PALACIO

 

DE

 

 

TRIBUNALES

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

 

PALACIO DE TRIBUNALES

 

En 1903 se demuele el Parque de Artillería para construir el Palacio de los Tribunales terminado en 1910. Sus fachadas están revocadas en símil piedra y constituye una típica obra ecléctica.

 

Ubicación: Talcahuano 550. Año proyecto: 1886. Año Construcción: 1904. Año Inauguración: 1949. El Poder Judicial funcionó en el Cabildo, hasta que en 1886 se resolvió su localización definitiva. La piedra fundamental se colocó en mayo de 1904. Durante los festejos del Centenario de 1910 se inauguró el Salón de Pasos Perdidos donde sesionó la Conferencia Panamericana, y dos años más tarde se instaló la Suprema Corte. En los años subsiguientes le siguieron los distintos tribunales. La construcción avanzó muy lentamente y se concluyó recién en el año 1949.


 

Del hueco al Parque de Artillería

 

Donde hoy se encuentra el Palacio de Tribunales fueron tierras de Juan Gregorio Zamudio, que tenía alrededor de 10 manzanas abandonadas; por ello se lo denominaba “hueco”, y a la zona se la conocía como el “hueco de Zamudio”.


Al morir éste, las tierras se fraccionaron para que cada uno de sus hijos recibiera la parte que le correspondía. Felipe Filiberto Arguibel y Larregui, abuelo de
Encarnación Ezcurra, la esposa de Rosas, compró a los herederos los distintos lotes y cuartos hasta hacerse dueño de la manzana donde hoy se encuentra el Palacio de Justicia.

 

 

Arguibel murió en 1801 y la manzana comprendida por Lavalle, Talcahuano, Libertad y Uruguay, donde tenía su quinta (hoy el solar de los Tribunales), le fue expropiada a sus herederos por la Junta Provisional de Gobierno en 1810 para levantar una fábrica de armas y luego el Parque de Artillería, que anteriormente habían estado en Defensa y Humberto 1°, San Martín y Viamonte, y en Viamonte y Suipacha, frente a lo que se conoció como Plaza del Temple; de allí que la calle Viamonte se la denominaba Del Temple, porque pasaba frente a dicha plaza.
El vendedor fue Juan J. de Ezcurra (suegro de Rosas) y la escritura se firmó el 28 de noviembre de 1818 ante el escribano de gobierno José R. de Basavilbaso, para establecer una fábrica de armas.


El primer director de la fábrica de armas fue Domingo Matheu, designado en ese cargo el 29 de septiembre de 1815.


En ese tiempo
el “hueco” que daba al frente del Parque de Artillería era un basural, hasta que en 1822 se convirtió en plaza. Muy pocas viviendas se encontraban en los alrededores, por lo que el Parque de Artillería aparecía como una construcción imponente, con su frente por Lavalle; de ahí que a esta calle se la conoció durante muchos años por el nombre de Del Parque. Y ese mismo nombre recibió el barrio.


Un muro liso rodeaba la manzana, lo que formaba el edificio de estilo colonial. En su pórtico lucía la estatua de Marte. En la época de Rosas se instaló el arsenal con frente a la calle Uruguay.

 

 

Para 1822 fue instalado un parque de artillería, que poseía una fábrica de armas y un depósito de pólvora. En 1903 se demuele el Parque de Artillería para construir el Palacio de los Tribunales.

 

 

 

Posteriormente se instaló el cuartel, que miraba a la plaza Lavalle, y se ampliaron los talleres. En 1863 el Parque tenía siete almacenes grandes con material de guerra, cinco talleres, una sala de armas, oficinas y habitaciones para sus empleados. En los dos patios se depositaban piezas de artillería y proyectiles de gran calibre, carros y cureñas.

 


Los sones militares, los toques de clarines, el redoble de tambores y las dianas eran los acordes que por muchos años marcaron las horas del día en la apacible zona que se iba transformando con el correr del tiempo.
A medida que el progreso se iba instalando en los distintos barrios o parroquias, como se los denominaba entonces, los primitivos cuarteles y fábricas de armas se fueron trasladando a zonas menos pobladas.

 


En 1872 una comisión de vecinos destacados le solicitó al presidente de la Nación, Domingo Faustino Sarmiento6, el traslado del Parque de Artillería como medida de precaución para protección de la vida del vecindario, que estaba expuesto a una catástrofe como la que se produjo en 1865 en la Plaza San Martín por la explosión del polvorín, que causó más de 70 víctimas. El tiempo pasaba, no se procedía al traslado y los petitorios y protestas continuaban.
Corría el año 1884 y los vecinos al Parque se dirigieron al intendente Torcuato de Alvear quejándose por el humo y el vapor que invadían las calles aledañas, arrojados por las chimeneas y las fraguas de la fábrica de armas. Ese hollín que despedían caía sobre los techos y las aguas de lluvia lo arrastraba a los aljibes, inutilizándolos para el servicio hogareño.


Un año más tarde se ordenó la construcción del
Arsenal Principal de Guerra Esteban de Luca, en las calles Combate de los Pozos, Rincón, avenida Brasil y Juan de Garay. Y muy cerca, en avenida Brasil y Pichincha, lindando con el arsenal, se construyeron los cuarteles. El Regimiento 5° que tenía asiento en el Parque fue trasladado a Campo de Mayo. Pero el viejo Parque siguió en pie.


En 1887 el 2° Batallón del Regimiento 1 de Infantería tenía su cuartel en la esquina de Libertad y Tucumán. En 1888 se instaló el Cuerpo de Bomberos, y al abrirse la Avenida de Mayo se demolió el edificio que ocupaba frente a la
plaza Lorea. Al año siguiente los bomberos lo abandonaron y fue ocupado por el arma de Ingenieros.

 

 

 

 

 

 

En 1902 se dispuso la construcción del palacio de Tribunales frente a  plaza Lavalle. El edificio fue inspirado en el palacio de justicia de Paris, es el original exponente de arquitectura "Beuax Arts" donde las formas y los espacios se organizan no solo criterios plásticos y estéticos típicos del academicismo sino también en relación a la jerarquía y funcionamiento de sus principales componentes.

 

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FOTO 1925-El edificio original fue proyectado por el arquitecto francés Norbert Maillart en 1889, durante la presidencia de Miguel Juárez Celman, pero el Pánico de 1890 paralizó el inicio de la construcción durante casi 20 años. Fue recién durante la segunda presidencia de Julio A. Roca que se retomó el proyecto, aprobándose el inicio de las obras en 1904 e iniciándose en 1905.

 

 

 

EL PALACIO DE TRIBUNALES

 

El estilo dórico, la monumentalidad, las esculturas. Su ornamentación se destaca particularmente en las salas de audiencias. Su proyecto se aprobó en 1890.

 

A partir de 1915 la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas se hizo cargo de las obras, concluyéndolas en 1949. El tratamiento estilístico es notoriamente ecléctico, con ambientaciones inspiradas en la antiguedad grecorromana, extremadamente severo en sus proporciones. Constituye un monumento de alto poder simbólico que contribuyó a afianzar el gusto por la cultura arquitectónica francesa en la arquitectura oficial.

 

El Palacio de Justicia de la Nación (más conocido popularmente como Palacio de Tribunales, o simplemente Tribunales) es un complejo arquitectónico estatal ubicado en Buenos Aires, donde es sede de la Corte Suprema y otros tribunales menores.

 

 

En la primitiva Buenos Aires  abogados y gente de leyes desarrollaban sus actividades bajo los arcos del Cabildo, que también allí albergaba morgue y presidio además de una comisaría.


 

Situado en un extremo de la Av. Roque Saenz Peña, la diagonal que lo une simbólicamente al Poder Ejecutivo (Casa Rosada) que se encuentra ubicado en el otro, este edificio es obra del Arq. Norberto Maillart.


Si bien el proyecto para su construcción databa de 1889, la piedra fundamental fue colocada recién en 1904; una parte de la obra fue inaugurada en 1910 y su habilitación definitiva se produjo en 1942.

 

Ocupa el solar que perteneció al Parque de Artillería del Ministerio de Justicia, por lo que, durante las excavaciones, fueron halladas varias armas, sables, fusiles y hasta un cañón utilizado durante la Guerra del Paraguay. 

Definido como un ejemplo de la arquitectura académica de principios del siglo XX, su lenguaje ecléctico combina diversos elementos: bóvedas con casetones, columnas estriadas, pilastras adosadas, etc.

Como elementos decorativos alterna relieves que representan el Escudo Nacional, hachas rodeadas de haces de varas (símbolo del poder de Roma) y balanzas, (símbolo de la Justicia); remates de grupos escultóricos que flanquean las Tablas de la Ley completan el conjunto.
 
El resultado es un edificio monumental con predominio de lo ancho sobre lo alto, severo y solemne, que no siempre fue aceptado. Al respecto decía el Arq. Federico F. Ortíz : "La absoluta fealdad del edificio de los Tribunales de Buenos Aires es difícil de superar... muestra a las claras, lo que se entendía en aquel entonces por arquitectura de prestigio. Su aspecto adusto es el símbolo de lo oficial y de la pompa que debía tributarse a los poderes públicos." 


 

 

 

Una parte del Palacio de Justicia fue inaugurada en 1910 por el presidente José Figueroa Alcorta, en el marco del Centenario de la Revolución de Mayo. Sin embargo, faltaba aún mucho por construir, y la Corte Suprema se instaló en el nuevo edificio recién en 1912, momento en el cual Maillart se desvincula de la dirección de la obra y abandona la Argentina. En 1914, en el marco del estallido de la Primera Guerra Mundial y por problemas administrativos y presupuestarios, la obra queda suspendida, para retomarse recién en la década de 1920. Hacia 1925, el proyecto original fue modificado sobre la marcha debido al crecimiento del Poder Judicial, de tal forma que el remate original del edificio, que contemplaba una mansarda, cedió a un piso más, ganando la superficie necesaria. En ese momento se agregaron a la fachada las dos estatuas que coronan el remate y sostienen las tablas de la ley. Aún así, faltaban numerosos detalles en los interiores.

 

Donde hoy se encuentra el Palacio de Tribunales fueron tierras de Juan Gregorio Zamudio, que tenía alrededor de 10 manzanas abandonadas; por ello se lo denominaba “hueco”, y a la zona se la conocía como el “hueco de Zamudio”.

 

 

 

Posee 12 ascensores, uno lleva el nombre de "José Groba",
un español que solía recitar poesías para los abogados.

 

 

Su interior alberga en siete pisos, la Corte Suprema de Justicia, diversas Cámaras Nacionales y despachos de jueces, además cuenta con una biblioteca especializada en Derecho y Ciencias Sociales, el Archivo General que reúne los expedientes judiciales de todos los fueros de la Capital Federal y un subsuelo con doscientas celdas para detenidos.

 

Desde el palacio de tribunales- Los despachos de los Jueces se encuentran hacia el frente de Talcahuano, donde se halla también la Sala de Recepción, el Salón de Acuerdos, donde sesiona el Tribunal, y el Gran Salón de Audiencias.

 

 

 La escultura "Justicia" de Rogelio Yrurtia que ocupa el Hall Central, es una réplica, ya que la original, al no haberle sido paga, fue regalada por el artista a una familia amiga, quién la colocó en el Cementerio de Vicente López. Tiene 3 mts de altura.
También llamada "La Equidad", fue entronizada en el hall del Palacio de Justicia en 1959. Es una réplica de la escultura fundida en bronce de Rogelio Yrurtia, ubicada en la bóveda de la familia del Dr. Carlos Delcassé (ubicada en el cementerio de Vicente López, en la provincia de Buenos Aires), quien financió el vaciado del original cuando por problemas presupuestarios, no pudo realizarse para el Palacio de Justicia.

 

Además de la escultura "Justicia" de Rogelio Yrurtia en el interior hay un busto de José de San Martín de Luis Perlotti, y una réplica de la bandera de los Andes, así como el "Patio de Honor" y la Sala de audiencias de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Para diseñar los numerosos ornamentos de la fachada, llegó desde Milán el arquitecto Virginio Colombo, quien terminaría instalándose en Buenos Aires y transformándose en uno de los representantes más brillantes de la corriente art nouveau en la arquitectura local. El busto del Libertador se encontraba originalmente en el hall de entrada del Palacio de Justicia, donde en 1959 se colocó la estatua conocida como De la Equidad o De la Justicia, de 1.800 kilogramos. Esa obra, totalmente en bronce, es una réplica del original en yeso, la cual se exhibe en el Museo Casa de Yrurtia, en el barrio porteño de Belgrano.

 

 Son cuatro las estatuas que coronan el edificio de Tribunales. Las llaman "Guardianas de la Justicia". Siete pisos en ascensor y dos escaleras de pared llevan a la azotea. Allí, las imponentes figuras miran hacia Talcahuano y compiten en altura con los edificios que las rodean. Las imágenes —de estilo neoclásico— representan a cuatro mujeres de pie de 4,50 metros de alto, separadas en grupos de a dos. Están vestidas con largas túnicas con pliegues y tienen las manos apoyadas en una espada. El acceso sobre la calle Talcahuano está flanqueado por seis grandes columnas en cuya parte superior pueden observarse
los mascarones con cara de león.

 

Como elementos decorativos se destacan medallones en relieve de influencia egipcia, alternado el escudo nacional con la balanza de la Justicia y pequeñas hachas rodeadas de haces de varas, símbolos del poder romano.

 

 

 Entre las decoraciones exteriores, llaman la atención los "cráneos de buey" o "Bucrania". Muy utilizados en la arquitectura clásica, en los frisos dóricos, remiten a las cabezas engalanadas de los animales sacrificados que adornaban los templos antiguos.

 

El edificio, en su resultado final, es un original exponente de arquitectura "Beaux Arts" donde las formas y los espacios se organizan no sólo de acuerdo a criterios plásticos y estéticos típicos del Academicismo sino también en relación a la jerarquía y funcionamiento de sus principales componentes.

 

 

El Patio de Honor, antesala de la Sala de Audiencias de la Corte Suprema, es un espacio rodeado de grandes columnas clásicas con capiteles corintios, formando una loggia, presidido por un busto del Gral. José de San Martín, obra de César Perlotti, detrás del cual se ubicó la réplica de la Bandera del Ejército de los Andes. A los costados y en sendas placas de mármol se inscribieron los nombres de los próceres que sancionaron la Constitución Nacional de 1853-1860. Está cubierto por un techo abovedado, repitiendo el casetonado de otros ambientes y/o circulaciones del edificio. El vitreaux, construido con vidrios ingleses blancos y de colores, permite la entrada de la luz natural al Patio.

 

 

 

Techo abovedado en donde se repite el motivo de los casetones, al igual que en diferentes lugares del edificio. El salón es iluminado por una araña de bronce con numerosos brazos y tulipas, y en sus paredes se pueden observar retratos de 16 juristas que presidieron la Corte y de Bartolomé Mitre, pues durante su presidencia se creó -en 1863- la máxima instancia judicial de la Argentina.

 

Sobre los vestíbulos norte y sur, la cubierta transparente (construida con ladrillones de vidrio prismáticos circulares de origen belga sobre una estructura de perfiles de hierro), permiten el paso de la iluminación natural. Transversalmente, estos espacios están surcados en su parte superior por arquitrabes realizados en mármol blanco y de San Luis, con inscripciones doradas que versan las leyendas: "Severidad", "Igualdad", "Verdad", "Justicia", "Derecho", "Ley", pilares de la justicia de nuestro país.
 

 

Columnas estucadas con capiteles corintios y zócalos de granito
de colores.

 

Sobre el mismo, se halla el Escudo Nacional, ejecutado en simil piedra,
el mismo material del revestimiento de la fachada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Sala de Audiencias, es un gran espacio alargado, cubierto por una bóveda de cañón casetonada. Sus paredes están revestidas por boisserie de madera de cedro, el mismo material utilizado en barandas, guardapolvos moblaje etc. Sobre el sitial del Presidente de la Corte, se halla una réplica del "Cristo de los Constituyentes". Está ubicada sobre el acceso principal del edificio, con vistas hacia la plaza Lavalle. Desde el interior del edificio, se accede a través del Patio de Honor. Fue inaugurada en 1942.

 

Varias escenas del laureado filme “El secreto de sus ojos”, dirigido por Juan José Campanella, se filmaron en el Palacio de Justicia.

 

La sala de acuerdos está presidida por un retrato al óleo del Presidente Bartolomé Mitre, quien reuniera mediante la firma de un decreto a la primer Corte Suprema. Es el salón en donde se reúne el Alto Tribunal. Junto con el Salón de Té, el de los Embajadores y la Sala de Audiencias, forman el conjunto de dependencias de uso exclusivo de los miembros de la Corte, orientadas hacia la plaza, sobre la calle Talcahuano.

 

La biblioteca del Palacio es una de las dependencias más concurridas, tanto por funcionarios, magistrados, como por estudiantes de Derecho. Conserva el mobiliario original, así como
los artefactos de iluminación, los que se repiten en diversas oficinas del edificio.

 

El Patio de Honor, antesala de la Sala de Audiencias de la Corte Suprema, es un espacio rodeado de grandes columnas clásicas con capiteles corintios, formando una loggia, presidido por un busto del Gral. José de San Martín, obra de César Perlotti, detrás del cual se ubicó la réplica de la Bandera del Ejército de los Andes. A los costados y en sendas placas de mármol se inscribieron los nombres de los próceres que sancionaron la Constitución Nacional de 1853-1860. Está cubierto por un techo abovedado, repitiendo el casetonado de otros ambientes y/o circulaciones del edificio. El vitreaux, construido con vidrios ingleses blancos y de colores, permite la entrada de la luz natural al Patio.

 

 
SALÓN DE LOS PASOS PERDIDOS: Recorre al edificio desde la planta baja hasta el sexto piso, volcándose hacia él las circulaciones centrales del edificio. Fue el primer salón del edificio en inaugurarse con motivo de ser utilizado para la celebración de los festejos del aniversario de la Revolución de Mayo, el 25 de mayo de 1910, y la inauguración de la Convención Panamericana en julio del mismo año.
 


 

 
           

 

 


 


 

 

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