otras líneas de la misma empresa, para que prestara sus servicios al público que concurría al mismo, desde 11 de Septiembre, Cinco Esquinas y Plaza Constitución.

 

 Depósito de Las Catalinas frente a Retiro- 

El Nuevo Parque Japonés (Retiro) se inauguró en 1939 en el predio de los antiguos depósitos ferroviarios de Catalinas. Ya que en la esquina de las calles Viamonte y San Martín se encontraba la Iglesia de Santa Catalina, la zona era conocida como la bajada de las Catalinas, y de allí derivó el nombre de la empresa y posteriormente, del depósito portuario y muelle. Con la construcción del Puerto Madero en la última década del siglo XIX, el muelle de las Catalinas fue desmontado. Pero la Catalinas Warehouses adquirió terrenos en el barrio de La Boca por su cercanía a la Dársena Sud de acceso al nuevo puerto, y por ello se denominó Catalinas Norte a la sección original, y Catalinas Sud a las tierras recién adquiridas.

 

Vista de los depósitos de las Catalinas, en el barrio de Retiro, ciudad de Buenos Aires. Se ven unas carretas.

 

 

construcción de puerto madero 1884.

 Desaparece la vieja aduana y el muelle de pasajeros.

 

 

 

 

 En 1872 Francisco Seeber creo una sociedad anónima llamada The Catalinas Warehouses and Mole Company Ltd., o Sociedad Anónima Depósitos y Muelles de las Catalinas, con el propósito de emplazar un muelle (a la altura de la calle Paraguay) y una aduana. Para ello adquirió los entonces ribereños terrenos que se encontraban al este del Paseo de Julio (hoy Avenida Leandro N. Alem).

 

Con la compra de más terrenos en el actual barrio de La Boca, se denominó Catalinas Norte a la sección original, y Catalinas Sud a las recién adquiridas. Con la construcción del Puerto Madero en la última década del siglo XIX, el muelle de las Catalinas fue desmontado.

 

Hacia 1945, con la decadencia final de la zona portuaria, la Catalinas Warehouses vendió sus dos propiedades y fueron demolidos los galpones de Catalinas Norte y Sur, quedando sendos terrenos baldíos. Dos parcelas en las calles Viamonte y Bouchard fueron adquiridas por YATAHÍ S.A. el 31 de octubre de ese año, y en 1949 una fracción fue a su vez revendida a la ATLAS S.A., que construiría en ella el edificio luego conocido como ALAS del lado oeste, y el edificio de la editorial ALEA del lado este (hoy Edificio Microsoft). Sin embargo, el grueso de los terrenos al norte del Edificio Alas continuaron como baldíos durante décadas. Al total de 39.110 m2 que pertenecían a los Depósitos y Muelles de las Catalinas, se sumaban 24.200 m2 propiedad de Otto Bemberg y Compañía, donde durante años funcionó el Parque Retiro. El resto quedó completamente abandonado.

 

En 1956, ante la preocupación por el no aprovechamiento de una zona tan cercana al centro financiero y administrativo de la ciudad, la Dirección de Urbanismo de la Ciudad de Buenos Aires desarrolló un plan de aprovechamiento para expansión del núcleo urbano mediante la construcción de una autopista que sirviera para unir la localidad de Tigre con la ciudad de La Plata y el emplazamiento de torres de hasta 70 pisos, transformando a Catalinas Norte en la "puerta de acceso" a Buenos Aires. En 1958 la Oficina del Plan Regulador para la Ciudad de Buenos Aires (OPRBA) propuso en su plan maestro la creación de un polo que evitara la construcción de torres en el centro de Buenos Aires, destinando a ellas los terrenos de Catalinas. El intendente Hernán Giralt elevó al Concejo Deliberante el proyecto para el emplazamiento de "una zona de hoteles, un centro de oficinas y comercio, una sede para las compañías de navegación y aeronavegación, un centro de esparcimiento y una zona amplia de estacionamiento". El 3 de febrero de 1960 el Congreso de la Nación autorizó a la Municipalidad a comprar los terrenos de Catalinas Norte. En 1961 se creó la Comisión de Catalinas Norte, pero debido a las posteriores crisis políticas y económicas, el proyecto se estancó y jamás pudo concretarse.

 

En 1966, con el golpe de estado que derrocó a Arturo Illia y el establecimiento de un gobierno militar de facto, se disolvió la OPRBA y se encomendó a la Dirección de Arquitectura y Urbanismo de la Municipalidad el diseño de un nuevo plan más simple, quedando limitado el uso para torres de oficinas. Una ordenanza municipal de 1967 subdividió el terreno respetando mayoritariamente el proyecto de 1958[1] y las parcelas se vendieron a Aerolíneas Argentinas, CONURBAN S.A.,IBM, Impresit Sideco, Kokourek S.A., SEGBA, Sheraton y la Unión Industrial Argentina (UIA). La MCBA conservó cuatro terrenos, destinó tres a estacionamientos abiertos, y abrió dos pasajes que se llamaron Carlos Della Paolera e Ingeniero Butty. El 26 de junio de 1969, el intendente municipal inauguraba las obras del primer edificio del complejo, destinado al Sheraton Buenos Aires Hotel. Ese mismo año comenzaron los trabajos para la primera torre de oficinas, la Conurban. Hacia 1970 se inició la construcción de la Torre Carlos Pellegrini de la UIA, y en 1972 se inauguró el Sheraton Buenos Aires Hotel, mientras comenzaban las obras de la Torre Catalinas Norte.

 

 

 

 

       
           


 

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