Comienzo del siglo las grandes tiendas por departamentos, a semejanza de Londres y París, invadieron Buenos Aires. Allí se vendía toda clase de artículos relacionados con la vestimenta y también con el hogar.

A la ciudad de Londres, surgió en la calle Florida con el nombre de “Los Salones Argentinos” hacia el año 1872 con sólo siete empleados, el impulso de los hermanos Jean y Hugo Brun facilitó su crecimiento, lo que los llevó a instalarse en el local que perteneciera en aquellos años a la conocida tienda del francés Arnal, llamada “La Porteña”. Esta tienda se extendía por la calle Peru , desde Avenida de Mayo a Victoria, actual Hipólito Yrigoyen, con ingreso principal por el número 46 de la primera de las calles mencionadas.

Poseía una maravillosa arquitectura interior, con una gran escalera de honor, esculturas y moderna iluminación a gas, tenía además bien nutridas vidrieras de exhibición hacia las tres arterias que llevaron a “A la Ciudad de Londres” a ser considerada en sus tiempos una de las tiendas más elegantes de Buenos Aires. Iniciaron un tratamiento personalizado al cliente, que incluía la devolución de la mercadería si ésta no le resultaba satisfactoria, así como el regalo de globos y juguetes a los niños acompañantes. Fueron pioneros de las ventas a precio fijo, también fue pionera en ofrecer a su personal un porcentaje por las ventas y premios sobre la comercialización de determinados productos. El 19 de agosto de 1910 el edificio de esta tienda se incendió, resultando completamente destruidas sus instalaciones y las mercaderías. Los bomberos salvaron varias vidas, con la colaboración de marineros de la Prefectura. El 10 de octubre del mismo año, la tienda volvió a inaugurarse, ahora en Carlos Pellegrini esquina Corrientes 999 y bajo el rubro Jean Brun y Cia. Ltda. En el mismo sitio funcionara después la tienda de ropa masculina Los 49 Auténticos y luego la Editorial Kapelusz. En la actualidad hay una confitería.

Esta empresa tenia casas de compras en Londres , Paris, New york etc , De allí recibía mercaderías de los diversos ramos: lencería, blusas , modas y confecciones para niñas y niños, bazar y menaje, modelos y confección para señoras, sedas y tejidos, tapicería, mueblería y adornos, mercería, platería, instalaciones para baños, cubiertos, tocador y perfumería, bonetería, artículos para viaje, zapatería, ajuares para novias y recién nacidos, etc, etc ,etc ., Considerándose la mas basta y surtida de Sudamérica . Si en 1872 empleaba siete trabajadores, para 1916 su número era de mas de mil, sin contar los más de 2.500 que fabricaban prendas a domicilio para la firma. Treinta coches especiales y diez carros eran utilizados para los repartos a domicilio y el movimiento de la mercadería desde los talleres, ya que tenía sus depósitos en Barracas.

Fueron varias las que deslumbraron a las mujeres y hombres de la época. Harrods, en Florida 877, la que funcionó como tal hasta hace pocos años. A la Ciudad de Londres en Carlos Pellegrini y Corrientes; Tiendas San Juan, en Alsina y Piedras; La Imperial en Victoria 802, (hoy H. Yrigoyen),

A la Maison de Lingerie, en Suipacha 84, que vendía ajuares para novias; La Piedad en Bartolomé Mitre y Cerrito, Gath & Chaves, con dos magníficos edificios de varios pisos, estaba situada en un primer momento en Florida y Bartolomé Mitre, y luego en Florida y Cangallo.
Los edificios de estas tiendas eran muy suntuosos. Amplios salones estaban ricamente decorados con muebles de caoba, lámparas de cristal, alfombras, tapices, todos importados.
La construcción al mejor estilo parisino, presentaba en algunos casos, salones de té, donde las mujeres se reunían después de hacer las compras.

Durante muchos años las principales tiendas como Harrods y Gath & Chaves rivalizaron, sobre todo en la ornamentación y en los festejos navideños y de reyes.
Allí llegaban para alegría de los chicos el Papá Noel y los Reyes Magos.  Enviaban catálogos y otorgaban créditos.

Los arquitectos Emilio Agrelo y Roland Le Vacher proyectaron un edificio para albergar a las Grandes Tiendas "Bon Marché Argentina" en 1889.
El edificio se pensó a semejanza de la Galería Vittorio Emanuel II de Milán, en la manzana de Córdoba, Florida, Viamonte y San Martín. Ocupó toda esa manzana salvo las esquinas de Córdoba y San Martín y la de Florida y Viamonte.
Las Grandes Tiendas nunca llegaron a funcionar como tales. En 1896 inauguraron sus sedes en este edificio el Museo de Bellas Artes, y la Academia Nacional de Bellas Artes.
En 1908 el "Ferrocarril Buenos Aires Al Pacífico" adquirió la construcción de Córdoba y Florida, más tarde el resto, donde instaló sus oficinas. De allí su nombre de "Edificio Pacífico".
En 1945 se decidió remodelarlo. A la altura del primer piso se techaron los pasajes que lo dividían en 4 partes, con bóvedas de hormigón armado y con una cúpula en la parte central.
Famosos pintores como Castagnino, Spilimbergo, Berni, Urruchúa y Colmenio la decoraron con hermosísimos murales.
Durante muchos años estuvo abandonado y en 1990 el Estudio del Arq. Juan Carlos López y Asoc. lo restauraron y hoy funciona allí un Centro Comercial y el Centro Cultural "Jorge Luis Borges".
Varias de la Grandes Tiendas declinaron durante la primera Guerra Mundial. Otras aparecieron después de la Guerra. Muchas otras casas fueron famosas pero quizá no tan grandes; la Tienda La Reina estaba en Suipacha y Bartolomé Mitre y la zapatería Tonsa en Florida 260. A pesar de que Buenos Aires en muchos aspectos era la París de América, y la suntuosidad se daba en la construcción de las Grandes Tiendas, los vendedores ambulantes continuaron por largo tiempo recorriendo los más diversos lugares, ofreciendo su mercadería.