MUNICIPALIDAD DE

BUENOS

 AIRES

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

Municipalidad de Buenos Aires

Sede de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires



 
La Jefatura de Gobierno de la Ciudad, o lo que vendría a ser el Palacio Municipal es un edificio de estilo academicista del año 1891, encargado por Francisco Bollini y proyectado por el Arquitecto Juan Antonio Buschiazzo. Está erigido sobre terrenos donados al General José de San Martín, a raíz de sus victorias militares. El edificio se inauguró con una cúpula que lucía una aguja más alta que la actual, pero debió ser demolida. Su estilo academicista francés con elementos italianizantes combina techos de mansarda, como en muchos de los edificios ubicados sobre la Av. de Mayo.

 

 Este edificio ocupa el mismo espacio en el que se encontraban el cuartel de Policía y la famosa casa de dos plantas conocida como los altos de Riglos, la cual perteneció a San Martín y luego a Miguel de Riglos. En el siglo XVIII el edificio del seminario, ubicado justo donde se encuentra el comienzo de Avenida de Mayo y el sector Sur de la Jefatura de Gobierno, pasó a utilizarse como cuartel de policía. En 1856, la Municipalidad se instaló en la planta alta del cuartel de Policía. Sin embargo con la apertura de la Avenida de Mayo en 1889, este edificio junto a los tres arcos del ala norte del Cabildo, tuvo que ser demolido. Así en el espacio que sobró, se mandó a construir la nueva Municipalidad, las obras comenzaron el 30 de noviembre de 1890.


Al finalizar la obra, el edificio tenía 5 pisos y 48,20 metros de altura; contaba con 860,02 m² de superficie, con 56,40 metros de frente por Avenida de Mayo y tan sólo 15,45 metros por la calle Bolívar –el lado que da a Plaza de Mayo-, ya que a su lado aún permanecía en pie la vieja casa conocida como los Altos de Riglos. La obra se terminó rápidamente, pero dada la crisis por la que atravesaba el país se tuvo que ahorrar en costos; siendo utilizados elementos decorativos de otros edificios demolidos por la apertura de Avenida de Mayo, como la casa de la familia Zuberbühler.


Más adelante se fueron incorporando a la Municipalidad otros edificios como la ex sede del edificio La Prensa, también construido a finales del siglo XIX, y hoy utilizado como Casa de la Cultura; otro edificio que se sumó al conjunto fue el edificio anexo construido en el mismo lugar en que se encontraba la casa de los Altos de Riglos; la cual fue demolida; dicho edificio anexo fue construido en 1911 y se encuentra en la esquina de Rivadavia y Bolívar.

 

Un detalle curioso es que anteriormente contaba con una entrada en la esquina de Avenida de Mayo y Bolívar la cual fue tapiada y sus escaleras enterradas. En el año 2005 durante una tarea de mantenimiento, se encontró bajo un piso falso, las escaleras de aquella entrada junto a un bollo de papel de diario que indicaba que la reforma en cuestión fue realizada alrededor de 1955.

 

 

 

Imagen poco conocida de la Avenida de Mayo en construcción. La foto es de alrededor del año 1890, y fue tomada en el primer tramo de la Avenida de Mayo, entre las calles Bolívar y Perú. En la foto se puede apreciar el edificio "recortado" de Bolívar y Avenida de Mayo, donde se encontraba la Jefatura de Policía y en su segunda planta funcionaba desde hacía 30 años el gobierno de la municipalidad de Buenos Aires. También se puede ver que el edificio contaba con un patio central rodeado de galerías con arcos. El 30 de noviembre de 1890 comenzó la construcción del nuevo Palacio Municipal, que es el mismo edificio que hoy alberga a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; el 31 de diciembre de 1890 se colocó la piedra fundamental y en marzo de 1893 se inauguró. También se puede ver que las edificaciones que fueron "recortadas" para dar paso a la nueva avenida fueron tapiadas, dando un aspecto temporal bastante desagradable y gris a la nueva arteria en algunas partes, ya que era recorrida por largos muros improvisados y sin ventanas. Pero eso duraría poco tiempo, ya que pronto comenzarían a construirse los bellos edificios y palacios que adornarían al nuevo bulevar con sus distinguidas fachadas.

 

Municipalidad de Buenos Aires, punto inicial de la avenida de Mayo.

 

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Municipalidad de Buenos Aires (fotos panorámicas).

 

 

El edificio tenía un total de 860,02 m² de superficie, con 56,40 metros de frente sobre la Avenida de Mayo y apenas 15,45 a la calle Bolívar. A su costado aún quedaban los Altos de Riglos en pie, y otra casa sobre la calle Rivadavia. En cuanto a su altura, la Intendencia tenía 5 pisos y 48,20 metros hasta la flecha del domo sobre en el que se encuentra el reloj de 4 esferas.

 

 

Avenida de Mayo y Bolívar

 

Al costado del Palacio Municipal está la Casa de la Cultura (ex diario La Prensa). El antiguo Palacio Municipal fue construido en dos etapas. La parte que da a la Avenida de Mayo es la más antigua: las obras comenzaron el 30 de septiembre de 1891. En diciembre de ese año se colocó la piedra fundamental. Se trató de un proyecto austero. El intendente Francisco Bollini, designado por el presidente Carlos Pellegrini, debía afrontar la construcción de la sede municipal, que hasta entonces funcionaba en el Cabildo. Al lado del palacio municipal se avista la tienda: A la ciudad de Londres con sus toldos.

 

 

 

 

 

Hacia 1923 se puede ver la cúpula original del ensanche del edificio.

 

 

Para poder construir la Sede Municipal fueron empleados materiales de la residencia Zuberbühler que había sido demolida para poder así abrir la avenida de Mayo (entre los años 1888 y 1894). En el hall principal de la edificación se ve una placa en la que se menciona a la Virgen del Buen Ayre que fue obsequiada por la Infanta Isabel en la visita que realizo a la Argentina en el año 1910 para los festejos del Centenario.

 

 

 

 

Cuando en 1821 dejó de funcionar el Cabildo, la Legislatura o Sala de Representantes debía dictar una ley de creación de la municipalidad, pero la organización política de la ciudad tardó en llegar, sólo se comenzó a pensar en ello, después de Caseros. El 3 de abril de 1856, se estableció la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, realizándose la sesión de instalación en los altos del Departamento de Policía, que se hallaba ubicado en el N°13 de la calle Bolívar, edificio cuyo frente se extendía aproximadamente desde el eje central de la calzada de la actual Avenida de Mayo, hasta la mitad de lo que hoy es fachada de la Municipalidad, sobre la Plaza de Mayo. Este edificio era una construcción chata y sencilla con techo de tejas. En sus últimos años, cuando pasó a ocuparlo la Municipalidad, tuvo que efectuarse la renovación de todos los techos y la modificación de algunos de sus ambientes. En 1886, al iniciarse los trabajos de la apertura de la Avenida de Mayo la Municipalidad encaró la construcción de su nueva casa. El 11 de octubre de ese año, desalojó el viejo edificio de la Policía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El intendente porteño que más tiempo usó las instalaciones fue Osvaldo Cacciatore, ya que gobernó por 6 años (entre el año 1976 y el 1982), esto pasó durante plena dictadura militar. En el Salón Blanco de la actual sede de gobierno podemos ver una pintura realizada por José Moreno Carbonero en la que se ve representada la fundación de la ciudad. En ella Juan de Garay se encuentra tomando posesión del territorio en nombre de la Corona. La pintura fue donada a la municipalidad por el Rey Alfonso Sien el año 1910 como obsequio por el Centenario de Mayo. La obra fue criticada por varios historiadores de la época, entre los que se encontraba Martiniano Leguizamón. El decía que la imagen del Río de la Plata y el aspecto de Garay no eran verdaderos. Por tal motivo Carbonero pintó una segunda versión en laque se agregaron las modificaciones necesarias. Además se obsequió una copia de Fundación de Buenos Aires al edificio del ayuntamiento de Málaga (su ciudad natal) y desde el año 1927 este cuadro decoro el reverso del billete español de 50 pesos.

 

 

 

 

 

 

El edificio recibió en sus comienzos múltiples críticas negativas de la prensa y la opinión pública. El diario "El tiempo" lo describía en un artículo de 1899 como un portaviandas de fiambreras superpuestas, mientras denostaba que el mal llamado palacio, revocado en cal, disuena completamente con las líneas características del dórico romano. La Nación, se refería a la Municipalidad como fea; mientras Héctor Quesada decía en 1893 sobre la cúpula: se exhibe un reloj de tan pequeña esfera que se requiere de buena vista para distinguir las horas.

Finalmente, el 2 de diciembre de 1899 el Congreso de la Nación autorizó la expropiación de las propiedades de Riglos y adyacentes, y luego de su demolición se proyectó el Ensanche del Palacio Municipal hasta la calle Rivadavia.

 

Las obras, a cargo de los ingenieros Bonneu Ibero, Parodi y Figini, comenzaron en la segunda mitad de 1911 y concluyeron hacia 1914. La nueva sección poseía una cúpula mucho más alta que la del edificio original, en la ochava de la calle Rivadavia, que se veía a la distancia y que alcanzaba los 65 metros hasta su culminación. Con el paso de los años, los problemas estructurales derivados de la falta de mantenimiento forzaron su destrucción y reemplazo por un coronamiento idéntico al de la ochava de la Avenida de Mayo.

 

Una de las entradas al Palacio Municipal, en la esquina de la Avenida de Mayo y la calle Bolívar, fue tapiada y sus escaleras, enterradas, hacia 1955. Realizando tareas de mantenimiento, en el año 2005 se encontró la antigua escalera bajo un falso piso. En ella, un bollo hecho con una hoja de un diario de la época sirvió para imaginar cuando se había realizado la reforma, aunque se desconocen los motivos.

 

El primer club de tenis fue fundado en 1880-

El primer frigorífico se estableció en Campana en 1883.

 

En 1889 la municipalidad prohíbe el lavado de ropa en el río.

 

Hacia fines de 1700 se implementaron un conjunto de medidas procurando sobre todo el trazado e higiene de calles, y se realizaron los primeros ensayos de iluminación, pavimentación, calzadas y desagües. Luego en el siglo XIX el tema de la provisión de agua y los desagües pluviales y cloacales fueron la gran preocupación de la población, que crecía a pasos agigantados.