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    Fue 
    una de las primeras residencias palaciegas en Buenos Aires, y una de las más 
    lujosas de su época. En esa época la Avenida Corrientes era apenas una calle 
    angosta, que sería ensanchada más tarde entre 
    
    1930 y 
    
    1936.
    
     Se desconoce la fecha exacta del proyecto 
    arquitectónico, durante qué años se desarrolló su construcción y cuando fue 
    terminado, pero se supone que habrían ocurrido entre 
    
    1870 y 
    
    1880. En rigor, 
    tampoco se conoce la identidad del autor del edificio, aunque algunas 
    fuentes sostienen que se trataría del ingeniero y arquitecto inglés 
    
    Edward Taylor. 
    
       Si
      
      miramos hacia arriba, veremos lo que queda, pintado de 
      verde, de la fachada de la casa que fuera propiedad de la familia 
      Alvear-Elortondo.
      
      Su estilo corresponde al denominado "neo-gótico", muy poco frecuente en la 
      arquitectura civil de la ciudad, mezclando arcos ojivales y rosetones, más 
      balaustradas italianas (lamentablemente ocultas). Con Planta Baja y un Primer Piso, lucía un balcón cerrado en la ochava y
      
      otra particularidad, sus ventanas desiguales, salvo la primera y la última 
      como indicando un principio y un fin. 
	
        
      
      
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        Siglos atrás por estos pagos se 
        había instalado una pulpería cuya propietaria fue 
        Ana 
        Díaz, única mujer 
        "fundadora" que vino entre los 
        65 hombres que acompañaron a Juan de Garay en su expedición de 1580. 
        Paraguaya, quizás viuda, lo cierto es que con poco más de 25 años, se 
        instaló en estas tierras. Una placa de bronce, casi perdida sobre 
        Florida, recuerda a esta valiente criolla. 
        
        Más cercano en el tiempo, los nostalgiosos, recordarán 
        que hasta hace unos años, en la Planta Baja, hoy ocupada por Burguer 
        King, se encontraba la famosa tienda "Casa Mayorga"; y antes de ella, la 
        fábrica de cigarrillos "Monterrey", dónde podía observarse a las 
        empleadas en plena tarea a través de sus vidrieras.
 
		  
		
		
		  
		
		
		
		foto del año 1950-  La esquina de Florida y Corrientes mirando para 
		el centro. Se ve a la derecha el famoso edificio del palacio Elortondo 
		Alvear, donde ahora está el Burger King que se encargó de terminar de 
		destruirlo y desvirtuarlo totalmente. En esa época estaba ocupado por la 
		Casa Mayorga, muy famosa me contaron, y se puede ver que ya la PB había 
		sido totalmente arruinada y planchada. Atrás se asoma la cúpula de Lutz 
		Ferrando, donde ahora hay un banco. Y bien al fondo, las cúpulas de Gath 
		y Chaves y del edificio Bencich en Diagonal Norte.  "Santarelli" es 
		el nombre de una joyería muy afamada que todavía existe con locales en 
		Florida y avenida Alvear. 
		  
		  
	 
        
      
          
      
      
      Se ingresaba por Avda. Corrientes 610 y mediante una 
      escalera de mármol, se accedía al interior. ..."Ocupan los rincones y nichos y paredes del vestíbulo, estatuas de 
      bronce y mármol, estucos florentimos o romanos, murales del Renacimiento, 
      vasos japoneses y de sape, el enlosado es bellísimo, las pinturas de 
      estilo bizantino, el fondo de las paredes, en vez del oro tradicional, 
      tiene un color suave, indeciso, que realza los vívidos colores de los 
      festones de flores al relieve que adornan los entrepaños y cornisas. Allí 
      echó el pintor las sombras y las claridades de sus paletas, el reciente 
      barniz le da un baño de esmalte. 
      
      
      
      Supo ser lugar de espléndidas fiestas y reuniones sociales, 
      mención especial tenían los famosos bailes de carnaval, donde asistían con 
      los más variados y originales disfraces. 
       
	  
	  
      
        
      
      
          
      
      Concebida como se acostumbraba ya en la segunda 
      mitad del 
      
      siglo XIX, 
      como una vivienda en el piso superior que alojara un local comercial en la 
      planta baja, se recuerda que alojó en una época a la cigarrería Monterrey. 
      En 
      
      1922 se 
      instaló el Café de Gérard, al cual se recuerda como café de las 4 p, 
      porque a él asistían "políticos, periodistas, poetas y proxenetas", y 
      habría sido uno de los primeros de Buenos Aires en donde se escuchó el 
      
      
      jazz. 
	  
	  
      
    
      
          
	
      la cúpula, al final de la 
		escalera, con una espectacular y elegante lucarna de vitraux, de cinco 
		óvalos.  
  
      
	
      
          
    La 
	antigua Casa Mayorga, que durante 40 años alcanzó reputación con sus finos 
	artículos de cuero; antes habían estado la fábrica de cigarrillos y cigarros 
	Monterrey, y, en 1922, el Café de Gérard, al que con el tiempo se conoció 
	como "café de las 4 p", porque sus habitués eran políticos, periodistas, 
	poetas y proxenetas. Fue el primer boliche porteño en el que se hizo jazz. 
	Todos esos establecimientos, que tuvieron allí actividad desde el siglo XX, 
	funcionaron en la planta baja de lo que, en su época, fue el palacio 
	Alvear-Elortondo (declarado sitio de interés cultural), del que esta familia 
	se desprendió, al venderlo parceladamente, a fines de 1800.  
  
      
	
      
          
	El palacio 
	también fue residencia de doña Lola Anchorena , hija de Tomas de Anchorena, 
	casada con el señor Lázaro Elortondo, hermano de Doña Mercedes. 
	 
	  
	  
	  
	
      
	  
    
                              
	
 
        Ya a fines de la
    
    
    década de 1930 
    funcionaba en el local la Casa Mayorga, especializada en artículos de 
    cuero. Este comercio se mantuvo durante décadas, hasta que finalmente cerró. 
    En  
    
    
    1989 llegó a la 
    Argentina la cadena de hamburgueserías Burger King, que instaló en 
    Buenos Aires sus primeras sucursales. Adquirió la antigua residencia y llevó 
    adelante una remodelación completa, que eliminó la mayor parte de los 
    ambientes y la fachada originales. Finalmente la sucursal fue inaugurada en 
    diciembre de  
    
    
    1994, con un festejo 
    que fue protagonizado por el conductor televisivo 
    
    Julián Weich, quien 
    fue nombrado "padrino del edificio". En 
    
    2007 el local fue 
    cerrado temporalmente, mientras se llevaron adelante reformas de carácter 
    estético, acordes a la nueva imagen desarrollada por Burger King. La nueva 
    imagen de la compañía en la Argentina fue desarrollada por el estudio 
    Verardo, y la restauración de fachada estuvo a cargo del estudio del 
    arquitecto Máximo Thibaud.  
	  
	 
    
                              
	
 
        La residencia de 
    Alvear y Elortondo es uno de los pocos ejemplos de 
    
    arquitectura neogótica 
    que ofrece la ciudad de Buenos Aires, junto por ejemplo con la sede de la
    
    
    Facultad de Ingeniería 
    de la 
    
    Universidad de Buenos Aires, 
    en la 
    
    Avenida Las Heras.
    Se trata 
    de un edificio que originalmente carecía de ochava, teniendo en su esquina 
    el acceso al local comercial, con dos puertas separadas por una columna 
    esquinera que en la actualidad se encuentra modificada y angostada para 
    permitir un espacio más amplio de circulación. 
    El acceso a la 
    residencia palaciega del piso superior se realizaba por la escalera 
    revestida en 
    
    mármol que fue 
    conservada con la remodelación de 1994, y llevaba a los ambientes y 
    dormitorios de la pareja y sus hijos. El "palacio" ya 
    había sido modificado tanto en el aspecto de su local comercial como en su 
    fachada en el espacio de la planta baja a lo largo del 
    
    siglo XX, pero con la 
    reforma de 1994 poco quedó del frente. Se conservaron solamente la 
    
    balaustrada del piso 
    superior y parte de los arcos que adornaban las marquesinas del comercio y 
    enmarcaban las ventanas de la residencia. 
	  
	  
    
                              
                              
	
 
        
	En cuanto al 
    interior, el espacio de la planta baja fue unificado con la escalera que 
    lleva al piso superior, se construyó un pequeño entrepiso y el espacio del 
    comercio fue también completamente realizada a nuevo, para instalar tanto 
    las mesas y el mostrador de atención como el espacio de la cocina y los 
    cuartos para empleados. La escalera original fue reemplazada por una doble 
    escalera moderna, aunque se mantuvieron las rejas decorativas y las columnas 
    de estilo 
    
    jónico. El interior de la planta alta fue más conservado y aún se ven las 
    molduras decorativas que enmarcan puertas y ventanas. La escalera original 
    fue conservada, así como los 
    
    vitrales que adornan 
    su techo. Para esta sucursal de Burger King fue desarrollada en 1994 una 
    temática centrada en los reyes (Burger King: Rey de la 
    Hambuguesa, en inglés) tanto formales como de la cultura popular. Con la 
    segunda reforma, en 2007, muchos de los cuadros que mostraban diversos 
    personajes fueron retirados, en función a la nueva estética corporativa que 
    adoptó la cadena.  
    
  
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