TIGRE HOTEL

 

 Y

 

TIGRE CLUB

 

Arcón de Buenos Aires

 

 

 

 

TIGRE HOTEL Y TIGRE CLUB

 

 Muchas veces se confunde el Tigre Hotel con el Tigre Club.

 Pero el primero ya no existe.

 

A principios de siglo, el Tigre Club era un deslumbrante edificio y centro social donde la aristocracia tomaba té y escuchaba orquestas en vivo. Las madres apostaban por el mejor candidato para sus hijas mientras los intelectuales de la época, como Leopoldo Lugones y Alfonsina Storni, se refugiaban en los recreos del Delta.

El proyecto fue diseñado por el Ingeniero Emilio Mitre (hermano del ex presidente Bartolomé Mitre) y financiado por este y por Ernesto Tornsquist y Luis García. La construcción de este magnífico exponente de la Belle Époque se inicia en 1873 y se inaugura el 12 de febrero de 1890.

 Justo al lado del Tigre hotel se inauguró el Tigre Club donde funcionó la primera ruleta del país. El Tigre Hotel fue demolido en 1942 y estaba pegado al Tigre Club. El edificio del Tigre Hotel se incendió en la década de 1930.

   

 

 

 

TIGRE HOTEL

 

Alrededor del año 1830, los porteños de clase alta descubrieron las bondades de ese submundo que fluye llamado Tigre, donde comenzaron a construir casas de veraneo al estilo europeo. El crecimiento fue lento, hasta que el 1º de enero de 1865 llegó el primer tren desde Retiro a este tranquilo paraje llamado en su momento “Pago de las Conchas”.

 

La idea de la construcción del Tigre Hotel nació de un grupo de entusiastas remeros en febrero de 1870 en la “Pulpería del Portugués” de Buenos Aires, según cuenta uno de ellos. El suntuoso Tigre Hotel estaba en la desembocadura del río Reconquista en el Luján, donde termina el Paseo Victorica.

 

El edificio se levantó con los mejores materiales de la época traídos desde Europa:

 

El Tigre Hotel contaba con tres pisos, en su exterior tenía un imponente trabajo de madera y relleno en el que sobresalía su coronamiento compuesto de un mirador y una torre. Tenía paneles tallados, grandes espejos embutidos y grandes salones con suntuosa decoración. Había un ascensor, que era único en la zona, y calefacción en todos los ambientes. Las habitaciones del hotel estaban bien orientadas y poseía una terraza al frente a la que se accedía mediante una escalinata de mármol de Carrara. En la planta baja, había un gran salón comedor con capacidad para doscientas personas, un salón para damas y confitería y contaba con salones de billar “smoking rooms”. Asimismo, había canchas de tenis, cricket, y pista de patinaje. Con el tiempo se construyó un espacioso garaje para los automóviles de los huéspedes.

 

 Posteriormente se construyó un patio andaluz y luego un hermoso jardín de invierno como motivo de atracción para los turistas.
A fines del siglo XIX, el Hotel pasa a tener nuevos dueños: Ludovico Schafer y E.E. Fischer, quienes realizaron obras para lograr un mayor confort y una nueva decoración. En la temporada de 1895, los propietarios brindan un gran almuerzo inaugural y el Hotel reabre sus puertas con un aspecto renovado.

 

Entre las novedades, se había eliminado el salón de la ruleta, juego que se habilitaría años más tarde en el Tigre Club.
 

El auge de la zona cobró un ritmo inusitado para la época, potenciado incluso por las epidemias de cólera y fiebre amarilla que azotaron a Buenos Aires, espantando a sus habitantes. Por un lado, los habitantes más antiguos –los tigrenses– edificaron casas tipo “chorizo”; por el otro, los porteños de alcurnia levantaban villas italianas que más tarde dieron paso al pintoresquismo anglo-francés. -Algunas en pie hasta el día de hoy– son verdaderos palacios que se construyeron en gran parte con materiales importados de Europa, salvo los ladrillos. Incluso en muchos casos, la realización de los planos fue encargada a arquitectos extranjeros que jamás llegaron a ver su obra.

 

 

 

foto del 1910- El Tigre Hotel, que se levantó en 1890, se poblaba durante los veranos por quienes optaban por los bellos paisajes del Delta para su esparcimiento. Pero el arribo de visitantes se multiplicó con la inauguración del Tigre Club y, fundamentalmente, con la apertura dentro de sus instalaciones de un casino, en enero de 1912.

 

 

 

 

 

 

 

 Constaba de 3 pisos, 120 habitaciones, un gran comedor para 150 comensales, salones de billar, críquet, canchas de tenis y pista de patinaje. Las fiestas de carnaval de ese hotel eran famosas por sus bailes y trajes.

 

 

 

 

Se observa un molino en el lado derecho de la foto. El traslado a este hotel se hacia al principio en un servicio de tranvías a caballo. Otro medio de llegar eran balsas que llegaban hasta las escalinatas del hotel. Luego cuando se pavimentaron las calles se utilizó  un ómnibus tirado por caballos hasta que el automóvil reemplazó todas las alternativas.

 

 

 

 

 

 Sus huéspedes

 

 Por el Tigre Club desfilaron las más encumbradas personalidades de aquella época, desde el presidente Julio A. Roca hasta el poeta Rubén Darío, vale mencionar que el poeta, allí escribió su poema "Divagaciones". Las fiestas de fin de año y los carnavales eran citas obligadas para la sociedad de la época.

 

Era el lugar ideal para asistir a conciertos y bazares. Allí se leían y se comentaban las novedades económicas y políticas del país y del mundo. Arquitectónicamente se caracterizaban por sus salones de estar, salas de lectura y biblioteca, comedores exclusivos y lujosos, salones para fiestas donde se realizaban los tradicionales bailes de la sociedad, la gran atracción de la season porteña, en la que hombres y mujeres lucían sus mejores galas. Su caracterización variaba en función de su programa o de los gustos del grupo social que le daba vida.

 

 

 

Quien fue Ludovico Schaefer???


De origen alemán, Schaefer fue uno de los más reconocidos expertos en hotelería, destacándose en su propio país y en Estados Unidos. En Argentina, se desempeñó en cargos en el restaurant “The Brunswicks” de Bartolomé Mitre 387; durante los festejos del centenario de la patria, trabajó en “El Centenario” en la Exposición Rural de Palermo; fue gerente del restaurant “Aw Keller” de Capital Federal y del “Hotel La Delicia” de Adrogué, muy reconocido en aquella época. Fue propietario del “Hotel Royal” de Lavalle y Florida, edificio construido por el arquitecto Pable Pater (el que construirá el Tigre Club), del “Royal Keller” de la calle Corrientes 780 y del “Palais Glace” en la Recoleta, y en Tigre adquirió el Tigre Hotel. Admirado y alabado por sus huéspedes, Schaefer falleció el 20 de noviembre de 1931, a los 64 años. Contó con la colaboración de su sobrino, Armin Schaefer, quien lo secundó en el Tigre Hotel y también en otros establecimientos.

 

 

EL TIGRE CLUB

 

El casino funcionó bastantes años después en esa terraza que cruza la calle hacia el río que aun se conserva. En esta fotografía se había construido en la parte del frente. La pasarela que llega al río, fue construida entre 1912 y 1913. En su planta baja se ubicó el casino y  la planta alta, con su enorme sala, se usó como salón de baile.
 

 

haga click en la imagen para ampliar - (fotos panorámicas)

 

 

 

 

 

 

 

Este edificio tiene un estilo renacentista, se construyó con los mejores materiales de la época traídos desde Europa, las escaleras son de mármol de Carrara, los espejos venecianos, el bronce y el hierro forjado predominan en sus pasarelas. Las columnas de base de bronce y la parte superior estucadas (masa de yeso y cola) y un arco de equilibrio y belleza que nace en su entrada principal, atraviesan el Paseo Victoria y termina en glorieta a orillas del Río Luján.

 

 Tanto en las Salas como en el Salón Principal sobresalen arañas francesas, caireles de bronce, cristal de roca y bacarat. Los pisos fueron construidos con roble de Eslavonia y los vitrales importados. Como toda obra francesa y europea en general, el edificio cuenta con obras de arte dentro de su construcción; son ejemplos de ello el marouflage del pintor español Julio Vila-Prades en la bóveda oval del primer piso, en el que un grupo de ninfas interpretan melodías con sus diferentes instrumentos, o la escultura de bronce burilado de la Fundición Fonderies Du Val Dósne de París.

 

 

 

SU DECADENCIA

 

 

Pero esa vida brillante comenzó a apagarse cuando en 1933 el casino del Tigre Hotel fue clausurado por una ley que no permitía su existencia tan cerca de la Capital.  La crisis económica de 1930 y la ley que en 1933 prohibió los juegos de azar llevaron a su decadencia y eventual abandono. Por esa razón, la ruleta fue trasladada a Mar del Plata, y detrás de ella se fueron los ávidos miembros de las clases acomodadas, quienes reemplazaron así el cercano río por las playas y el mar. La edificación comenzó a perder su brillo. Las obras de restauración comenzaron en 1998.

 

 

 

 

 

 

 

 

 La araña de cristal que pende del salón principal pesa 1500 kilos

entre bronces y caireles de cristal de roca.

 

 

 

 

 

 

 Con sus tejados de pizarra afrancesada, sus cúpulas rematadas en aguja, su portón de hierro forjado y su galería que conduce al río Luján, la majestuosa decadencia del edificio refleja todavía algunos esplendores de esos tiempos.

 

 

 

 

 

MUSEO DE ARTE DE TIGRE


Reseña histórica:

Museo de Arte Tigre se destaca no sólo por sus exposiciones y la calidad de sus obras; tiene el privilegio de funcionar en el edificio del que fuera el Tigre Club, hoy recuperado y remodelado para que luzca todo su esplendor. Inaugurado en 1912 como centro social y recreativo, el edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1979.


 El casino funcionaba de diciembre a marzo, y disponía de veinticinco mesas de ruleta y punto y banca (las primeras del país). Fue cerrado en 1933 por decisión judicial y pronto se abrió el Casino de Mar del Plata.

El edificio del Tigre Club es de estilo renacentista, con escaleras de mármol de Carrara, espejos venecianos y columnas de base de bronce y la parte superior estucadas (masa de yeso y cola). El techo de su salón principal está decorado con un fresco del artista español Julio Vila y Prades. Cuenta además con un arco que nace en su entrada principal, cruza el Paseo Victorica y finaliza en una glorieta sobre la orilla del río Luján.

El edificio consta de 2 plantas, en el edificio abundan columnas dóricas simples, semi columnas, pilastras, arquerías, y motivos ornamentales de palmetas, guirnaldas de flores, hojas de laurel (emblema de la gloria) y de encina (emblema de la fuerza).

Las esquinas del edificio se completan por 2 torres salientes desde el primer piso, semirredondas, que rematan en una cúpula con un coronamiento de hierro y una aguja final, que se repite en el mirador hexagonal.

En el año 1978 la Municipalidad de Tigre se hace cargo del edificio, declarado Monumento Histórico Nacional en 1979.

En el año 1990 comienzan las obras de recuperación del edificio con el fin de albergar un museo de arte, siendo el MAT el resultado final.


 

 

 

 

 

 

 

 

AGRADECIMIENTO Y FUENTE : http://www.actualidaddetigre.com

 

 

       
           


 

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