El
Jardín Botánico
En 1898 se
abre al público el Jardín Botánico de Buenos Aires.
Proyecto elaborado por el
arquitecto paisajista francés Carlos Thays, que falleció en 1934 dejando sus
herederos en el mismo rubro. El botánico está ubicado en un terreno de 8
hectáreas. Se representaron tres estilos en su trazado: el simétrico de
inspiración francesa sobre la Av. Santa Fe; el paisajista, de inspiración
inglesa en las barrancas sobre la Av. Las Heras y el mixto en el área central.
El sector más importante del parque es el dedicado a la flora argentina, con
especies típicas de cada una de las provincias.
Destacados escultores, están presentes a través de sus singulares obras, tales
como Lucio Correa Morales, Alberto Lagos, Leguizamón Pondal, así como Agustín
Querol y Leone Timassi.
Nuestro
Jardín Botánico tiene una división en grandes zonas, que agrupan vegetales de
distintos continentes.
Son sus hectáreas
entre las avenidas Santa Fe, Las Heras y la calle República Árabe Siria, que
cuentan con mas de 2000 especies arbóreas, y otras 2000 reproducciones de las
originales están en los viveros municipales para ser reemplazadas. En su inicio
hubo 5000 especies todas eleccionadas en 1898 por el paisajista Carlos Thays. En
el predio hay cinco invernáculos, uno de los cuales vino de París tras ser
premiado en la famosa Feria donde se exhibió la Torre Eiffel. El edificio
principal, de estilo ingles, data de 1881. El botánico cuenta con biblioteca
especializada, abierta al publico en general y una nutrida población de gatos,
sanos y bien alimentados. Dentro de él, se encuentran demarcados 6 sectores, uno
para cada continente y un sector para plantas autóctonas.
Además hay 5 invernaderos, un museo, una biblioteca y una escuela de jardinería.
Allí se nuclea la flora más variada perteneciente a los distintos continentes
del planeta.
Fue diseñado por el
arquitecto y paisajista francés Carlos Thays en 1898.
Se ubica en las intersecciones de las Av. Santa Fé, Av. Las Heras y la calle
"República Árabe Siria.
El lugar cuenta con 33 obras de
arte entre esculturas, bustos y monumentos. Son de destacar: Los primeros Fríos,
del catalán Miguel Blay y Fábregas; Sagunto, de Querol y Subirats; Figura de
mujer, de la tucumana Lola Mora; Saturnalia, en bronce patinado, por Ernesto
Biondi, una réplica de la célebre Luperca (o Loba Capitolina), una réplica de la
Diana de Versalles -el original corresponde al artista griego antiguo Leocares-,
una bella escultura en mármol de una muchacha desnuda llamada Ondina del Plata
obra de Lucio Correa Morales que se encuentra en medio de un estanque; El
mensaje de Mercurio obra neoclásica debida a Ricardo Celma y Eduardo Lloreda que
substituye a una destruida representación escultórica de tal deidad.
Un conjunto
haciendo un círculo de esculturas en mármol blanco representa a los movimientos
2°, 4° y 5° de la célebre sinfonía Pastoral de Ludwig van Beethoven, estas
esculturas debidas a Leonor Tomassi se llaman respectivamente como los nombres
de los citados movimientos de la ya dicha sinfonía: Escena por la orilla del
río, La tempestad y Canción de los pastores , tal conjunto se completa con una
escultura llamada El despertar de la naturaleza obra de Juan de Pari. Otra
escultura que representa a la diosa Venus -réplica de la Afrodita de Cnido- ;
así como también una pequeña escultura en bronce patinado que representa a
Flora, el monumento donado para el Centenario de Argentina (1910) por el Imperio
austrohúngaro consistente en una especie de obelisco rematado por una esfera
armilar etc.
EDIFICIO DE LA PRIMITIVA
ADMINISTRACIÓN DEL PARQUE
El Jardín Botánico fue inaugurado
el 7 de septiembre de 1898 (acaba de cumplir 113 años) por iniciativa de Carlos
Thays, aquel arquitecto y paisajista francés que diseñó muchos de los parques y
plazas que hoy disfruta Buenos Aires. La mitología urbana dice que, a finales de
la época colonial, en aquellos terrenos habría estado lo que se conocía como “el
almacén de la pólvora” o “polvorín de Cueli”, por el nombre una familia que
habitaba la zona.
haga
click en la imagen para ampliar - (fotos panorámicas)
Entrada al
botánico, el estanque de Nenufares, en frente estaba la primitiva edificación de
la administración del parque y en el estanque esta la escultura obra de Lucio
Correa Morales. Figura (reproducción de mármol de Carrara) presenta fisuras año
a año cada vez mas terminales, desde la base circular que la contiene como
también parte del paño que ayuda al sostén de la figura pueden observarse de
corta distancia fisuras varias superiores a los 0.5 milímetros en ambos sentidos
(transversales y longitudinales); el pié adelantado esta quebrado totalmente lo
que hace peligrar la estabilidad de la escultura; además faltantes en su mano
derecha, dos dedos uno reparado, el restante ausente.
Entrada al
botánico, en frente estaba la primitiva edificación de la administración del
parque y la escultura denominada "la ondina de plata" obra de Lucio Correa
Morales.
Escultura
de mármol del argentino Lucio Correa Morales. Es una pieza de sello academicista
que, aún cuando evoca a las ninfas del agua de la mitología escandinava, buscó
ser un homenaje a la mujer americana. El yeso original de esta obra, realizada
mientras el autor se formaba en Florencia gracias a una beca otorgada por
Sarmiento, integra hoy el patrimonio del Museo de Bellas Artes de Mendoza. La
primera versión en mármol de esta escultura es la que se encuentra emplazada en
el centro de la fuente La Primavera en el Jardín Botánico Carlos Thays.
Se considera a Lucio Correa Morales (1852-1923) como el fundador de la escultura
en la Argentina. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de Florencia y
regresó al país en 1882, cuando expuso sus primeras obras relevantes: Indio
Pampa y El Río de la Plata. Hasta su desaparición siguió creando obras notables,
inspiradas en temas nacionales, como Falucho, El Gaucho o La Cautiva.
Correa Morales viajaba por el interior del país observando a criollos y
aborígenes, a quienes inmortalizó en sus más sensibles creaciones. Fue un
notable docente en la Universidad de Buenos Aires, la Escuela Normal de
Profesores y la Sociedad Estímulo de Bellas Artes donde formó a discípulos con
brillo propio, como Rogelio Yrurtia, Pedro Zonza Briano y Miguel Ángel de Rosa
Este
edificio Central de estilo Ingles fue inaugurado en 1881. Aquí vivió el
paisajista francés Carlos Thays con su familia los años que que fue director de
Parques y Paseos de Buenos Aires. Hasta 1888 el Jardín Botánico y el Jardín
Zoológico fueron uno solo. Ese año los separaron.
La escultura “El Aguatero” (L´AQUAIOLO) estuvo ubicada en la plaza San
Martín. Un niño semidesnudo, descalzo, en la tarea de vender agua”.
Monumento donado por el Dr. Paz a la Municipalidad. Realizado por
Vicente Gemito en 1919. Un intento de robo hizo que la obra esté
actualmente en el Botánico desde 1988, que la resguarda de todo ataque
del vandalismo urbano, colocando una copia en su emplazamiento original.
Fue en Nápoles, su ciudad natal, donde tras una larga estancia parisina Gemito realizó esta estatua. Gemito forma parte de los escultores de la
segunda mitad del siglo XIX llamados neoflorentinos, que se inspiraron
del Renacimiento Italiano. Pero también se inspira de las estatuaria
romana antigua, de los numerosos faunos en bronce, de cuerpos gráciles,
descubiertos en las ruinas de las lujosas villas de Pompeya y de
Herculano.
El edifico de ladrillos, que
ahora es la Dirección del Botánico, había sido construido por el ingeniero
militar Jordan Wysocky de origen polaco, y construido por Pedro Serechetti en
1881 para el Departamento Nacional de Agricultura. La administración del Jardín
Botánico se integra a la dirección de espacios verdes del Gobierno de la ciudad,
se trata de un edificio de dos pisos que fue sede del departamento de
agricultura Nacional en 1894, luego Museo Histórico Nacional de 1894 a 1896 y
desde 1897 edificio Municipal. Los ladrillos a la vista le dan un porte
especial. Funcionó como un lugar de gatos abandonados. La Dirección de Paseos
toma posesión del edificio, el Museo Histórico se traslada a Parque Lezama. La
estatua que se ve allí es del español Miguel Bay y Fábrega (1866 - 1936), y se
llama Los Primeros Fríos.
El herbario es una
"biblioteca vegetal" y, a partir de su puesta en valor, los especialistas podrán
consultar en forma ordenada y sistematizada la gran diversidad vegetal que
existe en el Botánico, desde sus comienzos hasta la actualidad. Allí, las
especies vegetales se dispondrán, una vez deshidratadas, junto con su
descripción y características típicas. Su Biblioteca Botánica cuenta con 1.000
libros y 10.000 publicaciones de todo el mundo, libremente disponibles por los
visitantes, y el Museo Botánico.
Este herbario es histórico, ya que se encuentra entre los más antiguos del país.
Entre sus ejemplares más destacados se encuentran una "Acacia melanoxylon", del
año 1825 procedente del Jardín Botánico de Sydney, y un "Ulmus carpinifolia",
del año 1880 donado por el Jardín Botánico de Hungría.
El gran
Invernáculo con estructura de hierro y vidrio, fue premiado en la Exposición de
París en 1889. El invernadero fue instalado allí en 1900, tras recibir un premio
en la Exposición Universal con que los franceses y el mundo celebraron el
Centenario del comienzo de aquella Revolución que promovía libertad, igualdad y
fraternidad. Dentro del parque funcionan la Escuela de Jardinería "Cristóbal Hicken", el Museo Botánico, una biblioteca especializada y la Dirección de
Paseos del Gobierno de la Ciudad, que ocupa desde 1897 un inmueble proyectado
por el ingeniero Jordán Wysocky, con cuatro torres octogonales en las esquinas y
fachadas de ladrillo a la vista. La Biblioteca Botánica cuenta con 1.000 libros
y 10.000 publicaciones de todo el mundo, libremente disponibles por los
visitantes, y el Museo Botánico. Se divisa el Grupo escultórico Saturnalia.
Otro de
los atractivos del Jardín Botánico son sus cinco invernaderos.
En abril
de 1996 el invernadero fue declarado Monumento Histórico Nacional.
El invernáculo
N° 1, estilo art nouveau es el que más se destaca en el Jardín Botánico, llegó a
Buenos Aires de Francia en 1900, luego de que lo premiaran en la Exposición
Universal de París de 1889. Se considera que es el
único de su tipo que se conserva en el mundo.
Representa un magnífico ejemplo de la utilización de hierro y vidrio en las
construcciones de principio de siglo. Refugia alrededor de dos mil quinientas
especies tropicales con predominio de helechos, de los cuales hay allí doce
especies. Se considera el último en su estilo en todo el mundo.
Mide treinta y
cinco metros de largo y ocho de ancho.
con una cúpula
central que llega a los cinco metros de altura.
Mismo
sector años atrás.
En él se
resguardan especies diversas regiones cálidas, como los helechos (cerca de mil
ejemplares), orquídeas o palmeras, como la areca bestiaria llegada desde Nueva
Guinea. En abril de 1996 fue declarado Monumento Histórico Nacional.
El
espectacular Pabellón
Argentino, también fue ganador de un primer premio en la misma
exposición de 1889 y que los argentinos no supimos preservar. Lo había diseñado
el arquitecto francés Albert Ballú y su moderna estructura de hierro y vidrio,
totalmente desmontable, ocupaba unos 1.600 metros cuadrados. Algunas de sus
partes aún se destacan en la Ciudad, aunque de aquella magnífica obra que
durante unos años engalanó los alrededores de la plaza San Martín, en Retiro,
poco es lo que queda.
Reproducción en mármol inspirada en la célebre “Venus” de la Villa Medici. Antonio
Canovas (copia)- Se trata de un desnudo artístico femenino con el cuerpo
cubierto parcialmente por un tenue velo que evoca a Venus, diosa de la Belleza.
La Venus de Medici (circa 100 AC), fue documentada por primera vez en 1638 en la
Villa Medici de Roma. Está firmada por Cleomenes, hijo de Apolodoro, pero en el
siglo XVIII su fama como modelo de belleza femenina era tan grande que se dudó
de la autenticidad de la firma y se atribuyó la estatua a nombres tan ilustres
como Fidias y Praxíteles (con cuya Afrodita de Cnido tiene cierto parecido en la
pose). Aunque hay varias Venus esculpidas –es una de las antigüedades más
copiadas de la historia del arte-, la original Venus de Medici supera a todas en
fama. Fue uno de los botines más valiosos que Napoleón se llevó a Francia cuando
Italia estaba bajo su yugo, donde la mantuvo entre 1803 y 1815.
Jardín Botánico - Jardín
Francés - Estatuilla de Mercurio
El Botánico tiene sus
propios túneles. Pertenecieron a un antiguo polvorín y son restos de una
edificación desaparecida en 1900. Se lo conoce como polvorín de Cueli o de la
patria. Esta en el invernadero caliente. Fue usado durante las invasiones
inglesas. La familia Cueli era propietaria de esas tierras muchísimos años
atrás.
Los invernaderos se dividen
en fríos y calientes.
La escuela municipal de
Jardinería Cristóbal Hicken funciona dentro del jardín botánico.
Esculturas
Joyas
Escultóricas de nuestra ciudad
Cobija numerosas y bellas obras
de arte que vale la pena conocer como "La Primavera" u "Ondina de Plata", "Loba
Romana", "Mercurio", "Venus"; otros grupos magníficos como "Saturnalia", las
estatuas de mármol que simbolizan movimientos de la VI sinfonía de Beethoven
denominada "La Pastoral", y el grupo escultórico "El Despertar de la
Naturaleza".
"El despertar de la naturaleza". Grupo escultórico de mármol de notable
belleza, perteneciente al escultor italiano Juan De Pari. Esta obra es
Patrimonio Nacional. Representa el sueño interrumpido de dos niñas, una de pie y
otra arrodillada, que con su hermosura hacen vibrar el entorno. Se inauguró el 5
de octubre de 1938. El municipio adquirió el yeso en 1931, al fallecer su autor,
realizando su reproducción en mármol blanco de Carrara en 1938.
El Despertar de la Naturaleza
Juan de Pari- Juan De Pari nació en Milán, Italia, en 1857 y falleció en 1931.
Vino a nuestro país en 1886.
I Tiempo
de la VI Sinfonía de Beethoven- Tomassi Leone
Otra
inspirada en la Sinfonía Pastoral - inaugurada en 1914 en la plaza Arenales. En
setiembre de 1975 se traslada a su ubicación actual. Representa a una pastora
escuchando el canto que produce el arroyo al deslizarse por el bosque, llevando
sobre sus hombros un cordero.
AMAZONA
Estatua de piedra. Reproducción de obra sita en el Vaticano.. Ubicación: 1º
Parque Gral. Paz (Republiquetas - Avda. de los Constituyentes - Avda. Gral. Paz
- Aizpurúa) 2º Jardín Botánico (1968)
Escultura
" Los Primeros Frios" de Miguel Blay. Es del español Miguel Bay y
Fábrega (1866 - 1936).
Es una
serie de piezas escultóricas realizadas en mármol por el artista italiano Leone
Tommasi (1903-1965), inspiradas en la Sinfonía Pastoral de Beethoven. Esta serie
llegó a la Argentina en distintos años: en 1951 lo hicieron las que
representaban el IV y V movimiento (2 estatuas), en 1952 el I y III (2 estatuas)
y en 1953 el II (1 estatua). Fueron guardadas en depósito y restauradas en 1962.
Dos de ellas se instalaron en la intersección de las calles Salvador María del
Carril y Segurola y hoy se desconoce su paradero. Las tres piezas restantes
fueron emplazadas en el Jardín Botánico el 3 de septiembre de 1975. V TIEMPO Este
grupo escultórico está expresado por dos figuras, un desnudo masculino y uno
femenino, en actitud de agradecimiento a Dios por la providencial lluvia caída,
que se demuestra en la sinfonía con un himno de reconocimiento. Leone Tommasi
nació en Pietrasanta, Italia, lugar donde pasó la mayor parte de su vida y que,
gracias a él, inició su florecimiento como centro de los grandes artistas del
mármol. Ha sido llamada, por eso, la pequeña Atenas. Estudió primero en la
Academia de Bellas Artes de Roma y la de Brera en Milán. Durante 20 años fue
profesor en la Escuela de Arte Estático de Pietrasanta. A pesar de haberse
dedicado extensamente a la escultura, fue un eximio pintor, considerado el más
grande acuarelista de su época. Entre 1950 y 1954 viajó a la Argentina para
realizar las grandes estatuas de contenido social que se colocaron en el
frontispicio superior de la Fundación Eva Perón y las proyectadas estatuas que
conformarían un colosal grupo escultórico, de más de 100 metros de altura, en
homenaje al Descamisado. Tommasi era el escultor preferido de Evita y, aunque no
terminó su obra, llegó a construir varias piezas que fueron descabezadas y
arrojadas al riachuelo por los partidarios del golpe de Estado que derrocó al
gobierno peronista en 1955. En 1996 el presidente Carlos Menem encargó la
búsqueda de las estatuas en el fondo del río donde se encontraron tres que
fueron trasladadas a la Quinta de San Vicente, hoy convertida en Museo.
El Beso", una obra grandiosa
realizada en mármol. El escultor
fue el francés Jean Paul
Baptiste Gask, se encuentra en
el Parque “Tres de Febrero”
(bosques de Palermo), ubicado
sobre el lago a la vera de la
Av. Infanta Isabel, en la Ciudad
de Buenos Aires. “Representa a
Leandro y Hero de la mitología
griega. Hero era una sacerdotisa
de Afrodita, vivía en una torre
en Sestos, en el extremo del
Helesponto. Leandro, un joven de
Abidos vivía en el otro lado del
estrecho, se enamoró de ella y
cada noche cruzaba el Helesponto
a nado para estar con Hero. Ella
debía encender una lámpara cada
noche en lo alto de la torre
para guiarle. Se vieron durante
el cálido verano. Pero una
tormentosa noche de invierno las
olas sacudieron a Leandro en el
mar y el viento apagó la luz de
Hero, por lo que el amante
perdió el camino y pereció
ahogado. Hero se lanzó desde la
torre, muriendo también”.
"Grupo Escultórico
Saturnalia" de Ernesto Biondi. Inaugurada en 1963. Se emplazó en el club
ciudad hasta que fue trasladada en el 1988 a su ubicación actual.
jardines-loba
Escultura
"Sagunto" de Querol y Subirats. Es una obra del escultor catalán
Agustín Querol, el mismo que iniciara el monumento llamado De los Españoles (La
Carta Magna y las cuatro regiones argentinas). Sagunto es un homenaje a la
heroica ciudad ibérica que 218 años A. de C. fuera atacada por las tropas de
Aníbal, jefe cartaginés. Las obra presenta a una madre que ante lo inminente,
sacrifica a su hijo y se quita la vida. Esta obra fue realizada en mármol de
Carrara y mide dos metros de largo. Fue adquirida en Europa por Eduardo
Schiaffino y se colocó inicialmente en la Plaza San Martín, en 1908. En 1954 se
guardó en un depósito municipal, por considerarla de fuerte impacto emocional y
en 1961 se la vio en la Plaza España. En el año 1974 se instaló este bello grupo
escultórico del Jardín Botánico.
Escultura
"Flora Argentina".
Estatua sobre un pedestal
artístico realizado en mármol negro de Suecia pulido, se apoya la figura
femenina juvenil de una adolescente en actitud reclinada, expresa juventud,
belleza, placidez de ensueño, realizada en bronce patinado. Lo sensual, es
anulado por la expresión espiritual de la obra, que la concepción artística
evidencia con elocuente espiritualidad. El proyecto de ordenanza disponiendo la
adquisición de la obra Flor de Juventud, del escultor Pedro Zonza Briano
de 1,14 m de altura y 0.63 ancho mas 1.10 profundidad. Se emplazo en el template
de el rosedal en 1928. Fue adquirida por Carlos Thays.
"Plegaria de la India
Tehuelche". Obra perteneciente al escultor Nicolás
I. Bardas, realizada en cemento patinado imitando bronce. Representa a una mujer
indígena en actitud de oración. Tras varios años dedicados a su restauración, es
la obra más recientemente emplazada en el Jardín Botánico. Fue colocada al lado
de la casa principal en abril de 2010. Bardas Nicolás Isidro(1891 – 1952) ; gran
escultor y pintor argentino. Los tehuelches, eran denominados "patagones" en su
encuentro con los españoles, aunque en su propia lengua se denominaban chon,
"hombre".
La Cigale - mármol de
carrara de Felix Maurice Charpentier, 1904, en Plaza Holanda-
Av. Infanta Isabel y Av.
Presidente Montt. Desde su inauguración el 21 de septiembre de 1906, dicha obra
fue traída desde Francia conjuntamente con otras piezas para decorar los parques
y jardines de la ciudad por Carlos Thays.
Bañista - Autor: Mauricio
Esteban Falconet (Francés, 1716 - 1791) -
La Flora -
Autor: Renato Fremin (Francés, 1672 - 1744)
Réplica de
la Escultura de la Loba Romana (el original está en el Parque Lezama).
Escultura
"Canto de la Cosechadora" es una reproducción anónima realizada en mármol que
representa la figura de una mujer acarreando consigo las mieses recién segadas
de la cosecha.
Se encuentra emplazada en el
Jardín Botánico.
La
Escultura "La Primavera" de Léon Ernest Drivier (1869-1943) estaba emplazada en
la Pérgola del Lago y posteriormente fue trasladada a la Plaza Justo J. de
Urquiza, a pedido del Museo Nacional de Bellas Artes.
Monumento,“La esclavitud”
Lo que
refleja este monumento, realizado en 1881, es un tema doloroso de nuestro
pasado.
Se titula “La esclavitud”, aunque algunos lo conocen como “El esclavo”. Para
encontrarlo hay que llegar hasta Palermo y buscarlo cerca del cruce de las
avenidas Sarmiento y Figueroa Alcorta. Está instalado en la plaza Sicilia, a
unos metros de la avenida Intendente Berro (la que pasa frente al Jardín
Japonés), detrás de un viejo chalet que alguna vez fue orgullosa edificación y
que ahora muestra un estado de abandono lamentable.
La escultura, del tamaño real de una figura humana, fue realizada por Francisco
Cafferata, un artista nacido el 28 de febrero de 1861 en La Boca, un barrio por
entonces con mayoría de inmigrantes italianos, como sus padres. Cafferata
estudió dibujo con Julio Laguens y luego, en su adolescencia, vivió ocho años en
Florencia, donde se formó con los escultores Urbano Lucchesi y Augusto Pasaglia.
Su vida tuvo un trágico final: se suicidó el 28 de noviembre de 1890.
Pero entre sus muchas obras dejó “La esclavitud”, que realizó cuando tenía 20
años. Se hizo, como está grabado en su base, en la “Fundición de A. Jonis —
Calle Malavia (sic) 434 — Bs. As.”. Y en 1882 fue exhibida y premiada con la
medalla de oro en la Exposición Continental desarrollada en la Capital. El
municipio porteño la compró en 1905.
La figura (un hombre de raza negra, desnudo) muestra sus muñecas encadenadas y
aparece caída, en una actitud de total resignación. El equilibrio del trabajo,
realizado en bronce, está rematado por la cabeza, de una gran belleza, y que
merece apreciarse desde todos los ángulos. El artista consideró que aquella
doliente imagen del esclavo no debía estar de pie sino abatida y llena de
impotencia, reflejando su situación de persona vencida.
Los primeros esclavos negros fueron traídos a Buenos Aires en 1587, apenas siete
años después de la segunda fundación. Y se estima que hacia fines del siglo
XVIII el 35% de su población era de esa raza. Sometidos a los peores trabajos,
en la piel de muchos estaban las huellas del carimbado. Es decir: el herrado a
fuego con la marca del “importador” y luego la del “propietario”.
Los principales “mercados de venta de esclavos” en la Ciudad estuvieron en la
zona de Retiro y del Parque Lezama. Aunque en 1813 hubo avances con la
declaración de la libertad de vientres (determinaba que los hijos de esclavos ya
nacían libres), la abolición total en la Argentina recién se logró con la
Constitución Nacional de 1853. De todas maneras, 131 años después de su
realización, la obra de Francisco Cafferata sigue allí en un sector del Parque
Tres de Febrero, reflejando aquella situación que vivieron y sufrieron miles de
personas.
Diferente es el símbolo que, cruzando la avenida Berro, se encuentra en la plaza
Irán. Es la réplica de una gran columna como las que sostenían el techo de la
Apadana de Persépolis, que era la sala de audiencias de los emperadores de la
antigua Persia. Aquel edificio se comenzó a construir, por pedido de Darío I El
Grande, cerca del 512 a. C. El capitel de la de Buenos Aires, a 20 metros de
altura, está rematado por dos grandes cabezas de buey. Esta columna, realizada
en piedra, fue donada por Irán a la Municipalidad de Buenos Aires el 12 de mayo
de 1965, aunque recién se inauguró una década después. Pero esa es otra
historia.
- Columna
Meteorológica -También conocida como Columna del Tiempo-
Autor:
Ing. José Marcovich (austriaco de origen croata) -
La mayoría
de las colectividades extranjeras al acercarse el centenario de la revolución de
mayo resolvieron festejarlo donando monumentos, fuentes, torres etc. Los
astro-húngaros nos donaron este monumento. Un monumento Art Nouveau de mármol
blanco pulido, circundada por tres escalones, sobre una plataforma circular de
granito. La obra está coronada por una esfera de bronce, representando la bóveda
celeste, con un círculo zodiacal, mientras que en su interior otra esfera
representa la tierra, con sus cinco continentes. En su origen (1911) contaba con
los más revolucionarios instrumentos de meteorología provenientes de Viena: un
reloj solar para marcar la hora local y ocho relojes que marcaban la hora de
Londres, París, Berlín, Viena, Roma, Tokio, Nueva York y Madrid. La columna fue
emplazada sobre Perú y Alsina donde estaba el Mercado Central, lugar de la que
fue movida al desaparecer el solar con el ensanchamiento de la Av. 9 de Julio.
Dado a la complejidad de su confección esta columna no pudo traerse dentro de la
fecha programada. El material de precisión estaba compuesto por : Los 8 relojes
mas el reloj maestro, mas el barografomo, el termógrafo modelo, el
hidrómetro modelo, el termómetro de máxima y mínima, un psicrómetro a termómetro
húmedo y seco y un panel de instrucciones para interpretar los gráficos de los
instrumentos. muy poco después esta columna fue mudada a la plaza Rodríguez Peña
y de allí al Jardín Botánico donde se encuentra en la actualidad.
Lamentablemente, los valiosos instrumentos fueron robados, perdiéndose su rastro
y jamás han sido repuestos.
La columna
meteorológica de Buenos Aires el día de su inauguración.
Pueden apreciarse los instrumentos meteorológicos en la parte inferior, los
relojes en el extremo superior y la esfera celeste de bronce.
Se aprecia la esfera
celeste, el círculo zodiacal y el globo terráqueo en su interior.
A solo un año de su
inauguración se le retiraron los aparatos ya que fueron destinados para el
laboratorio de gas de la municipalidad situado en Moreno 330 ???
Hoy
se observa que no solo faltan los relojes y el instrumental sino las puertas de
las vitrinas y las manijas de bronce.
PLANETARIO GALILEO
GALILEI
En
Sarmiento y Belisario Roldan, cuya característica bóveda se ve desde lejos,
emergiendo del entrono verde.
JARDÍN JAPONÉS
Los jardines japoneses son obras de arte que expresan la belleza de la
naturaleza, como así también valores espirituales. Son herederos de una historia
de mil trescientos años y en sus comienzos estuvieron muy influenciados por los
modelos chinos. Sin embargo, en el transcurso del tiempo, la combinación de
elementos nativos y foráneos fue produciendo un estilo netamente japonés. Uno de los paseos mas lindos del barrio, inaugurado el 3 de Febrero de 1967
para la visita de los entonces príncipes herederos Akihito y Michiko, hoy
emperadores. Diez años mas tarde, una paisajista japonesa
lo rediseño inspirándose en los jardines de los templos zen.
Es uno de
los jardines japoneses más grandes del mundo. Está ubicado en el Parque Tres de
Febrero. Fue creado en 1967 como muestra de agradecimiento de la colectividad
japonesa residente en Argentina. Diez años después, la paisajista Yasuo Inomata
lo rediseñó tomando como modelo a los jardines Zen, que son los que se
encuentran como acceso principal a los templos.
La extensión del terreno es de casi dos hectáreas. En su interior se encuentra
un lago artificial que ocupa el 70 por ciento del lugar y posee varios puentes e
islotes. El principal es La Isla de los Dioses, al que se accede a través del
puente curvo o Puente de la Buena Ventura.
La flora del lugar está compuesta por 150 especies, muchas fueron traídas desde
Japón. Entre las principales atracciones del lugar se encuentra el Monumento al
Inmigrante Japonés –en homenaje a la colectividad fundadora– y La Campana de la
Paz, con la que todos los años se celebra el día de paz mundial. El jardín tiene
una confitería de comida oriental y un pabellón cultural Casa del Té, donde se
organizan exposiciones, espectáculos y conferencias relacionados con la cultura
japonesa.
El parque permanece abierto durante todo el año. El Jardín Japonés, Casares y
Adolfo Berro, fue donado a la Argentina por el príncipe Akihito en 1967. El
diseño responde a los principios del budismo zen, que convierte el entorno
natural en espacio de meditación.
La forma del “puente de Dios”,
sumamente difícil de atravesar y de curva pronunciada, representa el camino al
Paraíso. Otro puente zigzagueante, llamado “de las Decisiones”, simboliza los
vaivenes de la vida. Los puentes conectan dos mundos distintos, el espiritual y
el cotidiano. Un puente une dos mundos, como ser el de los hombres con el de los
dioses.
Una de las
fuentes: Revista LUGARES (Lo mejor de Buenos Aires).
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