Amores de

Hipólito Yrigoyen

 

 

 

Juan Hipólito del sagrado corazón de Jesús Yrigoyen Alem (1852)

 

 

 

Su primera historia de amor con Antonia Pavón una muchacha de condición humilde, criada de su familia, quien le dará una hija: Elena.

 

En agosto de 1872 Irigoyen, con sólo veinte años, fue nombrado comisario de policía en Balvanera. Su función en las elecciones era evitar que los opositores votaran que para lograrlo a veces había que utilizar la violencia. Hipólito comenzó a estudiar derecho.  Tan joven y ya andaba de chaqué y galerita. Ya se vislumbraba, también, su especial debilidad por las mujeres, a las que siempre trató con especial consideración. Es aquí cuando inicia su costumbre del amor clandestino. Su primera historia de amor conocida es la que vive con Antonia Pavón, muchacha de condición humilde que le dará una hija: Elena. Yrigoyen no reconocerá legalmente a su primogénita (tampoco lo hará con sus otros hijos), pero se encargará de su educación y la tendrá a su lado hasta el fin de sus días. Elena incluso sacrifica su vocación religiosa para acompañar a su padre, sirviéndole prácticamente de secretaria.  En alguna ocasión, Yrigoyen admitió que Elena era su "única" hija. Se incomodaba mucho con estas conversaciones, hacía lo imposible por cambiar de tema o, como último recurso, le adjudicaba los hijos a su hermano Martín. 

 

Su segunda  historia de amor con Dominga Campos que murió de tuberculosis

 

A los veinticinco años Hipólito conoció a Dominga Campos, una muchachita de  17 años, de buena familia, hija del coronel Julio Campos. Tuvo con ella  seis hijos de los cuales tres, murieron de pequeños y tampoco a ninguno reconoció.  La relación con  Hipólito es escandalosa para la época. Dominga debe abandonar la casa de sus  padres. El no vivía con ella pero la mantenía y la visitaba todas las noches y a veces durante el día. Los tres hijos menores -María Luisa, Sara y Eduardo - habían nacido en el 80, 81 y 82, lo que demuestra una vida compartida. Como diputado accedió a un préstamo del banco de la Provincia de Bueno Aires que le permitió la compra de campos.  También  compró para Dominga y  sus hijos una casa en la calle Ministro Inglés. Entre 1882 y 1890 su vida giro en torno a las actividades ganaderas y el profesorado sin dedicarse a la política.  Después de una relación de más de doce años con Dominga estaban pensando en casarse. Pero la desgracia parecía perseguir a la joven: ese mismo año, Dominga, que no había cumplido aún los  treinta, se enfermó de tuberculosis y tuvo que dejar a sus tres hijos de doce, nueve y siete años para ir a Tandil a tratar de curarse con el cambio de aire. Allí murió, al año siguiente, acompañada tan sólo de un hermano. Su enfermedad y muerte, así como la preocupación por el cuidado de sus hijos, deben haber causado mucha aflicción al temperamento sensible de Yrigoyen. Nunca, sin embargo, dejó traslucir en su vida pública los avatares de su vida privada.

Sin embargo, en 1880, mientras tenía una relación estable con Dominga y se llenaban de hijos, había intentado casarse con una "niña" de la sociedad. El  padre de ella se había opuesto con violencia. ¡Jamás permitiría que se casara con ese "compadrito"! La joven obedeció... pero tuvieron un hijo, al  que Yrigoyen tampoco reconoció.


 Su gran amor de la  madurez fue Luisa Bacichi (
Aloysia Stéphana Bacichi). Era la viuda del escritor Eugenio Cambáceres. En 1897 nació Luis Herman Irigoyen, el hijo de ambos. Luisa fue la madre de Rufina Cambáceres la joven que murió y despertó en su tumba. Una  amiga íntima le había revelado un secreto que tuvo guardado durante mucho tiempo. El novio de la niña, era también el amante de su bella madre. El impacto de la confesión de su amiga le ocasionó un ataque al corazón y murió. Quién fue el caballero que rompió su corazón? El único presidente soltero que tuvo la Argentina: don Hipólito Yrigoyen, quien después de un tiempo, tuvo un hijo con la viuda de Cambáceres pero eso es otra historia.

 


 Luisa Bacichi había llegado a Buenos Aires con su hermana en una compañia de bailarinas. Con esta mujer Yrigoyen viviría hasta su muerte. Se conocieron cuando Hipólito fue a arrendarle la estancia del Quemado, que ella no podía explotar. Luisa tendría entonces cerca de 40 años muy bien llevados y  él se acercaba a los cincuenta. Allí pasaron felices temporadas y, cuando
estaban en Buenos Aires, vivían en la quinta de Barracas, aunque Yrigoyen siempre siguió teniendo su propia casa. En 1897 nació Luis Herman Irigoyen, el hijo de ambos." Durante esos años Yrigoyen recibía con  mucha frecuencia a amigos y correligionarios en la estancia del Quemado y Luisa se ocupaba de todo como si fuera su legítima mujer. En 1904 Yrigoyen seguía dando sus clases de Instrucción Cívica y Moral en la  escuela normal. Después de la revolución fallida de 1905, lo dejaron cesante. Ese año una de sus alumnas era Alicia Moreau de Justo. En una
entrevista ella contó que Yrigoyen había tenido amores con una o más alumnas. Yrigoyen sobreviviría ocho años después de la muerte de Luisa Bacichi.

 

 

HECHOS CURIOSOS

 

Su padre de procedencia vasca Martín Yrigoyen Dodagaray, su madre Marcelina Alem era hija de Leandro Antonio Alem, ejecutado luego de la caída de Rosas. 

 

En 1890 el descontento con la presidencia de Juárez Celman levanto un grupo opositor conocido como UNIÓN CÍVICA. En su fundación participaron Hipólito Yrigoyen, su tio Leandro Alem, Lisandro de la Torre y Bartolomé Mitre.  Comenzó la revolución que tuvo como escenario el parque de artillería de Buenos Aires. Asi acabó con el gobierno de Juárez Celman.  Luego se formó La Unión Cívica Radical (UCR)  partido político fundado en 1891 por Leandro N. Alem, siendo de esta manera el primer partido político moderno de la Argentina. En 1896 Leandro N Alem se suicidó. La UCR gobernó varias veces el país en oportunidad de las presidencias de Hipólito Yrigoyen, Marcelo T. de Alvear, Arturo Illia, Arturo Frondizi, Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.

  Yrigoyen asumió la presidencia en 1916 al 1922, con un triunfo electoral abrumador pero al poco tiempo la crisis económica por la guerra y  la impotencia gubernamental llevaron al país a una de las experiencias mas funestas. La entrada en la política fue gracias a su tío Leandro Alem. En 1922 Marcelo Torcuato de Alvear asumió la nueva presidencia. En 1928 Hipólito Yrigoyen realizo su segunda presidencia a los 76 años. El segundo gobierno de Yrigoyen coincide con la Gran Depresión mundial de 1929 que paralizó la actividad económica y puso en crisis al propio sistema capitalista. En 1929 mientras Yrigoyen se dirigía a la casa de Gobierno fue interceptado por un hombre que le disparó varias veces. La custodia disparó  contra Guillermo Marinelli matándolo. Después de varios acontecimientos se decretó estado de sitio. Yrigoyen renuncia y Enriqye Martinez se hace cargo de la presidencia.

  Yrigoyen tuvo que soportar la ignominia de estar preso dos veces en  Martín García y de que una turba saqueara e incendiara su casa de la calle  Brasil. Quemaron sus papeles y el gobierno le cerró todo crédito, como si hubiera sido un criminal. A mediados de enero de 1932, Yrigoyen ya anciano, cansado y enfermo, volvía de su segunda reclusión en Martín García acompañado por Elena, su hija, y otros miembros de su familia. Los médicos le habían detectado cáncer de laringe. Yrigoyen deja este mundo  el 3 de julio de 1933, moría un ex presidente, un gran caudillo... pero también moría un hombre apasionado que se llevaba a la tumba el misterio de sus amores, de sus hijos y de tantas otras cosas que quizás nunca se lleguen a develar. Durante dos días y medio el pueblo acompaño le rindió homenaje y  sus restos fueron sepultados en el cementerio de La Recoleta.