bailando el Himno Nacional.
Luego del episodio en
Buenos Aires, antes
de partir para Montevideo Isadora tuvo que dejar su abrigo de armiño y sus
pendientes de esmeraldas como garantía del pago en el Plaza Hotel, ya que
sus gastos eran excesivos. La piel y las joyas habían sido regalos de su ex amante
Paris Singer, un hombre extraordinariamente rico, heredero del imperio
Singer de las máquinas de coser, y que había financiado muchas de las
aventuras artísticas de Isadora.
Ella baila
porque bailando goza, y baila lo que quiere, cuando quiere y como quiere, y las
orquestas callan ante la música que nace de su cuerpo. Con un estilo basado en
la danza de la Antigua Grecia, dio una serie de recitales en Londres que
despertaron el entusiasmo hacia su persona. Isadora revolucionó el baile,
uniendo toda creación musical a la danza individual y colectiva, con toda
libertad.
Sus orígenes
Isadora Duncan (1877-1927) nació en San Francisco, California. Su nombre
original era Dora Ángela, pero desde pequeña adoptó el nombre de Isadora. Su
familia estaba arruinada y su padre acabó en la cárcel acusado de planear un
robo a un banco poco después de haber nacido Isadora. A los cinco años de edad
anunció a su familia que deseaba ser bailarina, y es así que se obsesionó por la
danza, logrando alcanzar la perfección clásica. A los 10 años abandonó la
escuela para dedicarse a esta actividad y a los 17 se fue a los Estados Unidos,
a la ciudad de Nueva York, donde se incorporó a la compañía del dramaturgo
Augustin Daly.
Tuvo una vida íntima tan poco convencional como la expresión de su arte, y
vivió siempre al margen de la moral y las costumbres tradicionales. La vida
privada de Isadora no estuvo nunca exenta de escándalos, ni tampoco de tragedias
Las más importantes ciudades europeas pudieron extasiarse ante la nueva
estrella, a la que llamaron "la ninfa". Apasionada, bellísima y maravillosa,
ejercía un poder de seducción irresistible entre cuantos la rodeaban.
Sus amores
Isadora
Duncan era bisexual, y mantuvo relaciones con algunas mujeres conocidas de su
época. Su primer amor duradero el escenógrafo inglés Edward Gordon Craig, con el
que tuvo a su hija llamada Deirdre. Luego, con el millonario Paris Singer
(heredero del imperio de las máquinas de coser Singer) tuvo a su segundo hijo,
Patrick. Y entre sus amantes estuvieron Mercedes De Acosta, Oscar Berege,
Eleonora Duse y Heinrich Thode.
Se
casó con el poeta ruso
En
1912 se casó con el poeta ruso Serguei Esenin, diecisiete años menor que ella y
también bisexual. Ambos viajaron juntos por el mundo pero al volver a los
Estados Unidos fueron acusados de comunistas, por lo cual tuvieron que regresar
al continente europeo. Este tenia carácter violento y tenia adicción al alcohol.
Eso ayudo para que el matrimonio no prospere. Al año siguiente Esenin regresó a
Moscú, donde sufrió una profunda crisis a raíz de la cual fue ingresado en una
institución mental. Se suicidó poco tiempo después (28 de diciembre de 1925),
aunque se ha especulado con la posibilidad de que fuese asesinado.
Serguei
Esenin
La muerte de
sus pequeños hijos.
Isadora
eligió ser madre soltera, y tuvo dos hijos. Aunque no quiso revelar el nombre de
los padres se sabe que fueron del diseñador teatral Gordon Craig y de París
Singer, hijo del magnate de las máquinas de coser Isaac Merritt Singer. En 1913
sucedio lo inesperado ya que mueren sus dos pequeños hijos en un accidente de
auto cerca de París. Este incidente alteró su vida de una manera definitiva.
Como fue?
Un día,
agobiada por los ensayos, confió los niños a la institutriz para que los llevara
en automóvil a Versalles. Patrick (de tres años) y Deirdre (de cinco). Minutos
después, el auto bordeaba el Sena y, al girar para cruzar uno de sus puentes,
los frenos no respondieron a la voluntad del chofer.
El coche se precipitó en las oscuras aguas y los dos niños perecieron ahogados.
Ocho meses después de esta gran tragedia tuvo otro hijo, el cual murió a los
veinte minutos de haber nacido. Esto la sumergió en una profunda depresión
(intentó suicidarse en varias ocasiones), se volvió adicta al alcohol y a los
excesos sexuales, y por un tiempo estuvo alejada de los escenarios.
Varias veces pensó en quitarse la vida, pero siempre la disuadió la idea de que
otros niños, empezando por los alumnos de la escuela que había creado en 1904,
estaban necesitados de ella. Comenzó a participar en campañas benéficas y trató
de llevar sus enseñanzas a diferentes países.
Su muerte
La vida de
la bailarina sufriría aún otras agitaciones: su fama comenzó a declinar, entabló
nuevas pero dolorosas relaciones amorosas y se frustró, después de penosos
esfuerzos, la posibilidad de crear una escuela de danza en la flamante Unión
Soviética. En 1927 estaba en Niza, envejecida, agotada y sin dinero. A la edad
de 50 años subió a un auto deportivo manejado por un joven y atractivo chofer
italiano. Pocos segundos después murió asfixiada por su propia chalina, que se
había enganchado en la rueda trasera de la Bugatti. Isadora Duncan fue
incinerada, y sus cenizas fueron colocadas en el columbario del Cementerio del
Père-Lachaise (París, Francia).
En el Panteón de San Fernando de Ciudad de México, hay un nicho de homenaje a su
nombre.
El barco que la traía desde Río de
Janeiro atracó en Buenos Aires a
principios de julio e Isadora se
encontró con una primera dificultad: las
cortinas y alfombras que acompañaban sus
recitales no habían llegado y tuvo que
encargar otras nuevas porque la primera
presentación estaba programada para
pocos días más tarde. El costo era
aproximadamente de 4000 dólares y como
no tenía efectivo para afrontar este
gasto inesperado, arregló pagar a
crédito. Las partituras orquestales de
sus programas también estaban en viaje
desde Francia, pero fue fácil
reemplazarlas gracias a la ayuda del
director del Conservatorio de Buenos
Aires, que prestó las partituras de la
biblioteca de la institución.
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