Nació con la denominación de Hipódromo Argentino, sobre la entonces
avenida Vértiz, que después se convirtió en Libertador, y se le agregó
el nombre del barrio sólo en 1953. Sus antecedentes fueron las carreras
cuadreras, que en la segunda década de 1800 llegaron de zonas rurales
para disputarse en la "quinta de Reid", cerca de Barracas, y luego, en
la "quinta de White".
El
edificio central data de 1908, es de piedra y cemento y ha sido obra del
arquitecto Louis Faure Dujarric.
La creciente cantidad de
público que convocaba el Hipódromo Argentino hizo que en 1857 se
construyera un circuito más apropiado, el Hipódromo de Belgrano, el
primero de estilo europeo, que, aunque sin mucha regularidad, funcionó
en un predio situado entre las actuales calles Olazábal, Cramer, Melián
y Pampa. Cerró en 1875.
Funcionaba
allí el “Circo
de las
Carreras”,
un hipódromo que “ocupaba unas 30 manzanas en lo que hoy es Belgrano R”
, destinado a celebrar “carreras
inglesas”, lo que aparece como premonitorio de la importancia que tendrá
esta colectividad en el desarrollo y la conformación identitaria de
Belgrano “R”.
En efecto, con
la habilitación de la estación de Belgrano del ferrocarril Buenos Aires
a Campana (posteriormente a Rosario, y de donde adoptará la letra “R”)
ubicada entre las actuales calles La Pampa, Freire, Echeverría y
Zapiola, las autoridades del pueblo deciden dividir y lotear las 30
manzanas que ocupaba el
circo
(1886). El plano fue realizado por Rafael Hernández.
Con el tiempo llegará el “tranwaycito” que corría por la actual
Echeverría hasta Crámer, donde se esperaba que “ocupasen el vehículo los
vecinos del barrio de Campana (actual Belgrano “R”)” para retornar a las
Barrancas del bajo. La mención al barrio de Campana como antecedente de
Belgrano “R” figura en varios apartados de la obra de Carrera,
como en la de otros historiadores de la zona.
"Todo lo que se llamó Avenida Vértiz a la altura del
Hipódromo,
era anteriormente pantanos y bañados: la instalación del hipódromo en la
parte llamada Potreros de la Policía mejoró la zona, en donde las aguas
llegaban a veces hasta Luis María Campos".
El 7 de Mayo de 1876 se
inauguraba, en los terrenos lindantes con el Parque Tres de Febrero, el
Hipódromo Argentino de Palermo. Ese
día los tranvías no dieron abasto y tampoco los trenes: a pesar de los
50 vagones que el ferrocarril puso a su disposición, muchos se quedaron
sin ver esas primeras siete
carreras.
En
esa oportunidad, el caballo "Resbaloso", ganó la primera carrera
ante 10 mil personas.
El culto por la competencia de equinos que cultivaban los gauchos y
algunos "señoritos" ingleses, caló hondo en la ciudad. El edificio
original del Hipódromo consistía en una tribuna para 1600 personas con
40 palcos para familias y amplios jardines. El Hipódromo fue inaugurado
en 1876, pero recién en 1908 fue inaugurada la actual tribuna oficial y
los grandes portales de acceso por la Av. del Libertador, completándose
las obras, que estuvieron a cargo del arquitecto francés Louis Fauré
Dujarric, en 1909.
A comienzos de ese
año, en un área del parque Tres de Febrero, en los alfalfares del vasto
terreno que perteneció a Rosas, se habían iniciado los trabajos de lo
que sería el nuevo hipódromo, por iniciativa de la Sociedad Hipódromo
Argentino (SHA) en convenio con la Municipalidad de Buenos Aires, que
desde 1888 tenía posesión sobre esa zona.
Con la dirección de Néstor Paris, el emprendimiento, que incluyó una
tribuna para 1600 personas y palcos para familias, quedó concretado en
algo más de 12 meses, en marzo de 1876. La fecha pensada para la
inauguración, el 23 de abril, se frustró por una lluvia torrencial, ya
que, lógicamente, el flamante campo hípico no disponía del sofisticado
sistema de drenaje con que cuenta hoy. De modo que la fiesta se concretó
finalmente el 7 de mayo, con una multitud calculada en 10.000 personas,
que vieron ganar la primera carrera al caballo Resbaloso.
Antigua tribuna oficial del
Hipódromo de Palermo 1885 con cúpula- El 5 de octubre de 1884 se corrió la
primera carrera de el gran premio Nacional, en presencia del presidente
Julio Roca. La victoria fue para el caballo Souvenir montado en un
jinete de tan solo 8 años. Este edificio se reemplaza en 1908 por otro
de piedra y cemento.
Las primitivas instalaciones del Hipódromo.
Era manejado
por una Junta Directiva entre cuyos miembros estaban Carlos Pellegrini y
Emilio Mitre. El establecimiento tuvo por finalidad contribuir al
esparcimiento de la
sociedad porteña y además
fomentar la raza caballar. Durante los primeros años las reuniones de
carreras eran esporádicas y dependían del
estado del
tiempo.
1910
Con respecto al Hipódromo del
Jockey Club, el mismo funcionaba como un apéndice del Club y reunía a miembros
de la alta
sociedad porteña. El
Hipódromo de Palermo se inauguró en mayo de 1876.
Por los amplios jardines
paseaban elegantes señores de levita y mujeres con miriñaque.
Reunión en el
Hipódromo (1-2) Mariano Unzué, (4)Villanueva, (5) Güiraldes, (6)
González Segura,(7) Castex, (8)Juan Cano y otros.
haga click en la imagen para ampliar
(VARIAS FOTOS PANORÁMICAS)
PRIMITIVAS
INSTALACIONES - AÑO 1899-
En 1908 la
Tribuna Oficial fue reemplazada por la actual, con capacidad para 2000 personas,
obra del Arquitecto francés Faure Dujarric. Tres años
más tarde, en
1911, se
construyó la confitería París. El
establecimiento tuvo por finalidad contribuir al esparcimiento de la
sociedad porteña y además
fomentar la raza caballar. Durante los primeros años las reuniones de carreras
eran esporádicas y dependían del
estado del
tiempo.
A lo largo
de sus 120 años el Hipódromo Argentino de Palermo (denominado así desde 1953)
vio desfilar por sus arenas a los más grandes representantes de la actividad turfística, como los brillantes jockeys Domingo Torterolo, Máximo Acosta, Irineo
Leguisamo y Marina Lezcano y los gloriosos caballos Old Man, Botafogo, La
Mansión y Yatasto entre otros, teniendo además como ilustres visitantes a los
presidentes Julio A. Roca, José Figueroa Alcorta, Carlos Pellegrini, Hipólito
Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear y Ramón Castillo entre otros.
La Tribuna
Carlos Pellegrini, llamada popularmente "la Oficial", y
la Confitería París, forman parte del patrimonio
arquitectónico de la ciudad.
El hipódromo tiene
una superficie de sesenta hectáreas y cuenta con tres pistas de arena de
cava. Dos de ellas se utilizan exclusivamente para entrenamiento y vareo
de los caballos. La principal tiene 2.400 metros y es considerada una de
las mejores pistas del mundo. El inolvidable Ringo Bonavena, que tenía pie plano, iba por las mañanas a correr,
descalzo, en esa pista.
TRIBUNA OFICIAL REEDIFICADA A PRINCIPIOS
DE SIGLO-
Originalmente el sistema de largada
consistía en un abanderado que daba la largada con al grito de
"¡Vamos!". En
1918 se instaló
un sistema mecánico, a base de cintas de trapo, accionado por una
manija. Posteriormente se utilizaron cintas irrompibles, las cuales se
disparaban hacia arriba y en diagonal, mediante un dispositivo de pila
eléctrica. Más recientemente, en
1967
se introdujeron los partidores con el sistema automático de Puertas
Gateras.
El impulso de Pellegrini
En 1882, el gobierno de Carlos Pellegrini -el mandatario de mayor y más
entusiasta gestión vinculada con el hipódromo- cedió el predio en
usufructo al Jockey Club, disposición casi simultánea con la fundación
de la entidad. Junto con Pellegrini, fueron frecuentadores conspicuos de
Palermo, otros presidentes, como Roca, Figueroa Alcorta, Yrigoyen,
Alvear y Castillo, y figuras del jet set porteño, como Saturnino Unzué,
Benito Villanueva o Joaquín de Anchorena. Y entre ellos, con pareja
asiduidad, se acomodaba un cantor que alcanzaría fama mundial: Carlos
Gardel.
La administración que ejerció el Jockey se extinguió definitivamente en
1974, ya que previamente había sido interrumpida por un par de
intervenciones dispuestas por el Estado. Curiosamente, nunca se
retiraron los escudos del club, que aún se ven en la tribuna oficial y
en el tattersall.
En la segunda década del siglo XX, se vivió la belle époque porteña y a
ella se ajustó el hipódromo palermitano, sumándose, como un fino guante,
a los sitios más exclusivos en los que se desenvolvía aquélla. Las fotos
de esos años muestran la elegancia de damas de largo o con miriñaque y
sombrilla, y señores de riguroso traje y sombrero, en muchos casos, el
bombín llegado de Europa. Eran, obviamente, los socios del Jockey, que
ocupaban la tribuna oficial, claramente diferenciada de la popular.
Pronto, el folklore turfístico las rebautizó, como pelús (por pelouse ,
en francés, césped) y perrera, respectivamente. El tiempo se encargaría
de democratizar esos sectores, mezclando distinguidos amantes del show
equino con simples "burreros" que soñaban con "salvarse".
La historia de este
hipódromo esta estrechamente ligada a la del
Parque 3 de Febrero.
Comenzado a construir en 1867 por una compañía privada previo contrato
con la Municipalidad de Belgrano, recién tras la culminación del mismo
en 1875, la comisión del Parque 3 de Febrero acordó con la Sociedad
Hipódromo Argentino la construcción del mencionado hipódromo en el
predio tal cual aún existe (Libertador, Dorrego, Olleros y vías del F.C.G.B. Mitre), jurisdicción del Cuartel N 3. El mismo se inauguró el 7
de mayo de 1876 con una capacidad de 1600 personas, con palcos para
familias y servicio de restaurante. Es llamativo que la pista en forma
elíptica sea de menores dimensiones que la que tenía el Hipódromo de
White. En 1812 Carlos Pellegrini fundó el "Jockey Club" y adquirió el
predio para dicha sociedad. En 1908 se construyeron las actuales
tribunas.
El Hipódromo Argentino, sobre la entonces
avenida Vértiz,
que después se convirtió en Libertador.
AYER
HOY- La tribuna
Carlos Pellegrini vidriada y un cerrado salón con aire acondicionado.
AYER
- el acceso
HOY
ACTUALIDAD
Pista de Arena
El Hipódromo de Palermo cuenta con tres pistas de arena de cava. Dos de
ellas se utilizan para el entrenamiento y vareo de los
caballos
exclusivamente, y la pista principal, con una extensión de 2.400 metros
y un ancho de 28 metros, se emplea para el desarrollo de las
competencias y se habilita para entrenamientos.
La pista se considera una de las mejores del mundo. Su composición
consiste en la mezcla de distintos materiales (80% arena, 14% limo y 6%
de arcilla) y está controlada por el INTEMIN (Instituto Técnico de
Minerales) a pedido de la empresa para certificar los porcentajes
mencionados.
Tiene un especial sistema de drenaje natural, que permite que las
reuniones se desarrollen con total normalidad en días de lluvia. Por
otra parte, su diseño permite organizar
carreras
de 1.000 y 1.100 metros sin necesidad de utilizar codo alguno (plena
recta). Desde el último codo hasta el disco existe una distancia total
de 600 mts. Dadas las características de la pista, se pueden organizar
carreras
con una participación total de 21 competidores.
Hipódromo Argentino de Palermo Hipódromo Argentino de Palermo S. A. (H.A.P.S.A.)
es una empresa privada con un fuerte compromiso de excelencia y mejora
permanente.
En agosto de 1992 gana la licitación que dicta el Poder Ejecutivo de la
Nación, a través del Ministerio de Salud y Acción Social, para la
privatización del Hipódromo Argentino de Palermo hasta el año 2017.
H.A.P.S.A. reconoce la relevancia que tiene la industria del Turf en el
mundo. Y en particular en Argentina, cuarto criador mundial de
caballos
Sangre Pura de Carrera, con alto nivel competitivo.
H.A.P.S.A. da empleo en sus instalaciones en forma directa e indirecta a
1700 trabajadores. En su Villa Hípica aloja a más de 1000
caballos
que poseen atención especializada.
En los años que lleva de actividad, H.A.P.S.A. realizó importantes
inversiones en obras, mejoras y tecnología. Ofrece varias alternativas
de entretenimiento al público: 120 Reuniones Hípicas al año, 2 Salas de
Slots con más de 1.000 máquinas tragamonedas y el Restaurant en el 2do.
Piso de la Tribuna Oficial.
Hoy, Hipódromo Argentino de Palermo S. A. continúa con el objetivo de
brindar, día a día, más y mejores opciones a sus espectadores y
contribuir con ello al crecimiento de la Actividad Hípica en el país.
entrada al hipódromo AYER
AV. del Libertador un Domingo, año 1930
- La entrada principal se encuentra frente al campo argentino de polo que fue
inaugurado en 1928 con capacidad para 15 mil espectadores.
En el
Hipódromo Argentino se realizaban cinco reuniones por mes, corriéndose nueve
carreras en cada reunión. El número de personas que concurre es siempre crecido.
En este sentido, podemos afirmar que el espectáculo de carreras hípicas es una
de las
características
dominantes de Buenos Aires y la pasión de sus habitantes.
Desde aquellos primeros aficionados de la "generación del 80" los hombres que
construyeron el país no dejaron de darse una vueltita para ver las carreras. Así
lo atestiguan visitas como la de los presidentes Julio A. Roca, José Figueroa
Alcorta, Carlos Pellegrini, Hipólito Irigoyen, M.T de Alvear, Ramón Castillo;
artistas como Miguel Cané y Carlos Gardel y, en nuestra época más reciente, los
últimos gobernantes democráticos, Raúl Alfonsín y Carlos Menem. En 1992 se
decidió la privatización del Hipódromo Argentino de Palermo y un año después se
asumió su dirección a través de HAPSA, iniciando una etapa de renovación y
mejoramiento integral.
Tanto la tribuna como la confitería
Paris fueron
declaradas patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad.
La confitería Paris
se construyó en 1911.
Leguisamo
En
1947 el hipódromo
introdujo el Photochard, un sistema fotográfico que permitía captar el momento
justo de la llegada de los caballos, con lo cual era más fácil dirimir los
finales cabeza a cabeza.
A
comienzos de la década de
1990, la
crisis económica del país se hizo sentir en el Hipódromo
Argentino de Palermo. Durante el gobierno de
Carlos Saúl Menem,
se ordenó al Ministerio de Salud y Acción Social llamar a
licitación para la privatización del Hipódromo Argentino de
Palermo. El día 5 de agosto de 1992 fue adjudicado, por un
período de 25 años, a una entidad privada, pasando a llamarse
H.A.P.S.A. (Hipódromo Argentino de Palermo Sociedad Anónima).
Dicho periodo expira el año 2017.
En
1953,
el Hipódromo de Palermo, pasó a denominarse Hipódromo Argentino de Palermo.
Posteriormente, en 1971, se inauguró la iluminación de la pista, lo cual
permitió extender el horario de carreras hasta la noche. En esa misma década, se
introducen por primeras vez las jocketas, es decir jinetes femeninos. En 1978 la
jocketa
Marina Lezcano,
fue la primera mujer en ganar la cuádruple corona, con el caballo Telescopio.
En el barrio de
Boedo, los domingos se formaban largas colas de autobuses para
llevar gente al hipódromo de Palermo. El pasaje tenia un costo de un
peso por persona, mucho menos de lo que cobraban los taxis. En
Septiembre de 1928 los taxistas hartos de esta competencia
comenzaron a pregonar un servicio similar: "Al hipódromo por
cuarenta centavos por persona". De inmediato los ómnibus comenzaron
a vaciarse y todo el mundo se pasó a los taxis. Así nació el Auto
Colectivo también llamado Taxi Colectivo, Taxi Bus o Micro Bus, con
recorridos fijos con los autos, levantando pasajeros en paradas y a
un precio unitario.
El ingreso del
caballo en la Argentina se produjo con Pedro de Mendoza, cuando
desembarcó en la costa del Río de la Plata y fundó la actual ciudad
de Buenos Aires en 1536. Las carreras de caballos fueron
consideradas durante muchos años como un deporte de reyes en Europa
pero la realidad es que todo amante del pura sangre es también
amante del espectáculo que nos brinda el turf. Haciendo un poco de
historia de este deporte, las primeras carreras de caballos
(llamadas cuadreras) se remontan a fines del siglo XVII y quizás
principios del XVIII. Estas carreras eran realizadas en espacios
rectos y de corta distancia. Quienes asistían a estas carreras en
nuestro país eran los mismos pobladores de la región. Desde 1857
funcionaba allí el “Circo de las Carreras", un hipódromo ubicado
entre las calles Crámer, la Pampa, Melian y Mendoza, donde se corría
a la inglesa cediendo el chiripa a la vestimenta propia del Jockey.
Ocupaba unas 30 manzanas en lo que hoy es Belgrano R. Eran terrenos
municipales. Tenia tribunas para los aficionados. En 1886 los
terrenos se lotearon. La llegada del Ferrocarril en abril de 1876,
marca el final del “Circo de las Carreras” y el comienzo de la
expansión del nuevo poblado. Posteriormente hubo un hipódromo con
una extensión de 16 cuadras, entre Belgrano y Olivos que se supone
que se situaba donde esta la estación Rivadavia del ferrocarril
Belgrano. Allí se realizaban carreras a la inglesa con las de trote
y sortijas. Lo organizo en sus predios Diego White cercano a la
pulpería La figura. Diego era un escocés afincado aqui desde 1825.
Este hipódromo cesa cuando una tormenta de santa Rosa arrasa con
todo en 1866.
Otro lugar fue
"el Hipódromo Nacional" situado en el Barrio River desde Udaondo
hasta Monroe llegando hasta Congreso y desde Figueroa Alcorta hacia
Av. Libertador. Se le conocía también por el Hipódromo de Belgrano.
Las apuestas entre caballeros y señoras eran por guantes, perfumes,
etc; entre los hombres eran cajas de cigarros y cajones de
champagne. El hipódromo Nacional fue diseñado en 1887 por Carlos
Morra y Jacques Dunant . Cabe destacar a uno de los principales
entrenadores de caballos Eliseo Esviza que había nacido en Belgrano
quien estableció un stud llamado" Los desheredados". La cuestión era
que para llegar al Hipódromo Nacional los aficionados viajaban en
los tranvías 35 y 36, que llegaban hasta las avenidas Vértiz y Pampa
(Barrancas de Belgrano). De allí salía otro tranvía que realizaba el
siguiente recorrido, pasando por la puerta del hipódromo: Pampa,
Libertador, Republiquetas, Cabildo, Monroe, Libertador, Pampa hasta
llegar a Vértiz. Al inaugurarse el Hipódromo Argentino esos
hipódromos gozaron de poca concurrencia.
Luego se crea el Hipódromo de San Isidro en 1889 en un campo de
propiedad de James White que hoy pertenece al Jockey club y fue
inaugurado un 8 de diciembre (día de la virgen) en el año 1935.
Posee una superficie de 148 hectáreas y está ubicado a 22 Km. de la
ciudad de Buenos Aires. Es el único hipódromo en Argentina que
cuenta con pista de césped, la cual mide 2783 metros. También el
hipódromo de la Plata fue el siguiente hipódromo en ser fundado, en
el año 1882 pero su inauguración oficial se realizó un 14 de
septiembre de 1884. Ese mismo día se celebraron dos carreras: la del
Premio inauguración y el Gran Premio Ciudad de La Plata. Con el
correr de los años las precarias instalaciones se fueron
reemplazando por obras de mayor importancia.
A lo largo de su
historia, han pasado por la pista del Hipódromo Argentino de
Palermo, jinetes como Irineo Leguisamo, Domingo Torterolo, Máximo
Acosta y Marina Lezcano, además de caballos como Old Man, Botafogo
(fue ahí el encuentro entre Botafogo y Grey Fox), La Misión, Yatasto
o Lunático, un pura sangre propiedad de Carlos Gardel.
Las esculturas y la recatada vegetación de su pequeño jardín. Entre
la estatuaria sobresalen la helenística "Diana Cazadora" y el bronce
del hombre dominando al caballo inmersos en la importancia y fuerza
del conjunto escultórico.
Primer auto construido en Argentina
Si bien se sabe que hubo muchos intentos individuales de armar autos en
Argentina entre fines del siglo XIX y principios del XX, el primer caso
documentado corresponde al ingenioso mecánico español Celestino Salgado.
En 1901, Don Celestino armó en un taller de Buenos Aires un vehículo
para cuatro pasajeros dotado de un motor a vapor de 6 HP con una
autonomía de 12 horas a marcha regular.
En su construcción, que demandó tres meses, fueron empleados componentes
de origen europeo y nacional.
El automóvil encargado especialmente por Enrique Anchorena, recibió una
amplia cobertura en los medios de prensa locales que incluían fotos y
datos técnicos, donde se destacaron tanto el esfuerzo del constructor
como las cualidades del vehículo.
La popular revista "Caras y Caretas" publicó que era "elegante de forma,
pintado de rojo y tapizado de marroquín color lacre". En noviembre de
ese mismo año participó de la primera carrera de automovilismo de
Argentina realizada en el Hipódromo Argentino.
Primer auto construido
en Argentina
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