El amor libre y el matrimonio abierto fueron desarrollados en el siglo 20 junto con la poligamia progresiva vía repetidos matrimonios y divorcios el disfrute sexual fue aceptado como un derecho humano.  Estas son solo algunas de las historias con matices diferentes ... Fueron hombres de su tiempo, con todos los defectos y las virtudes de su época.

 

 

HISTORIAS DE AMOR

 

 

       

 

 

 

Juan Manuel de Rosas

y Eugenia Castro : la compañera secreta

 

 




Ella era apenas una adolescente
treinta años menor que él, frágil y bella, que cuidó a Encarnación Ezcurra, la mujer del Restaurador, hasta que murió. Con los años, junto a su “fiel servidora”, Rosas mantuvo una relación afectuosa pero algo distante, que fue un secreto a voces. Fue una relación amorosa asimétrica.

 

 

Eugenia tenía 14 o 15 años y era huérfana de padre y madre cuando empezaron sus amores con Rosas. Morocha, bonita, grácil, con cierto aire de abandono y la timidez de quien no se siente dueño de nada y vive temeroso de incomodar.  Juan Manuel Rosas, rubio y apuesto, de noble linaje, 45 años, viudo y con dos hijos mayores, Juan y Manuela, ejercía el cargo de gobernador de la provincia de Buenos Aires y era, virtualmente, el dictador de la Confederación Argentina.

 

¿Qué podían tener en común la joven huérfana y este hombre poderoso?

Al principio Eugenia cuido de la esposa de Rosas ya moribunda

 

El padre de Eugenia, el coronel Juan Gregorio Castro, un militar como tantos, había dejado a sus hijos encomendados al gobernador. Así, como tutor y pupila, se conocieron al principio Rosas y Eugenia. La huérfana, como se acostumbraba entonces, fue colocada por su tutor en lo de una familia conocida, donde hasta los sirvientes la maltrataban. La niña se quejó y Rosas optó por llevarla a su casa, para que cuidara a su esposa, Encarnación Ezcurra, en su última enfermedad. Ella se desempeñó con ternura y eficacia, y la moribunda se lo agradeció. Eugenia pensaba quizá que en ese gran caserón de la calle del Restaurador su presencia pasaría inadvertida. No fue así. Su incipiente belleza sedujo a uno de los miembros de ese numeroso clan (tíos, primos, sirvientes, antiguos esclavos y agregados).

 

Eugenia dio a luz varias veces...

 

 Eugenia dio a luz una hija, bautizada Mercedes, cuya paternidad se atribuyó a un sobrino de la difunta señora. Después, en la medida en que nacían otros hijos, Ángela (1840), Ermilio (1842), Nicanora (1844), y más tarde Joaquín y Justina, para los habitantes de esa casa no hubo misterio: Rosas había convertido en su amante a esa niña, apenas una adolescente.
Ese amor, que duró desde 1839 hasta la batalla de Caseros en 1852, se mantuvo oculto. Fue un secreto entre muchos, es decir, conocido por la familia, los servidores y el círculo íntimo del gobernador. 

 

 

 

Amores de

Juan Manuel Belgrano

 

Comenzó su carrera militar peleando contra los ingleses. Murió pobre y abandonado. Fue un hombre galante a quien gustaban apasionadamente las mujeres. Una historia pésimamente documentada difundió comentarios que rozaron su imagen de varón, fundamentados en un episodio que se registró en campaña en el cual la proverbial discreción del prócer se interpretó arteramente.

 

 

 

 

 

Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano estuvo muy relacionado con la alta sociedad y así conoció a María Josefa Ezcurra, hermana de la famosa Encarnación Ezcurra de Rosas, esposa de Juan Manuel de Rosas. De esta relación nació un hijo que luego adoptó Rosas. Pedro Pablo nació en Santa Fe y recién a los 18 años se enteró de su verdadera filiación.

 

 La relación amorosa se inició tras una tertulia. María Josefa se había casado muy joven con un primo, Juan Ezcurra, y luego de nueve años de matrimonio, se separaron. Belgrano, debido a su rango, puedo haber elegido esposa en los lugares más destacados, Buenos Aires, Córdoba, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, de donde provenía su familia materna. Belgrano era delgado, de cutis blanco, pelo rubio y ojos azules. Era buen mozo, abogado, culto, había ocupado altos cargos, y estaba relacionado con todas las familias de la sociedad porteña. Sin embargo, nunca se casó.


Manuel Belgrano tubo muchas relaciones de alta sociedad, como lo fue María Josefa Ezcurra (1785-1856) hermana de la famosa Encarnación Ezcurra de Rosas, esposa de Juan Manuel de Rosas. De esta relación tubo un hijo ilegitimo, que fue adoptado y criado por Rosas, que se llam
ó Pedro.

 

Luego había tenido por amante a la francesa Isabel Pichegru.

 

Aquella mujer  que escandalizaba a sus contemporáneos con sus modales y esas osadías inexplicables de los vestidos cortos y ajustadísimos; que no le había resultado una relación sin importancia, porque para cuando conoce a Dolores, aún tenía el espíritu comprometido por aquellos tormentosos amores. No estaba en el destino de Belgrano lograr un amor en el que reposar sus muchos pesares.


 Su más grande amor fue una niña de 15 años que conoció en Tucumán. Se llamaba María Dolores Helguera y quiso casarse, pero en enero de 1818 recibió la orden de marchar hacia Santa Fe. Pero Dolores estaba embarazada y sus padres la obligaron a casarse con
un tal Rivas. El 4 de mayo de 1819 nació la hija de la pareja, Manuela Mónica del Corazón de Jesús Belgrano. Los enamorados volvieron a encontrarse pero no pudieron casarse porque el divorcio no era legal.

 

Pasaron los años, y a mediados de 1816, Belgrano estaba nuevamente al mando del Ejercito del Norte. Vivía en La Ciudadela, próxima a la ciudad de Tucumán. Dolores ya tenia 19 años, y era una hermosa tucumana de buena familia. El general, que tenia 46 años, se enamoró de ella, y fue correspondido en su amor. A lo largo de dos años no dejaron de verse, y fueron el comentario social. Como dice Fray Jacinto Carrasco: "Su conducta fue siempre clara y recta". Por eso, cuando vio que nacía en su corazón ese amor por la joven tucumana, y su conciencia no le permitía llegar a ella sino por el matrimonio, resolvió casarse con Dolores; y se hubiera casado, si la fatalidad no se hubiera interpuesto en el camino". En efecto, Belgrano recibió ordenes del gobierno de marchar rumbo al sur, finalizando 1818. Pasaron los meses, y una tarde, estando acampado en Pilar, llegó un criado de los Helguero, Sanchu, trayendo una carta de Dolores; en ella le decía que hacia dos meses (el 4 de mayo de 1819), había nacido Manuela Mónica del Sagrado Corazón, agregando que por orden de sus padres, había tenido que casarse con un catamarqueño de apellido Rivas.

 Cuando Rondeau le autorizó dejar su cargo para poder atender su salud, que empeoraba cada día, partió rumbo a Tucumán, adonde llego en noviembre de 1819. Dolores, apenas enterada de la llegada del general, corrió a su lado, y junto a su hijita, se hizo más llevadero el sufrimiento por el que pasaba Belgrano. El marido de Dolores estaba desde tiempo atrás en Bolivia, y Belgrano mandaba continuamente a averiguar si todavía vivía, porque de lo contrario, él quería cumplir su promesa de casamiento con Dolores. Debido a su enfermedad, partió a Buenos Aires en un viaje sin retorno. Dolores tenia entonces 23 años y su hija Manuela cumpliría un año.

 

HECHOS CURIOSOS

 

María Josefa Ezcurra, cuando la abandonó su marido, podía vivir con él, en libertad, el viejo amor que los unía. Permanecieron juntos en la Campaña del Norte, hasta que embarazada, regresó para tener a su hijo, el que por convenciones sociales, no fue un Belgrano, sino un Rosas, cuando Juan Manuel y Encarnación Ezcurra lo hicieron pasar por hijo propio.

 

  Del romance con María de los Dolores Helguero nació Manuela Mónica del Corazón de Jesús Belgrano, a la que el patriota le dedicó el más tierno amor y no olvidó a “su palomita”, como él la llamaba, ni en el lecho de muerte. En su testamento, redactado en mayo 1820, encomienda su crianza a su hermana Juana, e instrucción y dirección espiritual a su hermano sacerdote.

 

Manuela Mónica tenía apenas un año, antes de partir definitivamente de Tucumán a Buenos Aires, Belgrano pidió verla por última vez, y quizás ese recuerdo haya sido una luz en su agonía. De acuerdo a los deseos de su padre Manuela fue llevada a Buenos Aires y vivió junto a sus tíos Juana y Domingo Belgrano. Juan Bautista Alberdi se enamoró perdidamente de ella, pero el romance no prosperó.
 

El 20 de junio de 1820 muere derrumbado por la sífilis y la hidropesía, pobre y abandonado por su patria. Fue el primer sifilítico que atendieron médicos españoles y criollos. Solo un periódico de Buenos Aires, El Despertador Filantrópico, sacó un artículo sobre la muerte del prócer, y muy escuetamente. Para colmo de males, 83 años después, cuando su cadáver es exhumado para ser trasladado al mausoleo en el que se encuentra hoy, los Ministros Joaquín V. González y el coronel Riccieri se robaron sus dientes. Uno de los únicos restos del prócer que no se habían transformado en polvo. Luego de las quejas de un periodista del diario La Prensa tuvieron que devolver los dientes del pobre y vapuleado Belgrano.

 

  Juan José Castelli, nació en 1764 en Buenos Aires, hijo de un veneciano nacido en Nici, en el Peloponeso. Por su madre era primo segundo de Manuel Belgrano, hijo de genovés. También por su madre, descendía de la gran familia de los Casco de Mendoza, descendientes por línea materna de Domingo Martínez de Irala. Fue relator de la Real Audiencia de Buenos Aires. En 1810 formó parte de la Primera Junta de Gobierno como secretario. Fue enviado por la Junta como representante en el ejército libertador del norte que comandaba González Balcarce. Falleció en octubre de 1812 mientras era sometido a un proceso en el que se juzgaban los resultados de esta campaña militar.

Pedro Castelli, nacido en 1796, era hijo de Juan José. Fue miembro del Regimiento de Granaderos a Caballo, organizado y comandado por el coronel José de San Martín. Con los granaderos tomó parte en el glorioso combate de San Lorenzo. Luego pasó a las órdenes del General Rondeau, tomando parte del sitio de Montevideo. En 1839 se plegó a la revolución contra el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, donde encontró su muerte.

 

 

 

 

 

Amores de

 Sarmiento

 

 

 

 

 Sarmiento había tenido una vida amorosa turbulenta.

 

Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en el Carrascal, uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan. Era hijo de José Clemente Quiroga Sarmiento y Ana Paula Albarracín. Los primeros maestros de Domingo fueron su padre y su tío José Eufrasio Quiroga Sarmiento, quienes le enseñaron a leer a los cuatro años. Cuando terminó la primaria, su madre, Doña Paula Albarracín, quiso que estudiara para sacerdote en Córdoba, pero Domingo se negó y tramitó una beca para estudiar en Buenos Aires. No la consiguió y tuvo que quedarse en San Juan donde fue testigo de las guerras civiles que asolaban la provincia. Su nombre completo era Faustino Valentín Quiroga Sarmiento, pero familiarmente era llamado "Domingo", ya que ese fue el nombre que quiso ponerle su madre y no pudo. La historia hizo que perdurara el "Domingo" hasta nuestros días.

 

 Cuando residió en Chile había seducido a una de sus alumnas y tuvo con ella una hija ilegitima.

 

En 1831 se vio obligado a emigrar hacia Chile, donde realizó distintas actividades para subsistir. Durante este tiempo trabajaba como profesor en una escuela con muy pocos alumnos de la provincia de Los Andes, donde tuvo con una alumna - María Jesús del Canto, con quien nunca se casó - a su única hija Facunda (Ana Faustina) quien fue criada por los padres de Sarmiento y sus 4 hermanas. Ana Faustina  se casó con Julio Belín y tuvo un hijo, Augusto Belín Sarmiento. Ella lo acompañó en sus últimos días.
 

 

Ana Faustina

 

 

 

La sobrina de Fray Justo Santa Maria de Oro lo enamoró

 

Elena Rodríguez de Oro fue otra joven que había sido su alumna y Sarmiento pidió su mano a su madre doña Transito Oro a través de una carta pero el pedido amoroso fue rechazado por la madre y también por la hija.

 

 

 Se casó con Benita Martínez Pastoriza, viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo

 

 Una vez finalizado su viaje por el mundo, en 1848 se casó con Benita Martínez Pastoriza, viuda de su amigo Domingo Castro y Calvo, y adoptó al hijo de estos, Domingo Fidel ("Dominguito"); y se instaló en el barrio Yungay de la ciudad de Santiago.  Fue una larga relacion pero gran parte de la historia se manifestaron los celos de ella.  El se sintió asfixiado por su mujer como se revela en sus escritos.

 

 Benita Martínez Pastoriza

 

Otra de las amantes de Sarmiento, fue Juana Manso, docente que introdujo la educación mixta en la Argentina.

 

Juana Manso fue la mujer que más luchó en la Argentina del siglo XIX, para promover la educación popular. Es considerada por muchos la primera militante feminista argentina.En 1841 en dos habitaciones de su casa Juana Manso funda el Ateneo de las Señoritas en Montevideo allí enseñaba a las jóvenes y señoras del Uruguay en aritmética, lectura, labores, el cuidado de los modales de las damas, lecciones de moral, gramática, francés, piano, canto y dibujo. De todos los rincones llegaban a estudiar allí. Con Sarmiento como presidente, fundó 34 escuelas con bibliotecas públicas. Junto a esto introdujo el inglés, las planillas por asistencia, la realización de concursos para los puestos directivos, promovió un proyecto de profesionalización docente en la legislatura de Buenos Aires. Distribuyó Los Anales, fue la primera mujer vocal del Departamento de Escuelas en 1869. En 1871, fue incorporada por Nicolás Avellaneda en la Comisión Nacional de Escuelas, siendo la primera mujer que ocupó ese cargo.

 

Cuando estuvo en Estados Unidos también tuvo una relacion con su maestra de Ingles

 

Allí, como embajador, conoce a una profesora de inglés, Ida Wickersham, casada con un médico. Ella era puritana y 25 años menor que el.  Este fogoso romance duró bastante tiempo en que ella le era infiel a su marido en su propia casa.  Una vez divorciada siguió contactada por carta y le pide a Sarmiento, ya como presidente de la República Argentina, que la traiga con el grupo de maestras norteamericanas. Pero Sarmiento llevaba en su corazón el amor de Aurelia.

 

 

Aurelia Vélez Sarsfield, la mujer que amó  a  Sarmiento a pesar que el tuvo muchísimas relaciones posteriores a cuando se conocieron pero el volvía a ella...

 

El libro de su vida sentimental incluye un capítulo apasionante. Cuando en 1855 Sarmiento vuelve nuevamente a su patria, nace un nuevo amor, Aurelia Vélez Sárfield, a quien conoció en Montevideo en 1840, cuando ella era una niña de 9 años, pero ahora descubrió a una mujer bella, inteligente, escritora. También política, tal vez la mujer ideal, sin contar que él todavía estaba casado.

 

 

Hija menor de Dalmacio Vélez Sarsfield Y Daniela  Velásquez Piñeiro , el padre uno de los más grandes opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas. Aurelia nació en 1836, y se educó en el seno de una familia aristocrática y  en 1853 se casó con su primo hermano a los 17 años, el doctor Pedro Ortiz Vélez, de quien se separó a los ocho meses acusada de adulterio ya que su cónyuge la encontró abrazada a otro hombre. Después de esos hechos vergonzosos  en 1860, Aurelia inició una relación sentimental con Domingo Faustino Sarmiento que conocía desde los nueve años y era un hombre 25 años mayor que ella. Esta relacion se mantuvo clandestina por 5 años y también se  prolongó a lo largo de toda sus vidas, pero desató un escándalo cuando la esposa de este prócer, Benita descubrió la situación y lo atormentaba con los celos. En cambio Aurelia siempre le fue fiel a Sarmiento. Jamás vivieron juntos a pesar que Sarmiento ya no convivía con Benita. Aurelia era una mujer muy culta cuando la mayoría de las mujeres eran analfabetas en un mundo donde la mujer había quedado relegada a las tareas domesticas dentro del matrimonio.  El llegó a la presidencia y Aurelia partió hacia Europa para acallar el escándalo . En 1888, a los 77 años, decidió mudarse a Paraguay. Desde allí le escribe a su amada, Aurelia :  Venga y juntemos nuestros desencantos para ver sonreír la vida". Aurelia viajó al Paraguay, y lo acompañó durante esos meses, pero tuvo que viajar a Buenos Aires a principios de Septiembre. Sarmiento murió el día 11 de ese mes de 1888. De acuerdo a su voluntad, su cuerpo fue cubierto con las banderas de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, y trasladado a Buenos Aires. Aurelia viaja al Paraguay pero no llega a verlo con vida. Si estuvo uno de sus grandes afectos, su única hija, Facunda (Ana Faustina) y sus nietos.
 

 

 

Aurelia Vélez Sarsfield

 

HECHOS CURIOSOS

 

  La relación con Aurelia perduró hasta la muerte de Sarmiento, en 1888. Aurelia veinticinco años menor que el falleció en 1924 a los 88 años dejando en su testamento las atesoradas cartas de Sarmiento.

 

  Sarmiento había aprendido en los EE.UU. la importancia de las comunicaciones en un país extenso como el nuestro. Durante su gobierno se tendieron 5.000 kilómetros de cables telegráficos y en 1874, poco antes de dejar la presidencia pudo inaugurar la primera línea telegráfica con Europa. Modernizó el correo y se preocupó particularmente por la extensión de las líneas férreas. Pensaba que, como en los EE.UU., el tren debía ser el principal impulsor del mercado interno, uniendo a las distintas regiones entre sí y fomentando el comercio nacional. Pero éstos no eran los planes de las compañías británicas inglesas, cuyo único interés era traer los productos del interior al puerto de Buenos Aires para poder exportarlos a Londres. En lugar de un modelo ferroviario en forma de telaraña, o sea interconectado, se construyó uno en forma de abanico, sin conexiones entre las regiones y dirigido al puerto. Este es un claro ejemplo de las limitaciones que tenían los gobernantes argentinos frente a las imposiciones del capital inglés. La red ferroviaria paso de 573 kilómetros a 1331 al final de su presidencia.

 

 El bastón que usó Domingo F. Sarmiento fue un regalo de Justo J. de Urquiza, y la banda de Nicolás Avellaneda, obsequio de Sarmiento. Esta banda también la usó para jurar José María Guido, quien a la vez posó para la foto de rigor con el bastón presidencial que había utilizado Victorino de la Plaza. Eduardo Lonardi se calzó la banda de Hipólito Yrigoyen. Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde usaron la banda y el bastón de Raúl Alfonsín, ya que en medio de la crisis política y económica que atravesaba el país, resultó imposible la confección de esos atributos en tan poco tiempo.

 

 

 

Amores de Bernardino Rivadavia

 

Considerado primer Presidente Argentino. Se casó con la hija del virrey Joaquín del Pino y tuvo una relación tortuosa con su familia. Suprimió los Cabildos –últimos resabios de la época colonial- y creó una novedosa ley electoral en la que se establecía una serie de medidas acerca de quienes podían votar.

 

 

Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rivadavia nace en 1780. Era hijo de Benito González Ribadavia, abogado, español, y María Josefa de Rivadavia y Rivadaneira. Su apellido original era González, pero cuando se casó con una prima, de apellido Rivadavia adoptó este apellido como su segundo apellido. Su hijo Bernardino Rivadavia eliminaría el González y transformaría Ribadavia en Rivadavia. Lo mismo haría su hijo Santiago Rivadavia. Bernardino comenzó sus estudios en el Colegio San José de San Carlos en 1798. Hacia 1806 bajo el contexto de las invasiones inglesas, Rivadavia se incorpora a las milicias, bajo el grado de Capitán en el cuerpo de “gallegos”. El 14 de agosto de 1809, Rivadavia contrae matrimonio con una joven distinguida de la elite porteña: Juana del Pino y Balbastro, hija del octavo virrey Joaquín del Pino.  Su luna de miel la pasaron en Las Palmas una estancia de Zarate. Esta es la más antigua de todas las estancias que componen el circuito rural de ZARATE, Exaltación de la Cruz y Campana. Su nacimiento data de la primera mitad del siglo 17 cuando los jesuitas compran las tierras a Francisco de Manzanares. Sus dominios llegaban al río Paraná de las Palmas y años después fue parte de la gran estancia de Areco, que se extendía hasta el río Areco.
 

 


Juanita del Pino


A los quince años Juana se trasladó con su familia desde Montevideo a Buenos Aires, porque su padre había sido designado Virrey del Río de la Plata en el año 1801. Juana conoció a Bernardino en una de las ceremonias que organizaba su padre, anualmente Joaquín del Pino recibía a los doce mejores alumnos del Real Colegio de San Carlos. Allí, los alumnos daban sus respetos al virrey y compartían la tertulia con su familia, entre ellos estaba Bernardino. Así, fue que Juana con 17 años y Rivadavia con 23 se conocieron. De por sí Rivadavia no tenía un carácter alegre, por el contrario, era retraído, algunos lo definían como eternamente triste. Quizás esta personalidad apática se debía a su historia personal atravesada por las tragedias: su hermana mayor, Tomasa, había quedado ciega; su madre, doña Josefa había muerto cuando él tenía solo seis años; su padre, don Benito, se había casado nuevamente a poco de quedar viudo. De esta forma, todas estas experiencias habían creado a un joven entristecido y de carácter amargo. Incluso, su aspecto físico tampoco lo beneficiaba, era regordete, petiso y para algunos “decididamente feo”, de tal manera que estas características físicas fueron el blanco perfecto para sus enemigos quienes lo apodaron como “El mulato”. Sin embargo, más allá de estas cuestiones poseía una “respetable cultura” para la época. Quizás, fue este capital cultural lo que conquisto a Juanita del Pino. Quizás también esta historia demuestra que el amor es “ciego” y algunas veces también “tonto”. Estos jóvenes mantuvieron un romance aburrido y reglamentario durante seis años. Antes de casarse, Joaquín del Pino fallece. Un año después, la joven pareja se unía en matrimonio.

 

Sus hijos

 

 Muy pronto, nació su primer hijo, Benito. Luego, nacería Constanza, en 1812 y Bernardino Donato en 1814. Al poco tiempo, Rivadavia viaja a Londres para gestionar negocios del Estado. De esta forma, Juana del Pino se queda sola, muy enamorada, comienza a sentirse abandonada por su reciente esposo. A través de las cartas que le enviaba a Bernardino da cuenta del temor que tenia ante la situación tensa de la política internacional. Su esposo hace caso omiso: comunicándole que viajará de Londres a Francia. Ante el desprecio de su esposo, Juana llora a escondidas. Pero su tristeza no acabará en este hecho, en 1816 muere su madre y su hija Constanza de cuatro años, mientras que Rivadavia se entretiene con negociaciones diplomáticas en el viejo mundo, sabiendo la terrible noticia. Ni siquiera la declaración de la Independencia hace que vuelva. Abandonada, intenta reunirse con su esposo pidiendo al director Juan Martín de Pueyrredón, viajar a Europa con sus hijos. No obstante, este pedido es desestimado por falta de fondos. Incluso, el gobierno central le recorta la pensión que recibía como esposa de funcionario trabajando en el exterior.
En vano fueron todos los reclamos a su esposo, al cual llamaba “hijito”, en una carta de 1819, le recuerda la situación de otros matrimonios que se han disuelto precisamente por estar tanto tiempo sin verse y le ruega que no ocurra lo mismo con ellos, ya que sigue muy enamorada. La batalla entre Juana y la política por la atención de Rivadavia, quizás terminó cuando éste se retiro oficialmente de la vida pública. Pero no es así, en 1829 viaja a Francia dejando a su familia en Buenos Aires, esto demuestra que este desprecio iba más allá. En su estadía por París, retoma su oficio de traductor: "La Democracia en América" de Tocqueville; "Los viajes" y "El arte de criar gusanos de seda" de Dándolo.


Muere Juana

 

En 1834, retorna a Buenos Aires, pero no puede desembarcar por una prohibición del gobierno de Viamonte, Juana y su hijo Martín que lo estaban esperando en el puerto, deciden subir al barco, sumándose al exilio de Bernardino. Sus hijos mayores, Benito y Bernardino, tienen otros planes: se han sumado a la causa federal y están luchando para que Juan Manuel de Rosas asuma definitivamente el poder.  Parte de la familia exiliada, se instalan en Colonia y luego pasan a Brasil, allí, debido a un accidente doméstico, Juana del Pino muere en diciembre de 1841. Ante este hecho, su hijo Martín, decide volver con sus hermanos y Rivadavia en 1842 parte hacia Cádiz. Esta relación tortuosa que mantuvo Bernardino con su esposa y sus hijos, quizás se deba a que nunca tuvo una familia, su historia personal cruzada por la muerte y el abandono de su padre es prueba de ello.

 

 

Muere Bernardino

 

 Rivadavia  pasó luego al Brasil y volvió definitivamente a España a finales de 1842, falleciendo en la ciudad de Cádiz el 2 de septiembre de 1845. En Cádiz, se instaló junto a dos sobrinas, en una modesta casa del barrio de la Constitución. Tenía sesenta y cinco años cuando hizo modificar su testamento al advertir que sus sobrinas le estaban robando la poca plata labrada que le quedaba. El 2 de septiembre de 1845, pocos días después de este episodio, murió pidiendo que su cuerpo "no volviera jamás a Buenos Aires".  Tras la caída de Rosas se redactó la Constitución Argentina de 1853, siendo Justo José de Urquiza el primero en asumir por el cargo presidencial establecido allí. Sin embargo, Buenos Aires rechazó dicha Constitución y se apartó de la Confederación, declarándose independiente de la misma como el Estado de Buenos Aires. Bartolomé Mitre fue el primer presidente de la Argentina unificada. Rivadavia, al igual que Mitre y Sarmiento, ocupó como sede del poder ejecutivo la antigua “Casa de los Virreyes”, una simple construcción emplazada dentro del fuerte de Buenos Aires, que a partir del año 1776 fue utilizada por los delegados del Rey de España como su residencia oficial. Entre las décadas de 1850 y 1870 el fuerte fue demolido y junto con sus muros y bastiones desapareció la primitiva Casa de Gobierno, y es hasta el día de hoy que no se tienen registros de a donde han ido a parar los muebles y sillones que usaron nuestros primeros mandatarios. A pesar que en su testamento pidió que sus restos «no fueran enterrados en Buenos Aires y menos en Montevideo», éstos fueron repatriados en 1857, rindiéndole el gobierno honores de Capitán General ante una multitud calculada en 60.000 personas. En ese año se dispuso darle su nombre a la avenida más larga de Buenos Aires. Sus restos descansan en un mausoleo en la Plaza Miserere de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sobre dicha avenida, desde 1932.

 

HECHOS CURIOSOS

 

 La Avenida Rivadavia es, como todos saben, la más larga del mundo. Nace en la Ciudad de Buenos Aires, junto al Rio de la Plata. Se extiende por 18 kilómetros y medio dentro de la Ciudad de Buenos Aires, luego por 35,2 kilómetros por la provincia de Buenos Aires hasta Morón. Después es la Ruta Nacional Número 7.

 

 En 1580 Juan de Garay repartió tierras que comprenden el partido de Zarate habitadas primitivamente por los guaraníes y otras tribus menores. Los principales propietarios fueron  Rodrigo de Ibarrola y Domingo de Arcamendia.  En 1650 la compañía de Jesús adquirió estos campos y formo varias estancias y se destaca Las Palmas comprada también por los jesuitas. A cargo estaba el padre Tomas de Ureña con mano de obra de los indios basada en la agricultura y la ganadería. La estancia fue un centro de cultura y progreso. En 1785 fue rematada en subasta publica y adquirida  por José Antonio de Otalora, vasco, funcionario y militar americano, uno de los más ricos e influyentes comerciantes y hacendados de Buenos Aires de la última mitad del siglo XVIII y comienzos del siguiente. La casona de la estancia Las Palmas fue construida a fines del siglo 18 y desapareció en 1957 en un incendio y lo poco que quedaba en ruinas fue demolido. Su nombre fue por el rio Paraná de las Palmas. El casco actual tiene influencias de la arquitectura rural de principios del siglo 19 y se encuentra en lo que fue la cabaña construida por el coronel Urquiza. Éste, plantó la arboleda de las avenidas actuales e hizo diseñar el parque y el hipódromo que lo rodeaba. Actualmente, se acondicionó el antiguo galpón del casco de la estancia para realizar un museo donde se muestran las reliquias históricas de la propiedad y la colección de carruajes antiguos. Hoy pertenece a los Urquiza -Anchorena.  Frente a la estación se abre la tranquera de "Las Palmas".

 

 

 En Las Palmas se produjeron importantes acontecimientos históricos, ya que en 1807 son alojados seis oficiales ingleses prisioneros pertenecientes a las tropas que habían invadido Buenos Aires (invasiones inglesas). En 1811 es saqueada por los corsarios que el día anterior habían incendiado el incipiente pueblo de Zárate, los mismos que en agosto de 1813 en un intento de desembarco, en los mismos campos, fueron rechazados por los Granaderos a Caballo, al mando del entonces Alférez Ángel Pacheco. José Antonio vivió también en la casona familiar de la calle del Correo, hoy Perú, hasta que la vendió y construyó una más confortable en Florida 517. En la cochera de la primera guardaba la carroza que sería llamada "del Santísimo" al donarla a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires y ser usada para transportar a los sacerdotes que suministraban los sacramentos a los moribundos. Su riqueza e influencia le permitió de acuerdo a las costumbres de la época ligar a sus 8 hijos e hijas con algunas de las principales familias del país:   Manuela Josefa se casó con el coronel español Manuel José Soler y Bernabeu y fueron padres del gral Miguel Estanislao Soler, destacado militar de la independencia.  Ana María Salvadora Otálora se casa con Benito González Ribadavia (1801), fue la segunda esposa de Benito González Ribadavia, padre de Santiago y Bernardino Rivadavia. Ana María Salvadora Otálora falleció en la estancia familiar de las Palmas en 1857, a los 95 años. Otros hijos de José Antonio fueron María Bárbara Martina con Fermín Francisco Aoíz Larrazábal, Ministro de las Reales Cajas de Potosí y del Tribunal de Cuentas de Buenos Aires, José Antonio Eustaquio con Josefa Leonarda Aoíz Martínez de Arce (1795), Francisca con Juan José Reyna (1793) y Saturnina contrajo matrimonio con el presidente de la Primera Junta de gobierno Cornelio Saavedra. En 1821 se reparte la estancia entre los ocho hijos de Otarola, que había fallecido años antes, y la fracción que contenía el casco le toca a Ana María Otarola de Rivadavia, quien vivirá allí hasta su fallecimiento en 1857, en compañía de su sobrina María Cipriana Soler de la Torre y su esposo Rufino de la Torre quien explotó la estancia considerándose el mejor estanciero de los tiempos. Rosas confisco los campos de esta familia y tuvieron que exiliarse en Uruguay. Luego de Caseros la familia volvió a Las Palmas. Fallecido Rufino de la Torre hijo, sus herederos vendieron la estancia en 1883 a Benito Villanueva, distinguido caballero de la sociedad porteña, presidente del Jockey Club por siete años y vicepresidente interino de la Nación. También excelente criador de caballos de carrera pura sangre. Benito Villanueva enajenó las Palmas a favor del coronel Alfredo de Urquiza, nieto del gral Urquiza casado con Lucila Anchorena, hija de Juan Anchorena, quienes hoy sus descendientes son dueños

 

 

 

A principios de siglo, Zárate comenzaba a convertirse en importantísimo polo industrial, que conformaban los frigoríficos "The Smithfield and Argentine Meat Company, Ltd", "Anglo" y "Las Palmas", la fábrica de papel "La Argentina", el Arsenal de Artillería de Marina, y los ferrocarriles Central Argentino (actual Gral. Mitre) y Central Buenos Aires (hoy Gral. Urquiza), éste último inauguró en 1908, con la presencia del Presidente Figueroa Alcorta, el servicio de ferry-boat para unirse con las líneas de la Mesopotamia, pudiendo llegar hasta Asunción del Paraguay. En 1934, se inaugura la central telefónica, siendo la primera del país con sistema automático. La Central Nuclear Atucha comienza a funcionar en 1974 siendo la primera usina atómica del país. Y en 1977 se inaugura el complejo Ferrovial Zárate - Brazo Largo, reemplazando al ferry-boat y a las balsas, activando así la ruta turístico comercial con la Mesopotamia y los países vecinos.


 

 

 

Amores de

Mariano Moreno

 

 

Una de las primeras tragedias de la historia Argentina. Historia de amor que unió a María Guadalupe Cuenca con Mariano Moreno.

 

 

 


Guadalupe… estaba destinada por su madre (Manuela Cuenca) a ser monja luego de la muerte de su padre.

Mariano… realizaba estudios sacerdotales. El se había enamorado de ella cuando vio su imagen en un camafeo en un negocio del lugar y decidió averiguar quien era esa joven que lo había deslumbrado.

Tanto los Moreno como los Cuenca ansiaban para sus hijos un destino religioso por ello los jóvenes sabían que su unión iba a ser conflictiva.

Recién a partir de los 25 años los jóvenes se podían casar sin el consentimiento de los padres. Las mujeres solían casarse con hombres bastante mayor que ellas y por ese tema enviudaban a muy temprana edad.

La pareja era MARIANO MORENO Y GUADALUPE CUENCA. El símbolo del periodismo en la Argentina, pero fue enemigo de la libertad de prensa.

 



Mariano y Lupe se casaron a poco de conocerse y un año después, el novio tenía 25 años y la novia 15 cuando se unieron en matrimonio a espaldas de los padres de Mariano. El era abogado desde 1804. Vivian con la familia de Guadalupe en el Alto Perú.

Al mes siguiente queda embarazada y en marzo de 1805 nació su único hijo, Marianito. El vinculo entre ellos duro solo 7 años.

Ya ubicado en Buenos Aires, Moreno trabaja en la Audiencia y es abogado del Cabildo. Pronto llegarán la Semana de Mayo de 1810, un cargo de secretario de guerra y gobierno de la Primera Junta y Saavedra el de presidente de la primera Junta. Moreno obtuvo la dirección del primer diario patriota, La Gaceta. También abrió una biblioteca publica. Mariano defendía la igualdad de la ley ante los hombres, apoyaba la ley de comercio, estaba en contra de la corona Española, atacaba al monopolio y al contrabando generalizado. En diciembre de 1810 presenta su renuncia desde esa época sal
por las noches armado y vestido de Fraile. Sabia que corría peligro ya que había recibido amenazas y persecuciones.


En enero de 1811 partió en misión diplomática a bordo de la goleta inglesa "Fame", en viaje a Gran Bretaña.

En Buenos Aires su joven esposa recibía una encomienda anónima con un abanico negro, un velo y un par de guantes negros que le anunciaba que se quedaría viuda. Ella comenzó a escribir cartas que Moreno jamás llegaría a leer. Guadalupe le escribió 14 cartas a Londres, sin saber que él ya estaba muerto.

Se embarcó deprimido el 24 de enero de 1811 en la nave inglesa La Fama, para morir en alta mar el 4 de marzo. Su cuerpo fue envuelto en una bandera inglesa y arrojado al mar (28° 7’ S, a unos kilómetros de la costa de Brasil, cerca de la isla de Santa Catarina), tras unas salvas de fusilería.

 

 Hay dudas sobre su posible muerte por envenenamiento. También su hermano Manuel Moreno se había embarcado con el.
A las cinco de la tarde arrojaron su cuerpo al mar envuelto en una bandera Britanica. "Le dieron una salida elegante nombrándolo agente diplomático en Londres.

La viuda desconsolada por 43 años conserv
ó
su viudez hasta que falleció.
 

 

HECHOS CURIOSOS

 

 En el solar que ocupa el ex Banco de Boston sobre la calle Bartolomé Mitre se encontraba la casa que habitaron mariano Moreno y su mujer Maria Guadalupe Cuenca entre 1800 y 1811.

 

  Desde fines del siglo XIX, los historiadores clásicos lo elevaron al grado de máximo prócer civil. Eran historiadores liberales —casi todos eran abogados— y veían en él a un abogado revolucionario, patriota y liberal. Llegaron a afirmar que era el “alma de la Revolución” y acusaron a Saavedra de contrarrevolucionario por oponérsele.

 

Como director del periódico "La Gaceta de Buenos Aires" fomentó la difusión de los objetivos revolucionarios a las provincias y luchó por la total independencia del territorio argentino como república democrática. Sin embargo, su radicalismo alarmó a los elementos conservadores de la Junta y, en diciembre de 1810, se vio obligado a dimitir

 

 

 

Amores de

San Martín

 

San Martín cruzó los andes y libero a Chile del gobierno español

 

 

 

 

 Conoció a Remedios y se casó con ella...

 

En un baile organizado por la Familia Escalada conoció a Remedios. El tenia 35 años y ella 15 años. En poco tiempo hicieron publica la relación a pesar que la madre de Remedios no estaba demasiado de acuerdo en entregar a su hija a un plebeyo desconocido. Remedios era hija de Tomasa de la Quintana y Aoiz y de Antonio José de Escalada. Tras un corto noviazgo, contrajo matrimonio el 12 de noviembre de 1812, permaneciendo en casa de su familia debido a los deberes militares del marido. La sencilla e íntima ceremonia tuvo como testigos, entre otros, a Carlos María de Alvear y a su esposa, Carmen Quintanilla. Durante esta época, la más feliz de su vida, nació Mercedes Tomasa, su única hija y futura compañera del padre expatriado, acontecimiento que tuvo lugar el 16 de agosto de 1816. En la Navidad del mismo año, celebrada en el hogar de los Ferrari, San Martín sugirió la idea de dotar al ejército de una bandera y Remedios, con sus amigas, la confeccionó en pocos días.

 

 

 

 

Remedios

 

 

 Remedios se enfermo y falleció...

 

La partida de San Martín hacia Chile, junto con su delicada salud, quebrada por la tuberculosis, obligó a regresar a su esposa, quien partió el 24 de marzo de 1819, instalándose nuevamente en la casa de sus padres en Buenos Aires. Era tal su estado que se dispuso llevar un ataúd por si moría en el viaje. Manuel Belgrano ordenó custodiarla en el trayecto. Su escolta fue encabezada por José María Paz hasta Rosario, para protegerla de las bandas que asolaban la zona. Enferma de gravedad, fue llevada a una quinta de la calle Caseros y Monasterio, donde falleció el 3 de agosto de 1823, lejos de San Martín, cuya presencia solicitó hasta su último instante, y que sólo pudo acudir meses más tarde, disponiendo la construcción de un mausoleo en mármol en el Cementerio del Norte (Recoleta) para que descansaran sus restos, junto con una lápida, en la que reza: "Aquí descansa Remedios Escalada, esposa y amiga del general San Martín."

 

 

 

 

Se dice que nuestro héroe patrio por excelencia, Don José de San Martín, tuvo una vida amorosa muy intensa, sobre todo cuando estuvo en el Perú, pero muy pocas de sus aventuras han trascendido, porque era un caballero muy pudoroso. Según varios historiadores, San Martín fue más que amigo de Rosita Campusano. La conoció en una fiesta mientras Remedios estaba enferma en Buenos Aires. Rosa, que era soltera, lo acompañaba con frecuencia, y los sábados a la noche partían en lujosa carroza rumbo a las fiestas de la capital, ella con vestido y zapatos de seda y él con su nuevo uniforme de general, con abundantes hilos de oro. Cuando el protector incluyó a Rosa entre las ciento doce mujeres condecoradas con la Orden del Sol, la sociedad tradicional limeña lo consideró una afrenta. Rosita era una mujer sensual, de ojos celestes y aguda inteligencia, que volvió loco a Don José de San Martín.  Afincado en su quinta de La Magdalena, a 12 kilómetros de Lima, San Martín no ocultó su relación con Rosa, llamada "la Protectora" en irónica alusión al Protector del Perú. Se comenta que también tuvo un hijo no reconocido.  Pero en su periplo por Chile y Perú, el general se prendó de otras bellezas, como la peruana Fermina. Por las noches solía visitar la estancia azucarera de San Nicolás de Supe, donde sostuvo una relación con su propietaria, Fermina González Lobatón. Una tradición peruana afirma que el hijo que esta mujer tuvo nueve meses después había sido engendrado por don José. También se relacionó con  la jovencísima viuda Carmen Mirón y Alayón, de Guayaquil con quien también  tuvo un hijo cuyos descendientes llevan hasta hoy el apellido San Martín. En Mendoza tuvo un acercamiento con una criada de su esposa llamada Jesusa con quien también  tuvo un hijo no reconocido. El oficial del ejército sanmartiniano Manuel de Olazábal cuenta en su libro Episodios de la guerra de la Independencia, que un hermano de él compartió con el general los favores de una espléndida chilena.  El primer amor de San Martín se llamó Lola. Fue una española alta, delgada, de ojos grandes y piel morena. Con ella compartió el lecho en Badajoz, Extremadura, en la frontera con Portugal. Más tarde frecuentó a una chica de vida alegre: Pepa. Visitaba con ella las tabernas donde bebían vino de Oporto o de Madeira en abundancia. Algunas veces, él tomaba la guitarra y entonaban juntos unas canciones de tono picante.

 

Luego de la muerte de Remedios San Martín se exil en Europa con su hija Merceditas de 7 años en el norte de Francia. Murió a los 72 años el 17 de agosto.

 

HECHOS CURIOSOS

 

  En Caseros y Monasterio, existió la quinta de la familia Escalada, donde pasa los últimos días de su vida la esposa del general san Martín, Remedios de Escalada. Esta quinta, en 1860 pasa a ser de Don Miguel Navarro Viola, jurista y literato. En frente vivían los Bunge y cerca, otras familias de renombre.

 

 

agrandar

 

 

    En la dominante logia del Río de la Plata, José rivalizó con Carlos de Alvear, un hombre menor que él y de inferior grado militar, pero que descollaba por su inteligencia, su brillo social y su riqueza. Se comentaba que el padre de Carlos, Diego de Alvear, en su juventud había tenido de amante una india en Yapeyú, con la cual había concebido un hijo. Esta criatura, bautizada como Francisco José -afirmaba la versión-, habría sido entregada al matrimonio de Juan y Gregoria de San Martín para que lo criaran. De este modo, Carlos y José vendrían a ser entonces medio hermanos y, precisamente, a San Martín lo apodaron como El Cholo o el Tape de las Misiones, por su apariencia de mestizo.

 

 

 

 

 

Amores de

Julio A. Roca

 

Roca se destacó por emprender la campaña del desierto en 1878 para poner fin a los ataques indígenas. Fue uno de los hechos mas sangrientos del siglo XIX. Primera presidencia 1880- 1886 y segunda presidencia 1898-1904- En 1914 murió en Buenos Aires el general Julio Argentino Roca, conductor de la Campaña del Desierto y dos veces presidente de la nación (1880-1886) y (1898-1904).

 

 

 

 

conocido como "El Zorro"

 

Su vida

 

Nació en San Miguel de Tucumán en 1843.  Su madre Agustina Paz, su padre José Segundo era un militar que estaba en campaña contra Rosas. Siguió una carrera militar apoyado por su tio Marcos Paz. A los 29 años era coronel y un experto militar. Entro en la política por su concuñado Miguel Juárez Celman. Fue en 1878 ministro de guerra y Marina. Poco después contrajo la terrible fiebre tifoidea. Su primera presidencia fue cuando contaba con 39 años.

 

 

Amores  en  su ciudad de origen

 

El primer registro hay que rastrearlo en su ciudad de origen, donde ya pasados los veinte años se puso de novio –a escondidas de sus padres- con Ignacia Robles. Enceguecido por la intolerancia familiar la raptó durante una semana, generando un escándalo mayúsculo. Pero los Robles prefirieron llamarse a silencio para evitar que el episodio se fuera de cauce. Nueve meses después, Ignacia tuvo una hija a la que llamó Carmen y le puso del apellido de su raptor enamorado. El general dudó mucho en reconocerla, pero cumplió con el deber paterno de ayudarla durante toda su vida.

 

Al fin contrajo enlace con Clara Funes, hija de una adinerada familia...

 

Más tarde contrajo enlace con Clara Funes, hija de una adinerada familia cordobesa.  de esta union nacieron seis hijos. Cinco mujeres y un varón llamado :  Julio Argentino , vicepresidente del general Agustín P. Justo y figura polémica de la historia argentina. En el año 1890 su esposa fallece.

 

 

 Lola Mora también fue amante del presidente Roca...se sintió atraído por su personalidad rebelde, inconvencional, luchadora...

 

Lola Mora (1867) Argentina, Tucumana. Se dice que fue amante del presidente Roca. Instaló  un atelier provisorio en el edificio del Congreso Nacional situado en la cúpula nada menos cuando el Congreso Nacional se hallaba en obras. Lola se casó y fue infeliz con Luis Saba Hernández que era sobrino de José Hernández. En 1901 ofreció a la ciudad de Buenos Aires una fuente artística,(la fuente de los escándalos) por la que no cobraría honorarios, para mostrar los frutos de un aprendizaje que su país había financiado cuando se traslado a Italia para perfeccionarse. Fue amante de Roca.

 

 

 

Lola Mora (1867-1936), pariente de Juan Bautista Alberdi

 

 

Al quedar viudo Otra dama en cuestión se llamaba Guillermina de Oliveira Cézar . Tenía apenas 15 años en 1885, cuando se casó con el entonces ministro de Justicia Eduardo Wilde.

 

Roca fue protagonista de uno de los entreveros amorosos más resonantes de la sociedad porteña de aquellos tiempos. La dama en cuestión se llamaba Guillermina de Oliveira Cézar . Tenía apenas 15 años en 1885, cuando se casó con el entonces ministro de Justicia Eduardo Wilde, un respetado médico e intelectual, viudo, de 41 años, quien trataba a la joven como una especie de objeto de adoración. "Contaban los amigos -relata Félix Luna- que Wilde tenía una extraña costumbre: mostrar a su mujer durmiendo. Tan bella le parecía, que a veces invitaba a sus contertulios a suspender las tenidas nocturnas de cigarro y baraja para subir a contemplar el sueño de su esposa" . Nunca tuvieron hijos y hasta 1893 la pareja viajó bastante y la relación entre Roca -que había sido padrino de la boda- y Guillermina casi no existió. Pero ese año sería determinante en el devenir de los acontecimientos.

 

El romance con la esposa de su mejor amigo

 

 La menuda adolescente que el general había conocido se había convertido en una mujer muy sensual que no pasó inadvertida para este empedernido cazador de corazones.  No era solamente bella: era atrevida e independiente en sus juicios. En fin, atractiva hasta lo irresistible , según se refiere en “Soy Roca”. El general contaba ya con 50 inviernos y estaba viudo; ella había llegado a los 25. Fue una atracción fatal que explotó con el vértigo propio de un hombre decidido y una mujer ardiente que no ponía límites. En 1898, cuando juró por segunda vez como primer mandatario, el romance con la esposa de su mejor amigo era conocido por todo Buenos Aires. Y fogoneado por algunas publicaciones de aquellos tiempos, como "Caras y caretas", que satirizaban hasta extremos hirientes la figura de Wilde, el tercero en discordia. El regimiento de Coraceros, que por entonces estaba a cargo de la escolta presidencial y era conducido por un hermano de Guillermina, fue bautizado "los guillerminos" , en clara alusión al penetrante poder que estaba ejerciendo la infiel. Acechado por los comentarios, por las ironías de la prensa y hasta por la irritante tolerancia del marido engañado, quien a pesar de los rumores no dejó de ser su amigo y colaborador, pues se desempeñaba como director del Departamento Nacional de Higiene, "El Zorro" comenzó a percibir que la situación comenzaba a perjudicarlo. "Estaba afectando mi autoridad, así como dañaba la reputación de Guillermina y el prestigio de Wilde" , dice Félix Luna.

 

Se retiró de la vida pública

 

Para apaciguar el clima y darle una salida elegante al caso, el presidente le confió a su ministro una misión diplomática en Washington, hacia donde partió acompañado por su mujer.  Luego se retiró de la vida pública y, en 1905, partía en viaje hacia Europa en compañía de sus hijas. Allí recibirá grandes honores y será recibido por reyes y primeros ministros. Durante casi dos años, se radicará con su familia en París. Regresó a Buenos Aires en 1907, durante la presidencia de José Figueroa Alcorta, pero al encontrar un clima hostil y al notar que su figura política ya no encontraba el lugar de árbitro al que estaba acostumbrado, partió nuevamente hacia Europa en 1910.  En 1913, el presidente Roque Sáenz Peña le encomendó una misión diplomática en Brasil. Allí permanecerá por algunos meses firmando acuerdos de limitación de armamentos navales.  En octubre de 1914, a los 71 años, se trasladó a su estancia La Argentina, dispuesto a pasar allí sus últimos años. Un repentino ataque de tos, al que no le dio importancia, pese a la advertencia del doctor Luis Güemes, era el síntoma de que algo andaba mal. El 19 de octubre, a las ocho de la mañana, otro ataque brusco le hizo perder el conocimiento. Se debió a una afección pulmonar. A las dos horas moría Julio Argentino Roca, dando paso a la polémica sobre su figura que aún hoy continúa. Su cuerpo fue velado en la casa de Gobierno y dos días hubo feriado.

 

HECHOS CURIOSOS

 

  Elisa Castells Roca se casó con Carlos de Alvear. Era hija de Josefina Elena Roca hija legitima del gral Roca. Con Carlos tuvieron a a Josefina Alvear Castells, Clara Alvear Castells, Isabel de Alvear Castells, Carlos María Alvear Castells y Teodelina Alvear Castells. Carlos M. de Alvear, abogado, empresario, historiador; fallecido en mayo de 2001. Había nacido en 1907. Estudio en el colegio Champagnat y se graduó de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) en 1932.

 

Cuando Roca iba terminando su primer mandato, este país se hizo rico y comenzaron los grandes proyectos y el uso corriente de la palabra “faraónico”. Una de las decisiones políticas tomadas de lo más alto del poder fue demoler la primera Buenos Aires, la española.

Fue entonces que desapareció la Recova, se fue terminando la Casa Rosada, se urbanizó la Plaza de Mayo y se empezó a abrir la Avenida de Mayo. Esto último implicó demoler parte del pobre Cabildo y desintegrar las dos casonas tradicionales de la cuadra. Y también tomar algunas decisiones, como que la policía se mudara a un palacete de la calle Moreno y que la intendencia se quedara donde siempre estuvo, pero en sede nueva.

 

Roca se destacó por emprender la "campaña del desierto"  en 1879 para poner fin a los ataques indígenas que destrozaban los cultivos, robaban el ganado y capturaban a las mujeres sembrando el terror en los campos. La campaña se extendió 5 años. En 1885 Sayhueque ultimo cacique del Sur se entregó junto a 3500 indios de su nación en el fuerte Junín de los Andes. En Santa cruz y tierra del fuego se inicio una matanza de indígenas cazados como animales por estancieros argentinos que pagaban por oreja de indio muerto. Fue uno de los hechos mas sangrientos del siglo XIX. Derrotando a los indígenas se había decidido que Argentina fuera proveedora de los países extranjeros.



Este tintero presidencial cincelado en bronce realizado por la escultora tucumana Lola Mora, en 1905, se encontró sobre el escritorio presidencial desde el segundo mandato del Julio Argentino Roca. Hoy se exhibe en el Salón de las Mujeres del Bicentenario de la Casa Rosada.

 

 

 

 

 

 

 

 

Bartolomé Mitre

y Delfina Vedia, una mujer infeliz

 

 

 General de la República Argentina, gobernador de Buenos Aires (1860-62), presidente de la Nación (1862-68), historiador y fundador del diario La Nación

 

 Mitre nació en Buenos Aires en Junio de 1821. El 28 de noviembre de 1840, todo estaba listo y bien dispuesto. El 27, el padre de Delfina le había dado el permiso al notario y a ella, la bendición para que pudiera casarse. Bajo la órbita celestial de la Curia Eclesiástica de Montevideo estaban Delfina, su amado, los padres del amado Bartolomé–don Ambrosio Mitre y doña Josefa Martínez– y los suyos. El matrimonio no compartía la habitación y cuando el presidente estaba de viaje, ella debía pedirle permiso, vía carta, para limpiar su cuarto.    En Montevideo llegó  pronto la primera hija del matrimonio: Delfina Josefa que  nació el 14 de abril de 1843. Quién mejor que Delfina podía conocer la muerte en tiempos de guerra, que le había arrebatado a su madre y a cinco de sus seis hermanos. Habían partido para  Buenos Aires, respirando otros aires que creyó más benévolos. Ya no quería sufrir tanta desgracia en soledad. Ni que su marido pasara demasiados días alejado, como ocurrió desde que se habían casado. Con 41 años, Delfina había llorado mucho. Sólo la maternidad la había acercado a la felicidad. Tuvo cuatro varones y dos mujeres. Cada parto fue un hito registrado de su puño y letra en un párrafo de su cuaderno personal. Su marido se convirtió, no sólo en el flamante gobernador de Buenos Aires, sino en el hombre más popular por esas tierras. Sobre todo, entre las mujeres. Sin embargo, Delfina trataba de convencerse de que Bartolomé era de ella y sólo de ella, porque solamente a ella le había escrito esos poemas que, en la batalla de sus ausencias, repasaba una y otra vez. Pero su esposo en  el ámbito amoroso fracasó sin combatir: no había hecho feliz a su mujer.

 

 

 


 

  Delfina no pudo soportar el suicidio de Jorge, su hijo predilecto de 18 años. “Nadie ve mis lágrimas, nadie oye mis gemidos. Hoy más que nunca estoy sola para sufrir. El silencio y la soledad reinan a mi alrededor”, escribió en su diario íntimo. Los años en que fue presidente, Mitre iba y volvía siempre caminando por la vereda a la Casa de Gobierno. Almorzaba en su casa, dormía una siestita y volvía a su despacho a la tarde. Su esposa le decía Mitre. Mitre acometió en su vida diferentes tareas, con convicción y afán de bien público. Periodista, militar, historiador, legislador, gobernante, diplomático, traductor del Dante, alguna vez prefirió presentarse sencillamente como "Bartolomé Mitre, tipógrafo". Delfina nació en Buenos Aires, el 26 de diciembre de 1821. Era hija del general Nicolás de Vedia y doña Manuela Pérez Pagola. En Montevideo, donde su familia se radicó durante el régimen de Rosas, se casó con el entonces capitán Bartolomé Mitre. La cultura general adquirida en el hogar hizo de ella una de las mujeres más relevantes de su época. Fue una prestigiosa escritora. Su Diario íntimo, obra de estilo confidencial, constituye una joya en el género. Le interesaban los temas históricos o de viajes, gusto que revela la influencia de su padre. Fue también una feliz traductora. Demostró su temple de mujer fuerte en la azarosa vida que le tocó compartir con su esposo, el general Mitre. Delfina murió de peritonitis el 6 de octubre de 1882.

En 1891 Mitre, se presentó nuevamente a las elecciones residenciales pero fue derrotado. Falleció el 19 de enero de 1906 a los 84 años luego de casi dos meses de enfermedad.

 

HECHOS CURIOSOS

 

 En La Recoleta el grupo escultórico que puede apreciarse en la entrada de la bóveda de Bartolomé Mitre representa a la Libertad (centro), el Deber (derecha) y la Justicia (izquierda). Mitre descansa junto a su mujer Delfina de Vedia. Cuando dejó la Presidencia, el pueblo le obsequió la casa de San Martín 336, donde hoy funciona el Museo Mitre. El 4 de enero de 1870 el ya ex presidente dió a conocer el diario La Nación.

 

La casa en que vivió largos años Mitre fue el albergue del virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, luego que la revolución del 25 de Mayo de 1810 lo obliga a abandonar su residencia del fuerte. Estaba sobre San Martín 336. 

 

En 1698 Catalina Ruiz de Ocaña, biznieta de Diego Ruiz de Ocaña, encomendero, regidor y alcalde de Buenos Aires, descendiente de Juan Ruiz, uno de los compañeros del adelantado Pedro de Mendoza, fue desposada por un tal Ventura Demetrio. El hijo de Ventura y Catalina fue uno de los vecinos fundadores de Montevideo, mientras que su tataranieto sería Bartolomé Mitre. Esta familia porteña ha sido desde entonces miembro integrante de la llamada clase alta tradicional. Durante años se ha discutido la nacionalidad de Ventura Demetrio. De acuerdo con la partida de su segundo casamiento de 1693 es "natural de Benensia", según su testamento de 1713 era "de los reinos de España", mientras que según un escrito al margen del padre Juan Cayetano Fernández de Agüero de 1722 es griego. En 1954, uno de sus descendientes, Jorge A. de Mitre, estimó que la Benensia sería una isla de la ría de Arosa en Galicia. Según el historiador Raúl de Labougle (1964), aseguró que Demetrio Ventura era de Grecia pero nacido en Venecia ("Benensia" sería una mala anotación), pero además agrega que el apellido Mitre no deriva de una castellanización de Demetrio sino de la ascendencia de Catalina Ruiz de Ocaña de Juan de Mitre, vecino fundador de Córdoba. Hernán C. Lux - Wurm (1990) se ha basado en un documento fechado en 1712 en el cual Ventura Demetrio se habría declarado "natural de Grecia". Lo más probable es que efectivamente Ventura Demetrio haya nacido en Grecia en alguna colonia veneciana de familia ciudadana lo que lo haría ciudadano de la Serenísima, aún si nunca estuvo allí. Por analogía, conviene recordar que los descendientes de británicos nacidos en algún punto del Imperio eran considerados a todos los fines como verdaderos británicos; y, por otro lado, como ya desde el Renacimiento Inglaterra, primero, y Gran Bretaña, después, tomaron a Venecia como modelo de "imperio" marítimo a imitar.

 

 

Amores

de los Pueyrredón

 

General Juan Martín de Pueyrredón fue uno de los padres fundadores de la patria. En primeras nupcias se casó con su prima Dolores quien fue declarada Loca y asi Juan Martín enviuda. Es que la historia de los Pueyrredón es una novela, una película. Una escena: Pueyrredón hace fusilar a un tal Francisco Telechea frente a su hija de 15 años y el resto de su familia. Al año, Pueyrredón enviuda y se casa con esa niña : María Calixta y de ese matrimonio nace Prilidiano Pueyrredón, el pintor.
 

 

General Juan Martín de Pueyrredón

 

 

 

Miembro de una de las familias patricias de San Isidro

 e hijo de Juan Martín de Pueyrredón.

 

 

Alberga el Museo General Juan Martín de Pueyrredón y su origen está en el reparto de tierras que hizo Garay en 1580; fue la merced (o suerte) número 55. Iba desde el río hasta el Camino del Fondo de la Legua llamado justamente así por correr al fondo de las suertes repartidas por Garay y de ancho, entre las hoy calles Roque Sáenz Peña y Acassuso.

 

En 1770 la compró el abogado José Luis Cabral, quien construyó una casa con sala y dos aposentos. En 1806 la usaron como refugio Liniers y parte de sus tropas, camino a la Reconquista de Buenos Aires. En 1810, compró la propiedad el comerciante español Francisco de Telechea, alcalde de 2° voto del Cabildo de Buenos Aires, quien por conspirar junto a Martín de Álzaga es ajusticiado en 1812.

 

En 1816, el ya maduro brigadier Juan Martín de Pueyrredón contrae matrimonio con la quinceañera hija de Telechea, pasando a ser el propietario de la chacra, llamada entonces Bosque Alegre. Es entonces cuando se transforma en lo que es hoy. La heredó el hijo de este matrimonio, Prilidiano Pueyrredón, pintor y arquitecto, quien instaló su atelier en el mirador de la planta alta y construyó la hermosa galería que protege el frente sobre la barranca.

 

 Este, en 1856 la vendió a su primo don Manuel Aguirre, quedando la chacra en manos de esta familia. Recibió numerosos huéspedes ilustres, como José de San Martín, Sarmiento, Tomás Guido, Dalmacio Vélez Sarsfield y Roque Sáenz Peña. Habitó también la chacra el escritor Nicolás Granada, quien escribió aquí su pieza teatral La Gaviota , inspirándose en una de las empleadas de la casa.

 

 En 1941, gracias a un movimiento de opinión liderado por el pintor Luis Cordiviola, se salvó al solar de ir a remate, adquiriéndolo la Municipalidad de San Isidro.  La casa, blanca y rodeada de parque, recuerda el estilo pompeyano. A la derecha de la entrada hay un aguaribay plantado por Sarmiento. El árbol más famoso de la quinta es un algarrobo, plantado por su antiguo dueño, José Luis Cabral hace más de 2 siglos. Se dice que a su sombra se reunieron muchas veces José de San Martin y Pueyrredón, cuando aquél planeaba sus campañas. Lo encontrará frente a la casa, sobre la barranca. En el interior y galerías, los techos son de lapacho y tronco de palmeras. Los pisos (de diferentes épocas) son baldosas inglesas y francesas. En las habitaciones verá numerosas pertenencias del brigadier Pueyrredón, además del mobiliario y objetos que Prilidiano trajera de Europa. En la Sala Grande hay numerosos óleos de Prilidiano, destacándose la pintura de Magdalena Costa Iriarte, a quien pretendió el pintor y, según se dice, la mano derecha quedó incompleta cuando la familia de ella rechazó el pedido. Las otras construcciones son la casa de los chacareros y la caballeriza. En la primera, mantenida como fue originalmente, se conserva aún el horno de pan que diseñó Prilidiano. La caballeriza se restauró a su imagen original, trabajándose sobre un plano de Hipólito César Bacle que data de 1836. Se reconstruyeron los dos cuartos originales y se repuso el techo de la azotea.

 

Entre las propiedades de los Azcuénaga estaba la que es hoy quinta presidencial antes denominada "Cabaña Azcuénaga" que funcionaba como haras. El primer titular dominial del terreno legado fue don Rodrigo de Ibarrola. Los nombres de sus sucesivos ocupantes se pierden hasta el año 1779 cuando Manuel Basavilvaso adquiere las tierras a Miguel Ortíz y otros. Su hija Justa Rufina Basavilvaso casada con su primo hermano Miguel de Azcuénaga es quien habitó la chacra. Al morir ella su madre, Miguel de Azcuénaga y algunos hijos se trasladan a la ciudad. Manuela de Azcuénaga una de sus hijas casada con su primo hermano José Antonio Olaguer y Feliu muda su residencia a Olivos con su familia de seis hijos. La finca comenzó a llamarse cabaña de los Azcuénaga. Al morir Miguel de Azcuénaga su heredero Miguel José de Azcuénaga comienza la remodelación de la casa y de los jardines. Muerto Miguel José de Azcuénaga soltero y sin descendencia testa a favor de sus sobrinos Olaguer Feliu de Azcuénaga. Pasan los años, muertes y herencias y finalmente queda heredero de esas tierras Carlos Villate y Olaguer quien dona esas tierras la hoy quinta presidencial de Olivos al gobierno con la condición de ser utilizada como quinta veraniega para el presidente de la republica. Prilidiano Pueyrredón ocupa un lugar destacado en la historia del arte argentino, era muy talentoso y como arquitecto diseñó en 1851 la quinta presidencial, entre otras obras. En 1920 la donación fue aceptada por Hipólito Irigoyen aunque comenzó a ser utilizada 33 años después. Irigoyen jamás llegó a habitarla y la visitó solo una vez. El primer presidente que la habitó fue Marcelo T de Alvear. Carlos Villate Olaguer era  criador de vacunos Shorton y caballos Shire. Poseía también campos en Lincoln y en Cañuelas.

 

 

 

 La quinta que ha servido de morada a 24 mandatarios es una amplia casona de estilo neo-clásico afrancesado que aun conserva numerosos detalles de su diseño original. Pedro Justo comenzó a utilizarla como residencia de verano e hizo construir una gran colonia de vacaciones para niños discapacitados que funcionó entre 1933 y 1953. En la época de Perón se realizó una importante remodelación. Sobre los terrenos que daban al río de la Plata se levantaron instalaciones deportivas de la rama femenina de la unión estudiantes. Tras el derrocamiento del gobierno peronista las instalaciones pasaron a manos del Circulo Militar. Además se construyó un pequeño anfiteatro y un microcine con capacidad para 427 espectadores. Durante la gestión de Juan Carlos Onganía la quinta fue víctima de un incendio por una falla en el montaje del escenario que Onganía había ordenado construir sobre la enorme pileta para escuchar a Los Cinco Latinos. Juan Domingo Perón murió en ella durante el ejercicio de su presidencia el 1 de julio de 1974. Isabelita pidió que se construyera una cripta en la capilla para el descanso de los restos de su marido y de Evita. También alli se encontraron secretamente Arturo Frondizi con Ernesto Che Guevara. Alejandro Agustín Lanusse levantó la capilla. Fernando de la Rúa encomendó plantar más árboles para que pudiera pasear sin ser advertido; se deshizo de los perros que había traído Carlos Menem y los reemplazó por bambis. Además, enrejó los canteros para que nadie pisara las flores. Menem, que entre otras cosas ordenó que construyeran canchas de golf, de tenis y de paddle, un gimnasio, un ring, un polígono de tiro, un helipuerto, un quincho, una pajarera y un zoológico para la vasta fauna presidencial –que incluía perros, papagayos, cabras asturianas y ponies.

 

HECHOS CURIOSOS

 

  Prilidiano Pueyrredón no era un hombre de físico agraciado. Era alto pero gordo, calvo y con una diabetes que le obligaba a ir siempre con anteojos negros; su figura habrá seguramente alimentado las elucubraciones malignas de sus contemporáneos. Murió soltero repartiendo sus bienes entre sus parientes y una hija natural y dejando dinero en herencia a una misteriosa mujer. Su atelier fue adquirido por el Banco Británico de la América del Sur, que lo demolió para edificar allí su casa matriz. Parece que entonces los negocios bancarios y financieros era más importantes que las obras de arte.

 

Prilidiano Pueyrredón, el famoso arquitecto y pintor hereda la esquina de Reconquista 49 (numeración antigua), e instala su atelier, que frecuentaban los más destacados personajes de la vida cultural de entonces en amables tertulias que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada. Prilidiano alternaba sus estadías en esta casa de altos y bajos con su quinta de San Isidro. En esta casa pintó sus famosos desnudos de mujer donde aparece su amante con gran busto, "pechugona" como diríamos ahora, en diferentes poses. Estas pinturas escandalizaron a la sociedad pacata de entonces y le crearon una siniestra fama de depravado. Casi todas estas obras fueron destruidas años después y sólo se conservan de esta serie dos óleos: "La mujer en la bañera" y "La siesta".

 

 

"La mujer en la bañera"

 

 

 

"La siesta"

 

Samuel Pedro Sáenz Valiente Higuimbothon era nieto de Anselmo Sáenz Valiente, casado con Juana Pueyrredón, hermana del Brigadier Juan Martín de Pueyrredón. A su vez, Sebastiana, hermana de Anselmo Sáenz Valiente, padre de Samuel, fue sucesivamente la esposa de Francisco Antonio Leloir y de Bartolomé Leloir. Fue en la zona de General Madariaga, donde la desdichada Felicitas Guerrero fue 'rescatada' durante una tormenta por Samuel, propietario de las tierras naciendo de este fortuito encuentro el amor. Felicitas moriría asesinada por Enrique Ocampo una tarde de enero de 1872 en su mansión de Barracas. Al año siguiente, Samuel, contraería matrimonio con una hija del General Urquiza.

 

El General Juan Martín de Pueyrredón fue tio de José Hernández, el autor del Martín Fierro. Este era hijo de su hermana Isabel.

 

 

 

 

Amores de Juan Lavalle

 

 

Lavalle es otro personaje emblemático respecto de la importancia de la sexualidad en la historia. Él perdió la campaña del Norte mas no a manos del enemigo, sino de una doliente mujer.  Era muy mujeriego el Gral. y ciudad en la que entraba, ciudad en la que se quedaba unos días con mujeres de las que se "enamoraba" perdidamente.

 

 

 

En una oportunidad, conoció a una mujer que pretendió conquistar y nunca supo que justamente esa mujer era hija de uno de dos oficiales que él había mandado fusilar, y también sobrina del otro de los condenados. Damasita Boedo, de ella se trata, siguiendo los pasos de la seducción expuesta por el Gral. Lavalle se fue entregando a sus pretensiones para luego tenderle la ultima de las  trampas, Cuando  lo tuvo  en la cama  totalmente dormido en la paz de sus pasiones distendidas , completo su anhelada venganza haciéndolo  matar sin ningún reparo y completando una sed de venganza que traía muy desde su triste alma. Damasita  perteneciente a una de las familias más respetadas de la Argentina y una de las mujeres más hermosas de que se tenga memoria. Ella era huérfana y en su familia eran en general, todos unitarios. Era una hermosa joven rubia, de ojos azules, que no llegaba a los 25 años de edad. Esta mujer decidió, entonces, sumarse al ejército de Lavalle como soldadera, con la secreta intención de matar al general cuando le fuese posible. Pero, paradójica o previsiblemente, la muchacha se enamoró del maduro jefe militar. Comenzó entre ellos una relación apasionada y violenta de amor y de odio a la que ni siquiera la muerte de Lavalle -un enigma histórico irresuelto- pudo poner fin.

 ¿Quién mató a Juan Lavalle?

 

A Juan Lavalle lo mataron en Jujuy el 9 de octubre de 1841.  ¿Quién mató a Lavalle? O, ¿cómo murió? ¿Por qué se oculta la verdad?  ¿quién mató a Lavalle? ¿Los soldados? ¿Lacasa, Frías, Álvarez, que le habían advertido que no era sensato irse a dormir a Jujuy, y mucho menos, para pasar la noche con una mujer? ¿Damasita Boedo, para vengarse del hombre que había ordenado fusilar a su hermano y su primo? Damasita paso al olvido y al silencio en un convento de Bolivia.