Esta en la
zona de Barracas
que era en aquél entonces un barrio de depósitos de frutos, cueros y lanas cerca
del puerto de la Boca, con un sector residencial de quintas y mansiones sobre la
“calle Larga” hoy avenida Montes de Oca, donde muchas familias adineradas tenían
sus residencias de verano.
La
iglesia Santa Felicitas es de una sola nave, con
crucero y cúpula, responde al estilo ecléctico
alemán, combina elementos clásicos, neo-góticos y
neo-románicos, formando un conjunto de gran valor
artístico. Es un testimonio
único, de la arquitectura religiosa del último
periodo del siglo XIX en el país, por sus
cualidades compositivas y de diseño, por su unidad
estilística y por la incorporación de inéditos
componentes decorativos.
Tiene hermosos vitrales
de origen francés, con un espesor de vidrio de 2
milímetros en su mayoría de tipo plaqué.
Decoración en los muros, estucos policromados y
detalles pictóricos, arañas con caireles de
cristal con iluminación a gas en los tres altares, esculturas de los apóstoles, un púlpito
de madera de estilo bizantino. Un
reloj Inglés con carillón de 1 metro de diámetro
“John Moore and Sons de 1873” que fue restaurado
recientemente en Derby Inglaterra.
Un magnífico órgano fabricado en 1873 por
la firma Walcker de Alemania, con 14 registros,
que dan lugar a 783 tubos sonoros, con consola
mecánica, consta de dos teclados manuales de 54
notas cada uno y un teclado de pedal o pedalera de
27 notas. Este órgano posee todavía las dos bombas
de aire accionadas a mano originales si bien
actualmente se usa un motor con ventilador
eléctrico.
Finalmente en el vestíbulo de la
entrada dos hermosas figuras de mármol de carrara
que representan a Felicitas Guerrero con su hijo
Félix y enfrentada la de su esposo, Don Martín de
Álzaga (es la única iglesia con estatuas de
seglares).
En la
antesacristía se pueden ver los bustos de los donantes: Doña Felicitas Cueto de
Guerrero y Don Carlos J. Guerrero. La Iglesia de Santa Felicitas fue abierta al
culto el 30 de enero de 1876, en ocasión de cumplirse el cuarto aniversario de
la trágica muerte de la señora de Álzaga. En los jardines aledaños existe una
reproducción de la Gruta de Lourdes, obra dirigida por el ingeniero G. Kreutzer.
Fue inaugurada el 8 de diciembre de 1898 y las esculturas se deben al artista
italiano Juan Bellotti.
En los
jardines aledaños existe una reproducción de la Gruta de Lourdes, obra dirigida
por el ingeniero G. Kreutzer, inaugurada el 8 de diciembre de 1898 con
esculturas del artista italiano Juan Bellotti.
haga click en la imagen para ampliar)) -
Foto desde el palacio Díaz Vélez
hacia la iglesia Santa Felicitas.
jardín de la iglesia
El templo fue cedido en
donación a la ex Municipalidad de Buenos Aires en agosto de 1993; y luego por
ésta al Arzobispado de Buenos Aires el 25 de diciembre de 1996.
Los vitrales son de
origen francés y el piso de mosaicos españoles. Las lámparas del templo, con
numerosos caireles de cristal aún conservan sus tubos de gas de carburo. En la
planta alta del edificio se levantó una réplica en menor escala de la iglesia
homónima francesa, que no tiene salida al exterior (con vitrales de Gustave-Pierre
Dagrand, autor de los de la basílica de Luján).
La
capilla posee tres altares: en el Altar Mayor esta la imagen de Nuestra Señora
del Rosario, en el lateral izquierda la imagen de Santa Felicitas mártir que fue
sacrificada junto a sus hijos. En el altar lateral derecho se halla la
imagen de San Martín de Tours, patrono de la ciudad de Buenos Aires.
Ernesto Bunge, el arquitecto que construyó el templo.
Combinó
el neorrománico y el neogótico, con elementos germánicos. Por idea de los
Guerrero, muchos de los vitrales de la nave y del crucero representan a santos
cuyos nombres llevaban los miembros de la familia. Habían sido demasiadas
muertes en poco tiempo: los dos hijos de Felicitas, luego su esposo, finalmente
ella. Sus padres los evocaron con estatuas de mármol, a la entrada del templo.
En
el vestíbulo se encuentran dos blancas estatuas de mármol de carrara
representando a Martín de Álzaga, por un lado, y a Felicitas con su hijo Felix,
por el otro; y es por ello la única iglesia de la ciudad de Buenos Aires que
contiene en su interior estatuas seglares.
En los jardines aledaños existe una reproducción de la Gruta de Lourdes, obra
dirigida por el ingeniero G. Kreutzer, inaugurada el 8 de diciembre de 1898 con
esculturas del artista italiano Juan Bellotti.
El templo fue cedido en donación a la ex Municipalidad de Buenos Aires en agosto
de 1993; y luego por ésta al Arzobispado de Buenos Aires el 25 de diciembre de
1996.
El terreno era entonces un
huerto de naranjos, parte de una
estancia de 70.000 hectáreas que Felicitas había heredado al morir su esposo,
Martín de Álzaga. Ubicaron el templo delante de la capilla familiar, de 1830,
ahora convertida en sacristía y con impiadosas grietas. El palacio quedó a unos
cien metros, en la actual plaza Colombia (Montes de Oca y Pinzón).
Mosaicos españoles. Vitrales franceses. Altares de mampostería policromada.
Arañas con caireles de cristal. Un órgano alemán de 783 tubos, similar al de la
Catedral Metropolitana. Un reloj inglés con carillón. Carlos Guerrero y su
esposa, Felicitas Cueto, escogieron materiales de lujo para la iglesia en
memoria de la mayor de sus once hijos. Y contrataron a uno de los mejores
arquitectos de la época.
Los libros de la época la recuerdan como a una mujer
hermosa y dueña de una envidiable lista de pretendientes, a cual más
aristocrático y acaudalado. Entre los candidatos que disputaban su mano estaba
Enrique Ocampo, hijo de una tradicional familia porteña. Pero apenas el hombre
se enteró de que la viuda había aceptado la oferta de matrimonio del estanciero
Samuel Sáenz Valiente, cayó preso de un desequilibrio mental.
Según la historia, la tarde del 29 de enero de 1872, Felicitas había ido de
compras a la ciudad y a presenciar los festejos de la inauguración de un puente
sobre el río Salado, que entonces bañaba las orillas de su estancia. Cuando
regresó a su domicilio, Ocampo la aguardaba sentado en el living y, tras una
acalorada discusión, el enamorado sacó un revolver y la mató.
El arquitecto Bunge se había formado en Berlín, y por ello levantó un templo que
da cuenta de las influencias en su formación.
De estilo neo-gótico románico, la iglesia consta de una sola nave, con crucero y
cúpula, la decoración interior combina mármoles, estucos y detalles pictóricos,
con tres altares de mampostería policromada y vitrales de origen francés que,
casualmente, están también siendo reparados y por nadie mejor que Félix Bunge,
bisnieto del arquitecto que ayudó a construir el templo que recuerda la vida de
Felicitas Guerrero.
En 1981, la familia Guerrero donó Santa Felicitas a la ciudad de
Buenos Aires. En los ''90, los arreglos en las torres hicieron colapsar al
órgano. "Por los vidrios rotos entraron agua, viento y bichos". Los
tubos tenían una capa de polvo de dos centímetros. El marfil se había despegado
de la mayoría de las teclas. Amadini supone que alguno de los casi veinte gatos
que ahora se asolean en el atrio debe de haber roto las delicadas varetas de
abeto.
El Órgano
Este órgano y su "hermano mayor" ubicado en la
Catedral Metropolitana son los únicos instrumentos de la casa Walcker instalados
en Buenos Aires que mantienen hoy en día su sistema mecánico de transmisión.
Dado que solamente tiene 14 registros, el sistema de válvulas cónicas en las
secretas le otorga al órgano una tracción sumamente liviana.
Unos años atras el órgano fue dañado a causa de algunos trabajos de restauración
realizados dentro del templo y a la falta de control del acceso al lugar.
Afortunadamente estos daños fueron reparados y el instrumento actualmente
funciona en excelente estado.
El
26 de Febrero de 1846, nacía Felicitas
en pleno gobierno de Rosas. Era la hija del
comerciante vasco Carlos José
Guerrero (fue el que introdujo las vacas Aberdeen Angus al
país) y de Felicia Antonia Guadalupe
Guerrero Cueto y Montes de Oca (mujer de la
alta sociedad porteña). Dicen que fue una mujer muy bella, tanto es
así que Guido Spano la calificó como la más hermosa de
la República.
Felicitas
Guerrero comenzaba
a ser el centro de atención de las familias
aristocráticas de la ciudad de Buenos Aires. A poco de
ser presentada en sociedad por sus padres, José Guerrero
y Felicitas Cueto,
se
convirtió en la joven más cortejada de la Reina del
Plata.
Felicitas
Guerrero
En esta casa quinta donde en el
predio se construyo la iglesia, en 1862 se había radicado en esa mansión Martín
de Álzaga, hoy Plaza Colombia junto con su esposa Felicitas Guerrero. La
"quinta", ubicada en Montes de Oca, Suárez, Pinzón y Brandsen, "frente a los
jardines del palacio adquirido por la Municipalidad de la capital para su
subintendencia de
Barracas, al lado de Santa
Felicitas", fue subdividida en 50 lotes. Poco menos de cuatro décadas atrás,
cuando en 1872 Felicitas Guerrero de Álzaga fue asesinada -drama pasional que
conmovió a la ciudad - la zona era un aristocrático suburbio, más rural que
urbano.
|