El predio había pertenecido a una
casa de neumáticos de don Adriano Urbani.
En su origen este hotel tenía 160 habitaciones y 16 suites, y fue el
primero que contó con ascensores.
Fue tambien el primer lugar público con aire
acondicionado, con grandes ventiladores que tiraban aire frente a barras de
hielo del salón
comedor.
La decoración sin duda era comparable a los salones
de Versalles en Francia.
Los más famosos escritores, artistas, presidentes y reyes lo eligieron como
residencia durante sus viajes, porque difícilmente podrían encontrar, aún en
otros sitios del mundo, una atención tan especial y una cocina de tan
notable excelencia.
La obra se inauguró en plena “Belle Epoque” del
país, a solo un año antes del festejo del Centenario de la Independencia,
asistiendo gran parte de la sociedad porteña y autoridades como el
presidente de Argentina, en ese entonces José Figueroa Alcorta, que gobernó
desde 1905 a 1910.
El Plaza fue remodelado muchas veces para adecuarlo a los tiempos, pero
sigue conservando su incomparable aire de distinción.
Desde 1995, el hotel pertenecía a la cadena americana Marriott.
Desde el Snack Bar La Terrase, del Fitness Center donde se ubica la piscina,
se aprecia una interesante vista a la plaza San Martín.
Junto con los
palacios Paz y Anchorena
(hoy Círculo Militar y Ceremonial de Relaciones Exteriores,
respectivamente) este hotel y sus suntuosos salones, marca el ambiente
que vivía la zona de Plaza San Martín en los años del Centenario, Plaza
fue el primero en su genero en toda América del Sur.
Cuando Don Ernesto Tornquist proyectó el primer hotel a gran escala en la
Ciudad, el Kavanagh aún no existía, la Plaza San Martín no tenía la
majestuosidad de estos días y desde la barranca se podía ver el paso de los
barcos por el Río de La Plata. Lejos de las zonas habitadas por la alta
burguesía porteña y del circuito de hoteles, que se arremolinaban en torno a
la avenida de Mayo, Don Ernesto pateó el tablero y, en tiempo récord -solo
dos años- construyó el que fue considerado el primer rascacielos porteño y
un punto de encuentro de intelectuales, artistas, la nobleza europea y
famosos.
Este predio de Buenos
Aires del año 1880 lo ocupa hoy el Plaza Hotel
haga
click en la imagen para ampliar
(fotos
panorámicas)
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1910 |
En el Plaza también se cocinaron anécdotas para la historia. El ex
presidente Marcelo T. de Alvear logró que bautizaran un postre con su
nombre. El Gateau Alvear aún se sirve y es una delicia de hojaldre,
dulce de leche y crema. Pavarotti también figura en el menú, con una
salsa a base de crema y hongos. "Muchachito, muy bueno estaba tu lomo",
felicitó Tita Merello al chef que preparó un paillard para su
cumpleaños, en 2001.
En la
fotografía aun no estaba el
edificio Kavanagh.
El Hotel tenía el primer ascensor de vapor en la Ciudad. Cuenta la historia
que la mujer de don Ernesto, Rosa Altgelt, tuvo una
participación determinante en el proyecto: ella solía bordar en uno de los
pisos superiores de la casa y pidió que la nueva construcción no le tapara
la luz. Por eso el hotel quedó retirado de la línea municipal y allí se
proyectó el acceso para los carruajes.
En 1932
para ampliar la Plaza San Martín extendieron los jardines hasta el pie de la
barranca frente a la avenida Alem y fueron demolidas varias manzanas. En
el centro El característico Pabellón Argentino. A la izquierda se observa el
edificio del Plaza hotel, y a la derecha el magnifico palacio de la familia Paz
que hoy es el Circulo Militar. Aun el edificio Kavanagh no había sido
construido.
Hoy tiene
300 habitaciones
En la
fotografía aun no se había construido el kavanagh.
Se divisan las cúpulas de la
iglesia del Santisimo Sacramento, y a la derecha se encuentra el palacio
Paz.
Foto del 1919. Contaba con servicios propios de panadería,
fabrica de hielo, imprenta, tapicería, ebanistería, sastrería, taller
mecánico, lavadero, tintorería, con bodega propia. También contaba con
consultorios médicos, salones de masaje, baños turcos, guardería para
niños y en la actualidad con los avances los adelantos deben ser de
avanzada.
Ernesto Tornquist se
formó como empresario en Europa y cuando volvió a la Argentina fundó 40
empresas y también el pueblo que lleva su apellido, en provincia de Buenos
Aires. "Hablar de la historia del Plaza Hotel es hablar del crecimiento de
Buenos Aires, cuando la ciudad se convirtió en la más importante de
Sudamérica y la octava en importancia del mundo. El momento culminante
fueron los festejos del Centenario. Para 1910 en la Ciudad vivían 1.200.000
personas, circulaban 2.000 tranvías eléctricos y comenzaba la construcción
del subte, se publicaban 23 diarios y había alrededor de 90 salas de cine".
Jorge Enrique Shaw, es bisnieto de Ernesto Tornquist. FOTO COMEDOR DEL PLAZA-
Señores y señoras de
Anchorena, de Urquiza Anchorena, de Bustos Morón y señorita de Olazábal en el
Plaza Hotel durante los festejos de año nuevo.
Revista Caras y Caretas del
12 de enero de 1935
La edificación de la derecha es la
residencia privada de Tornquist se encontraba frente al Plaza, cruzando
la calle Charcas (hoy, Marcelo T. de Alvear).
Fue el primer hotel con escalera mecánica, teléfono,
agua corriente fría y caliente, flores frescas y portero uniformado.
Desde su inauguración, fue elegido por las familias más tradicionales.
Carlos Tornquist, hijo de Don Ernesto, organizaba allí bailes, banquetes y
recepciones. Las tardes de domingos estaban dedicadas al té y a las partidas
de bridge.
El Plaza hotel, El
edificio Nordiska y el edificio que reemplazó al Sánchez Elía (1936).
Nordiska
se especializaba en muebles de estilo, tapices y pintura de escuelas del
norte de Europa y tuvo a su cargo en nuestro país la venta de gran cantidad
de cuadros pertenecientes a museos alemanes que tuvieron que desprenderse de
gran parte de sus fondos -con la autorización del gobierno de la República
de Weimar- debido a la gran crisis de los años veinte en la primera
postguerra.
Fuente: La Nación 22/06/18 by Agustin_M-SSCArgentina.
Uno de
los peores momentos que fue testigo el hotel fue el final de la dictadura y la Guerra
de Malvinas, cuando casi no había huéspedes a quienes alojar. Dueño de una
historia que refleja un país que pudo ser, hoy es un hito en un rincón de
aquella Buenos Aires que muchos imaginaron como la "París de Sudamérica".
El Plaza
Hotel
Contó con comodidades excepcionales
para la época, como una central telefónica, ascensores Otis, red de agua
fría y caliente, y una innovación conocida como ropero americano, que no
era ni más ni menos que el placard.
Construido en la zona de Retiro y frente a la Plaza San Martín sobre la
calle Florida, en un terreno adonde tambien antes funcionó un depósito de carbón,
fue el primer edificio de nueve pisos de Buenos Aires (y el más alto, en
su momento), aunque sería ampliamente superado luego por el rascacielos
Kavanagh, construido en la década del 30 a metros hacia el este.
En 1907,
la residencia privada de Tornquist se encontraba frente al Plaza, cruzando
la calle Charcas (hoy, Marcelo T. de Alvear) y, según se relata, el
proyecto original de Zucker tuvo que ser modificado porque el hotel habría
proyectado sombra sobre la casa de su propietario. Por eso, se realizaron
modificaciones: el proyecto fue corrido unos metros hacia el este y su
planta fue girada para ajustarse a esa parte del irregular terreno. La
parte correspondiente a la esquina de la calle Charcas se dejó sin
construir, y fue recién en 1913 que los arquitectos Giré y Molina Civit
construyeron la actual entrada de carruajes en ese rincón.
El Plaza
Hotel continuó creciendo, fue modernizado en 1934 (cuando perdió mucha de
su ornamentación de fachadas y sus salones adquirieron la estética art
decó de moda), y entre 1942 y 1948 se amplió con un anexo de grandes
dimensiones hacia el lado de la calle San Martín, que se distingue del
edificio original por su menor ornamentación y mayor sobriedad. En 1977,
con motivo de la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 1978, fue
nuevamente remodelado por los arquitectos Clorindo Testa y Héctor Lacarra
y se aumentó su capacidad.
Plaza Hotel ayer año 1925
Plaza Hotel hoy
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Entre
los huéspedes ilustres
que lo visitaron
se destacan Theodore Roosevelt, Farah Diba, Indira
Gandhi, Joan Crawford, Catherine Deneuve, Sophia Loren,
Walt Disney, Louis Armstrong y Luciano Pavarotti,
el Rey Juan Carlos y la
Reina Sofía de España, Bing Crosby, Alain
Delon, el talentoso jugador de fútbol
Pelé, la cantante María Callas y el doctor Albert Sabin, para nombrar sólo
algunos.
Otros miembros de la realeza europea; Andre Agassi, Björn Borg,
Karpov y Nelson Piquet; Ortega y Gasset y Julián Marías; los primeros
astronautas en pisar la Luna, Neil Armstrong y Michael Collins; Arturo
Toscanini, Enrico Caruso, Edith Piaf y Alain Delon, entre muchos otros.
Cuando el general Charles De Gaulle se hospedó en el hotel hubo que construirle una
cama, porque por su altura, todas le quedaban chicas. Después la uso Rock Hudson.
Otros que se
hospedaron
fue Luciano Pavarotti, quien vivió un mes y medio en el hotel.
Pidió que le colocaran una cocina en su suite y compró una mesa en la que
habían comido María Callas y Arturo Toscanini. Otro de los famosos que lo
impactó cuando aún era muy joven fue Charles Bronson: "Se pasaba meses en el
hotel. Armaba sus mesas de póquer y jugaba durante horas.
Si
las paredes del Plaza Hotel hablaran, contarían mil y una anécdotas
sobre el universo de personalidades ilustres que desfilaron por sus
pasillos en estos 95 años. Lujo, confort y un silencio parecido al de
los museos crean un clima discreto. Desde entonces las mesas del
tradicional bar y del famosísimo restaurante Plaza Grill fueron
escenario de encuentros de hombres de negocios con príncipes y políticos
que supieron —y saben— degustar los platos típicos. Huevos Po Parisky,
medallón de lomo Orloff y soufflé glacé Grand Marnier, entre
otras exquisiteces, se servirán este mes como parte de los festejos. El
Menú Histórico tiene su precio por persona, con vinos de la bodega
del hotel, que llegó a contar con un millón de botellas.
La familia de
Ernesto Tornquist
continuó trabajando
en la empresa y aún hoy siguen allí sus herederos; bisnietos y tataranietos
de Don Ernesto. Uno de los bisnietos, Jorge Enrique Shaw, recordó a algunos de los personajes que dejaron su huella en el
Plaza.
La cocina
sigue siendo criolla y francesa, como gustaba a la clase alta porteña de
aquellos tiempos. Todavía se preparan platos como los huevos Po Parisky (pan
ahuecado con huevos pochados) o las mollejas Demidoff. Pero el más
sofisticado es el Pato a la Prensa (para 2 personas), con foie grass, finas
hierbas y oporto, preparado con una de las pocas prensas de plata de
Sudamérica. La anécdota: en 1987 Luciano Pavarotti fue a la reinauguración
del Grill y dejó de souvenir su receta para preparar la salsa. Conserva el
hogar estilo Tudor, ornamentado en bronce; la parrilla de hierro forjado;
las cerámicas Delft holandesas y los abanicos de Pakkah (Pakistán) que
cuelgan del techo.
Después de una negociación que duró más de dos años, el grupo Sutton, dueño
del tradicional hotel Alvear, formalizó la compra del Plaza Hotel,
gerenciado por la cadena Marriott. La operación se concretó por $280
millones e incluyó la compra del 99,77% de las acciones que tenían hasta
ahora más de 60 accionistas, entre ellos los descendientes de las familias
Tornquist y Shaw. Con la compra del Plaza Hotel, el grupo Sutton –dueño
también de la mitad del Llao Llao– amplía su participación en el segmento de
hoteles de lujo. Se suma al nuevo Alvear Art, ubicado en Suipacha, entre
Marcelo T. de Alvear y Santa Fe, el Alvear Tower, en el Dique 2 de Puerto
Madero, cuya apertura está prevista para 2016 y ya está vendido en un 40% y,
finalmente , al Alvear Hotel & Residences, también en Puerto Madero. En
total, será US$ 235 millones de inversión. El grupo (controlado hoy por
David, Salomón e Israel Sutton) nació en los 60, cuando Saúl Sutton creó los
perfumes Cannon. En 1985 compró el Alvear Hotel, que no funcionaba como tal;
en 2000, adquirió Galerías Pacífico y el 50% del lujoso Llao Llao, donde el
50% restante es de IRSA. Y es dueño del Village Caballito.
El emblemático hotel, fundado en 1909, vuelve a llamarse Plaza Hotel a fines
de Mayo del 2013.
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