En la esquina
suroeste con la calle Paraná. Fue creado por el empresario italiano César
Ciacchi, quien en 1878 firmó con un tal Zamudio, dueño del terreno, un
convenio por diez años para construir un teatro que, con frente de ladrillos
rojo, fue inaugurado al año siguiente. Allí actuaron los integrantes de la
familia Podestá, estrenando en 1884 una obra
gauchesca que fue un
enorme éxito "Juan
Moreira en pantomima",
de los hermanos circenses Carlo, siendo José J. Podestá quien encarnó el
personaje principal. También fue el escenario del mencionado payaso Frank
Brown, de la actriz Eleonora Duse y de Sara Bernhardt, entre otros.
En 1898, al
terminarse el contrato, estuvo a punto de ser demolido, hasta que en 1936
María Luisa T. de Balbín lo reconstruyó, manteniendo la estructura de la
sala, de buena acústica, pero cambiando el frente por uno más sobrio y
elegante; con una gran marquesina. Su hall estaba revestido en mármol de
tonos verde a negro y el escenario poseía un disco giratorio y reflectores
accionados desde un puente al efecto. En 1921
Andrés Chazarreta obtuvo
un gran éxito considerado como el éxito nacional del
folclore. El teatro dejó
de existir y en su lugar hubo una playa de estacionamiento hasta 2007 en que
se inició la obra de un enorme complejo de oficinas, hotel, viviendas y
teatros.
Antes
de 1874 en el terreno mismo se levantó una humilde carpa de circo, que luego se
mejoro con una estructura de paredes de ladrillo y madera. Se lo llamo ARENA.
Teatro Politeama como sala de baile.
Se ve la platea del teatro Politeama de
Buenos Aires transformada en salón de
baile, frente al escenario. La foto
tiene un epígrafe que dice:
"Salón de baile frente al escenario del
Politeama. Año 1887". |
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Politeama
1936
arquitecto Alejo Pazos
haga
click en la imagen para ampliar -
CONFITERÍA POLITEAMA
Ubicada en la esquina de Av.
Corrientes y Paraná. Rememora con su nombre y estilo el antiguo Teatro Politeama
Argentino, que funcionaba en Av. Corrientes 1490, donde actualmente se encuentra
una playa de estacionamiento.
En el café Politeama participaron en diversas tertulias, actores y autores
como Enrique Guastavino, Vicente Martínez Cuitiño; Gregorio de Laferrère, Rafael
de Rosa, Blanca Podestá, Lorenzo Parraviccino y Olinda Bozzán. También el café
era el lugar de referencia en los bailes de carnaval. El teatro fue demolido al
final de la década del 50, pero el café, siguió poblado por autores y creadores.
La actual confitería destaca la vigencia de los valores teatrales, a través de
la recreación de máscaras y de Talía, la musa del teatro.
La popularidad de la milonga llevó
a la instalación de salones de bailes
públicos en los distintos suburbios de
Buenos Aires y Montevideo. Estos salones
fueron conocidos con el nombre de
academias. En estos lugares también se
bailaba polka, vals, mazurcas, paso
doble, etc. Hacia fines del siglo XIX
aquellas primeras milongas darían origen
al tango bailado. En 1870 llega a
Buenos Aires
un instrumento parecido al acordeón
fabricado por el alemán Alejandro Band,
"el bandoneón".
Dicen que en tiempos de carnaval el
tango se introdujo por vías del Teatro
Politeama. Sin embargo aun se lo
consideraba un baile negroide.
Era la hija de una prostituta de lujo y
padre desconocido, y había nacido en
octubre de 1845 en París. Considerada
una de las mejores actrices de la
historia.
En 1886 llegó por primera vez a Buenos
Aires. Con su “voz de oro” llenó el
teatro Politeama y encandiló a toda la
ciudad tras su presentación en la obra
“La dama de las camelias” de Alejandro
Dumas (hijo).
Domingo F. Sarmiento, irrumpió sofocado
en el camarín de la actriz para
contabilizarle las leguas que ha debido
trajinar desde San Juan, a toda carrera
de diligencia, a fin de poder verla.
Ella era la excéntrica
Sarah Bernhardt
una cortesana de lujo… Su nombre real
era Henriette Rosine Bernard.
Volvió Sarah a la Argentina en 1893 y se
presentó nuevamente en
el
Teatro Politeama y en
1905 en la antigua sala del teatro
Opera.
Otra
importante actriz en Buenos Aires?
Se cuenta que nació en un vagón de tren en octubre de 1958. Tres veces vino a
Buenos Aires: actuó en el Politeama cuando apenas era famosa, el San Martín de
la calle Esmeralda y actuó por última vez en el Teatro Odeón a los 47 años en
1907, interpretando La Gioconda de D Annunzio, y en 1885 había debutado con la
compañía de Cesare Rossi. Apodada "la Divina" fue una de las mejores actrices
europeas junto con Sarah Bernhardt.
Ella era la afamada y talentosa
ELEONORA DUSE.
Festejada y mimada por los porteños, la Duse fue invitada por la compañía de
Pablo Podestá a una función en su honor, en el Marconi.
SU VIDA
Su primer papel lo interpretó a los 4 años, ya que su familia era de actores
teatrales. Sus padres eran cómicos de la legua, figli d arte , errantes por los
caminos de Italia. Ellos fueron Alessandro Vincenzo Duse y Angélica Cappelletto.
Eleonora era frágil. A los 14 años; protagonizó nada menos que a la Julieta de
Shakespeare y consiguió su primer gran triunfo con La princesa de Bagdad, de
Dumas. Creo rivalidad con la famosa actriz francesa Sarah Bernhardt, quien era
contemporánea suya; sin embargo, poseían estilos muy diferentes, ya que Eleonora
buscaba comprender la mentalidad del personaje y Sarah le imprimía su sello
personal a los personajes que interpretaba.
AMORES Y UNA HIJA
Perdió a sus padres siendo una adolescente y una cruel colega actriz le sugirió
vender su cuerpo para obtener dinero y así comprar un vestido de luto. Para una
joven sola y desprotegida en el rudo mundo del teatro italiano del siglo 19, fue
difícil preservar la virginidad. Cuando estuvo lista para ser iniciada en el
sexo, buscó a un experimentado hombre mayor que pudiera no sólo enseñarle sexo
sino también arte, literatura y música. De su primer amor, el dandy
napolitano periodista Martino Cafiero, tuvo un hijo que murió a poco de nacer.
Su rompimiento con él, la condujo a una depresión que pensó en abandonar el
teatro.
La relación
más Importante y fue su gran amor la tuvo con Gabriele D Annunzio
(1863-1938), cuyo nombre real era el de Gaetano Rapagnetta, que la maltrató y
ofendió. Gabriele D Annunzio era novelista, poeta, dramaturgo, militar y
político italiano, símbolo del decadentismo peninsular y eximio héroe de guerra,
apodado el Profeta. Gabriele era un hombre dotado con una personalidad muy
excéntrica, y entre sus más celebres costumbres estaba la de dormir utilizando
una almohada muy especial, es decir, rellena de mechones de pelo que había ido
minuciosamente cortando a cada una de sus múltiples conquistas amorosas a lo
largo de toda su vida.
En 1881 se
casó con Tebaldo Checchi, unión de la que nació su hija Enrichetta pero fue un
matrimonio frustrado.
En 1885 aceptó un contrato para una gira por América del Sur, y entonces su
fama, ya excepcional en Italia, sobrepasó las fronteras. El único enamorado que
la comprendió y ayudó, que le enseñó a cultivar la lectura, a vestirse con gusto
y a elegir a sus dramaturgos, fue Arrigo Boito, el libretista de Verdi y
compositor de la ópera Mefistófeles. En 1862 escribió la letra del Himno de la
Nación, que es luego musicalizado por Giuseppe Verdi para la Exposición
Universal de Londres. Con el aprendió el valor del estudio y de la elevación
espiritual y cultural.
TRIUNFOS
En el transcurso de una gira triunfal por Europa (1891-1892) inició, en Viena,
la batalla en favor de Ibsen, imponiendo al público la discutida Casa de
muñecas.
En 1893 obtuvo un gran éxito en América del Norte y en otros países extranjeros.
En 1899 tuvo compañía teatral con el gran actor Ermete Zacconi. En 1894 se
produjo su primer encuentro con Gabriele D'Annunzio, que estaba entonces
en la cúspide de su fama. El triunfo obtenido en París con Sueño de una mañana
de primavera (1897), obra de este autor, la convenció de que había encontrado al
creador de la tragedia moderna. Desde entonces su repertorio estuvo formado casi
exclusivamente por obras de este autor. Esta relación terminó en 1910, cuando el
polémico escritor se involucró en asuntos políticos (el escritor fue precursor
del fascismo italiano) y se despreocupó totalmente de Eleonora.
SU DECADENCIA
La ruptura de esos amores y una crisis espiritual la llevaron, después de su
éxito con La Locandiera de Goldoni, en 1909, a abandonar inesperadamente el
teatro. Ese retiro duró doce años. Durante la guerra de 1914-18 la actriz
asistió a los heridos y dio recitales en los frentes. Quedó destruida.
Reapareció ante el público en Turín en 1921 con La dama del mar, negándose a ser
maquillada y preocupándose tan solo de ofrecer al público no una ficción, sino
el fruto de una ansiosa búsqueda de la verdad interior. Tras añadir a su
repertorio otras obras, reemprendió una nueva etapa de su vida artística.
SU FINAL
Murió repentinamente en Pittsburgh, de pulmonía en abril de 1924 a los 65 años
durante una gira que la había llevado de París a La Habana, de California a
Pennsylvania pasando por Nueva York, y fue sepultada en los terrenos de su villa
en Asolo, frente a las colinas y los bosques que amaba.
CURIOSIDADES
_Fue la primera actriz de
teatro que, al ser requerida por el cine, advirtió la necesidad de emplear
frente a la cámara una técnica distinta. Filmó recién a los 60 años en 1916 una
sola película, "Cenere" (cenizas), sobre la novela de Grazia Deledda, en 1912,
dirigida por Febo Mari. Por suerte, el negativo se conservó y hoy podemos ver
todavía a la Duse en una actuación asombrosamente actual.
_Eleonora en sus últimos años, hacía colocar biombos a los costados del camino
del camarín al escenario para que nada la distrajera de la suprema concentración
que le permitía ser el personaje.
_La relación de Duse con la bailarina
Isadora Duncan también se rumoreó. Duse pasó
varias semanas con ella en Viareggio, el balneario, en 1913.
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