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En 1777 el primer 
alumbrado publico lo establece el gobernador, luego virrey Juan José de Vértiz 
y Salcedo, con velas de cebo a dos reales por puerta, desde la plaza Mayor hasta 
el bajo de las Catalinas, donde se levantaba la iglesia y 
Monasterio de Las Catalinas.   
  
Los 
primeros faroles eran angostos y largos, y tenían en el centro una vela cuyo 
humo ennegrecía los vidrios y daban una luz débil y mortecina. Pasado medio 
siglo la iluminación continuaba igual. En 1848 los faroles eran alimentados por 
aceite de semilla de nabo. Tres años mas tarde y hasta el 25 de Mayo de 1856 
todo el sector céntrico se alumbraba con aceite de potro.  
  
  
En el mes de mayo de 1824 y como parte de los festejos patrios, el Ingeniero Inglés 
Santiago Bevans, abuelo del presidente 
Carlos Pellegrini y constructor fue contratado por Rivadavia, logró alumbrar en la Plaza de la 
Victoria, la Casa de Policía, dos fuentes de agua y formar con caños de fusiles 
la frase VIVA LA PATRIA. El conjunto al decir del propio Bevans, constó de 350 
luces. Por primera vez, la Ciudad de Buenos Aires vio la iluminación de gas. 
Por un sencillo gasómetro ubicado a mts de la Curia, casa de los Azcuénaga, 
hoy esquina Rivadavia y Reconquista se lograba alumbrar la pirámide.  
  
  
En 1850 se instala el alumbrado a 
gas 
  
El 14 de abril de 1851 ensaya en 
plaza La Victoria la iluminación a gas de carbón, con un equipo instalado en la 
casa de los Azcuénaga, donde el ingeniero Bevans había trabajado casi 27 años 
atrás. Un gran letrero *Viva Rosas* y dos faroles se encendieron con buen 
resultado, las letras tenían pequeños orificios por donde el gas brotaba y 
ardía.  
  
  
Las obras de 
gas de Buenos Aires, establecidas por 
el Ingeniero Guillermo Bragge en 1853, fue la primera empresa 
de esta clase en el Río de la Plata. 
  
  
  
  
En las inmediaciones de la plaza de Retiro se construye un gasómetro y se 
establecen los dos primeros
servicios de ómnibus tirados a caballo, con punto de partida en la plaza de la 
Victoria. Son casi diez líneas. 
	
		
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El gas se extraía del carbón 
de hulla que se importaba a Inglaterra y 
			
 llegaba en los buques 
británicos como rezago, y a costos muy elevados.  
			
  
  
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El 
ingeniero Santiago Bevans traído por Rivadavia en 1821 fue el primero en instalar el alumbrado a gas en la 
plaza de la Victoria el 25 de mayo de 1823. "El ingeniero era entonces 
el jefe del Departamento Hidráulico había sido traído para la construcción del 
puerto de Buenos Aires. Bevans había construido un gasómetro en el 
hueco aledaño a la Catedral y medianero a la finca de la familia Azcuénaga. Con 
350 luces consiguió iluminar la Plaza de la Victoria y el antiguo Seminario, 
ocupado ya por el Departamento de Policía. Por fin en 1853, la Sala de 
Representantes autorizó al Poder Ejecutivo para contratar el alumbrado a gas de 
la Capital. "El alumbrado de las calles se realizaba mediante faroles 
alimentados con aceite de semilla de nabo o de potro; pero en este año (1854) se 
inició la era del gas, siendo las calles Bolívar; Victoria (H. Yrigoyen) y 
Chacabuco las primeras que hubieron de gozar de tal servicio. La empresa 
encargada de los trabajos fue la Compañía Primitiva de Gas instalada desde el 
año anterior en Retiro a orillas del río, la que colocó los primeros quinientos 
faroles en la vía pública y suministró también el fluido para la iluminación 
particular. 
  
  
  
  
El muelle 
de pasajeros, que estaba ubicado en el bajo de la Merced, entre Piedad (hoy 
Bartolomé Mitre) y Cangallo, frente al Paseo de Julio. Foto de 1888. 
Construcción de Puerto Madero, fotografía de Dársena Norte, a la izquierda 
gasómetro de la Compañía Primitiva de Gas y parte del antiguo Hotel de 
Inmigrantes- 
  
  
  
  
 haga 
click en la imagen para ampliar 
  
  
  
  
"En la Navidad de 1893 la Compañía General de Electricidad inaugura el 
alumbrado eléctrico con lámparas de arco. El 25 de mayo de 1894 la Usina 
Municipal de la calle Alsina (entre Balcarce y Defensa) instala 36 lámparas en 
la Plaza de Mayo." 
  
  
  
                   
  
IMPORTANTES CAMBIOS 
  
          En setiembre de 
1856 se terminaron los medidores y contadores domiciliarios. Se arregla con los 
usuarios un importe mensual pero no funcionó 
ya que se abusaban del consumo. En 1857 comenzaron los reclamos ya que luego de 
las 11 de la noche las calles permanecían a oscuras y eran muy escasos los 
faroles encendidos. En 1856 se produce la primera huelga de los obreros del gas. 
En 1864 la compañía del gas tuvo un competidor. La gas Argentino en Corrales.  
Sucesivamente se fueron instalando, transformando y absorbiendo entre 1872 y 
1890 varias empresas como la Nueva, la Río de la Plata y Belgrano. Al finalizar 
el siglo XIX 4 fabricas suministraban el gas para alumbrar la capital. En 1910 
todas se fusionan en la compañía primitiva de Gas. En 1919 por un conflicto se 
resuelve reemplazar el alumbrado a gas por la electricidad derivándose el 
combustible hacia las cocinas y calefones que ya habían comenzado a instalarse 
en las viviendas. Recién en 1938 fueron retirados los últimos 39 faroles a 
gas. 
 
  
  
  
  
"El 25 de mayo de 1856 se ilumina con gas el Cabildo, la Catedral, la 
Municipalidad, la Recova y el Fuerte. El sistema logra un éxito total y pronto 
proliferan las empresas dedicadas a la producción y provisión de gas. En 1873 los faroles de la Plaza de la Victoria estaban colocados sobre 
columnas de cinco faroles; para entonces se sustituyeron los cuatro de los 
ángulos de la Pirámide por otros más elegantes. La plaza 25 de Mayo también 
aumentó la iluminación." 
  
  
  
  
  
En 1887 según el censo había 
en la ciudad 5079 faroles a gas y 3160 a kerosene de un total de 33804 casas. 
Solo 12211 estaban alumbrados a gas.   
Vista de la primitiva estación 
Retiro, sobre actual avenida del Libertador y Fábrica de Gas, actualmente plaza 
Britania, según el epígrafe, en la Ciudad de Buenos Aires.  
  
La Municipalidad había 
fijado el impuesto del alumbrado en 1858-  
  
LA TASA ERA DE 5 PESOS PARA 
LAS CASAS DE FAMILIA  
Y 10 PESOS PARA LOS NEGOCIOS 
Y ESTABLECIMIENTOS PÚBLICOS.  
  
	
		
			
				
					
					En 1859, son 
					1.454 los faroles públicos de gas, y 11.043 las luces en las 
					casas; veinte años después, en 1879, hay 2.798 y 122.000 
					respectivamente.  
					  
					Más 
					empresas son fundadas en Buenos Aires, que pierde su 
					exclusividad en 1870, cuando el servicio de gas comienza a 
					operar en Rosario; en 1874 lo hace en Belgrano y en 1876 en 
					Flores, dos municipios independientes de Buenos Aires, 
					ciudad a la que han de incorporarse en 1887. Hay gas en 
					Córdoba desde 1884, en La Plata desde 1888, en Mendoza desde 
					1889, en Paraná desde 1890. La electricidad inicia su 
					arremetida a fines del siglo, y en 1920 desplazará al gas de 
					calles y casas como fuente de iluminación. 
					Comienza 
					entonces el segundo período, el de los nuevos usos del gas, 
					esbozado en los años iniciales del siglo XX. Ahora el gas es 
					utilizado para cocinar, para calentar agua, para brindar 
					calefacción y para mover máquinas, entre ellas, las 
					productoras de electricidad. En Buenos Aires, con el objeto 
					de acrecentar su clientela, la Compañía Primitiva de Gas – 
					establecida en 1910 por la fusión de las tres empresas del 
					ramo – instituye un programa de clases de cocina, que hará 
					la fama de doña Petrona Carrizo de Gandulfo.  
			 
		 
	 
 
  
  
  
  
 La fábrica de gas 
funcionó allí durante más de cincuenta años. Los gasómetros eran grandes 
cilindros metálicos que se usaban como depósitos de gas de hulla, distribuidos 
por distintos barrios de la ciudad de Buenos Aires. Según la cantidad de gas 
existente, variaba la altura del tanque. Siempre  llamó la atención las 
diferencias de altura que presentaba el gran cilindro, pero ignoraba las razones 
por las que ocurrían esas diferencias. Uno de sus objetivos era el de comprimir 
el gas aumentando su presión, a fin de alimentar las cañerías hogareñas para 
cocinar o para la calefaccionar, a partir del año 1919. 
  
  
  
  
  
Para 1910 ya había en Buenos Aires doce gasómetros y en 1912 se puso en 
funcionamiento el de Malabia al 1800, el más grande de la época. 
  
Pertenecían a la Compañía 
Primitiva de Gas de Buenos Aires Ltda., las cocinas metálicas, muy sólidas, de 
hierro fundido. Había gasómetros ubicados en la esquina de Rivadavia y Boedo, y 
de Boedo y San Carlos respectivamente, muy cercanos a la Usina de GAS Argentina, 
en la calle Rivadavia, entre Maza y Boedo. 
  
	
		
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			Gasómetro de las 
			avenidas Gral. Paz y Constituyentes 
 
			  
			
			  
			
  
			
			Imagen aérea de la 
			zona del Gasómetro de Av. Constituyentes, con la vieja fabrica Grafa 
			de fondo (actual Wal-Mart). Año 1962-Fuente: Archivo Gral. de la 
			Nacion 
			  
			
			
			Desde hace más de 
			medio siglo, el monumental gasómetro de las avenidas Gral. Paz y 
			Constituyentes representa un misterio para los habitantes del 
			barrio. Se encuentra en el interior del Centro Operativo San Martín, 
			hoy perteneciente a la empresa Gas Natural BAN. Con sus ochenta y 
			cinco metros de altura y cincuenta de diámetro, era parte de una 
			fábrica de gas de carbón y coque que proveía combustible para, 
			principalmente, iluminar las casas y las calles por medio de los 
			antiguos faroles. 
			  
			
			  
			
  
			
			YPF comenzó a instalar 
			redes de captación de gas en sus yacimientos de Comodoro Rivadavia, 
			gas que normalmente se “venteaba”. Para ello, se construyó un 
			gasoducto de 1605 kilómetros, inaugurado el 29 de Diciembre de 1949. 
			Los elevados costos del gas, descendieron vertiginosamente. La 
			producción de gas de hulla dejó de ser rentable y los gasómetros 
			dejaron de funcionar. Sólo queda en pié el Gasómetro de Avenida 
			General paz y Avenida Constituyentes, como un mudo testigo de ese 
			Buenos Aires que se fue. 
			  
			  
			
			  
			
			
			En 
			la base había una gran pileta con agua, donde descansaba el segundo 
			tanque como un gran vaso invertido sobre un plato sopero con agua. 
			Ese vaso recibía el gas y su presión elevaba el tanque 
			interior. Ese movimiento de ascenso y descenso era posible gracias a 
			unos rodillos guía apoyados sobre las paredes interiores del 
			gasómetro. Esa era su principal función; además de servir de 
			protección, mantenía estable el tanque interior. 
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En 1940 se 
comienza a discutir la idea de aprovechar el gas natural de Comodoro Rivadavia 
(de petróleo) y en marzo de 1945 se decretó la nacionalización del gas, 
asistiendo el vicepresidente de facto Juan Domingo Perón a la toma de posesión 
de las instalaciones de la Primitiva de Gas. Por iniciativa del ingeniero Julio 
V. Canessa, designado por YPF director de los servicios de gas para la Ciudad de 
Buenos Aires, la empresa comenzó a instalar redes de captación de gas en sus 
yacimientos de Comodoro Rivadavia. El 1 de enero de 1946 se creó la Dirección 
Nacional de Gas del Estado en forma independiente a la petrolera estatal, siendo 
su primer director el ingeniero Canessa. 
  
  
  
    
          
   
 
          Desde los primeros tiempos del gas había gente que se empeñaba en 
dañar faroles y cañerías cortando tubos, o cerrando válvulas. La prensa hacia 
denuncias. 
             
 
    
          
	
  
Las 
	casas de los Azcuénaga- En el año
	1782, don Miguel de Azcuénaga 
	adquirió dos casas construidas en el terreno comprendido entre el cementerio 
	de la Catedral y la calle San Martín( 
	Reconquista) El prócer habitó la lindera con la necrópolis, 
	que era un edificio de una sola planta con techo de tejas y amplias 
	habitaciones interiores. Allí se reunieron los patriotas en tiempos de la 
	Revolución de Mayo. Años más tarde, el local fue ocupado por una imprenta 
	llamada “La Revista”. La casa de la esquina, que por 
	herencia de Azcuénaga obtuvo el virrey 
	Olaguer y Feliú, tenía un piso alto y la planta baja era ocupada 
	por un comercio. 
            
          
  
En la ultima función del 
Colón 
con *el trovador* en mayo de 1857 se produjo un gran escape de gas por la rotura 
con un hacha, de un caño del Paraíso, a la salida de esa misma representación 
todo el teatro queda a oscuras por un acto de sabotaje. En julio la situación se 
			había vuelto a repetir. 
 
  
  
        
  
            
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